¿𝐐𝐮𝐞 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐩𝐢́𝐫𝐢𝐭𝐮 𝐬𝐚𝐧𝐭𝐨?
Veámoslo en acción:
1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2 Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. 3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
¿Qué oficio desempeñan estos 5 hombres en la asamblea de Antioquía?
Son profetas y maestros.
Los profetas estaban recibiendo revelación directa de Cristo, y los maestros la estaban enseñando a la asamblea.
Esto explica claramente por qué esta asamblea se transformó en un centro misionero.
El Espíritu Santo estaba trabajando allí.
Teniendo la revelación completa, cada asamblea debe ser misionera, evangelística, pero para este propósito tiene que existir abundancia de enseñanza en ella.
Y donde hay abundancia de enseñanza de la palabra de Dios, hay abundancia de consagración.
Este anhelo y propósito es fruto del Espíritu Santo porque aumenta la devoción a Cristo.
Pablo es un ejemplo claro de lo que es el Espíritu Santo en un hombre guiado por él.
Pablo se marchó bien lejos para estar bien claro de las nuevas revelaciones del Señor para su pueblo.
Enseñanzas sobre el divorcio, el nuevo matrimonio, la cena del Señor, la soltería, el arrebatamiento de la Iglesia antes de la ira venidera, todas las verdades del NT Pablo las recibió directamente del Señor.
El no descendió a Jerusalén a preguntarle a los demás apóstoles nada.
-"Mira Pedro, que fue lo que les ha enseñado el Señor a ustedes"-
«Mi evangelio» (Romanos 2:16; 16:25; 2 Timoteo 2:8) no constituyen una mera expresión convencional.
Reciben explicación en varias de sus epístolas, (Ef.3; Col.1:25-26) y de una manera especialmente concluyente en su carta a los Gálatas.
Allí expresa en términos explícitos y enfáticos que el evangelio que él predicaba entre los gentiles había sido objeto de una revelación especial a él mismo (Hch.20:24).
No solamente no se lo habían enseñado los que eran apóstoles antes que él, sino que fue él quien, por mandato divino específico, que lo comunicó a «los Doce»; y esto no fue sino hasta su segunda visita a Jerusalén, diecisiete años después de su conversión.
Cuando fue a Jerusalén nada nuevo le comunicaron, más bien lo estigmatizaron diciendo, "este que antes perseguía a los cristianos ahora los evangeliza".
Y hay aquí en este ejemplo de la asamblea de Antioquía, un oficio del Espíritu Santo que a menudo es ignorado.
La obra de Dios avanza directamente relacionada con una asamblea local.
No se crea que porque el Señor lo llamó a predicar usted lo va hacer de manera individual y va a alquilar un garaje y se va apoderar de lo que no le pertenece para que lo engorden a expensas del nombre de Jesús, no señor, su ministerio no será reconocido (Mt.7:21-23).
La explicación es muy sencilla, allí en la asamblea de Antioquía, el Espíritu Santo no solo aparta a los que van a ser enviados, sino que comunica esa decisión a los demás hermanos de responsabilidad en la asamblea.
De manera que el consenso es unánime.
Hay una comprensión de todos los demás:
"Dijo el Espíritu Santo, apartadme a Bernabé y Saulo para la obra a que los he llamado"
El Espíritu Santo siempre comunica a las dos partes.
En cierta ocasión, un hermano sagaz, se acercó a una hermana de su preferencia y le dijo:
-"El Señor me reveló que tú tienes que casarte conmigo"-
Y ella, bien consciente de la doctrina, le respondió:
-"¿Qué raro que no me lo ha revelado a mí?"-
El gran apóstol Pablo, que en ese momento ocupaba un lugar secundario ante Bernabe, como Saulo todavía, no salió a la obra misionera por sí mismo, sino que se congregó hasta que el Espíritu Santo que es el presidente de la obra misionera aquí en la tierra, en la asamblea y en la obra de Dios en general, dijera: -"Ya es el momento"-.
¿Qué es el Espíritu Santo?
Ahora ya lo saben.