¿PUEDE LA FIDELIDAD AL CATOLICISMO ROMANO SALVAR EL ALMA DE SUS FIELES?

Estimado, veo muchas cosas, dentro y afuera, pero lo que haga una persona convencida que actúa de manera correcta no puede interferir en la fe sincera de un católico, aunque te pese.

Veo tantas cosas como la hipocresía del que se considera salvo y miente de manera flagrante a la vista de todo el mundo
Veo tu fanatismo absolutista y dogmático, que critica el fanatismo religioso de los demás.

FORISTA JORQUE ENRIQUE

Usted puede ver lo que usted quiere ver.

Por mi parte, veo que vuestra sinceridad es evidente, pero permíteme señalar que la sinceridad no garantiza la verdad. Muchos han sido sinceros en caminos equivocados, y por eso Cristo vino: para llamar a los sinceros a la luz, no para confirmarles en la oscuridad.

La fe que salva no se basa en convicciones humanas ni en sistemas religiosos heredados, sino en obedecer al Evangelio puro de Jesucristo. Él no fundó templos con estatuas, ni estableció un sacerdocio humano perpetuo, sino que se ofreció una vez y para siempre como sumo sacerdote eterno (Hebreos 7:24-27).
El fanatismo no está en defender la verdad, sino en aferrarse a estructuras humanas que contradicen la Palabra.

Si denunciar la idolatría, el sacerdocio falso y la mediación de santos es “dogmatismo”, entonces también lo fue Cristo al volcar las mesas del templo (Mateo 21:12-13).
La hipocresía que mencionas no invalida la verdad del Evangelio, sino que confirma la necesidad de una fe que no se base en apariencias ni rituales, sino en obediencia al Espíritu y a la Palabra.
¿Por qué?
Porque el Espíritu Santo glorifica a Cristo, dicho por el mismo Señor:

-"EL ME GLORIFICARÁ"-

Jua 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Jua 16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

El Espíritu Santo no fue enviado a glorificar la criatura sino al Creador.

El Espíritu Santo no glorifica al Papa.
El Espíritu Santo no glorifica a la reina del cielo.
El Espíritu Santo no glorifica a los santos y santas del panteon romano.

Y desde hace tiempo vengo intentando en vano hacerle entender que está adorando dentro de un campamento contaminado por la idolatría y diversas doctrinas de demonios, pero no hace caso.

No quiere salir fuera del campamento llevando el vituperio de Cristo.

La fidelidad al catolicismo romano y no a Cristo, se convertirá en su peor verdugo.