No señor, es usted el que vincula el Estado vaticano con la virgen ¿Qué pasa? asuma sus dichos
Ud no entiende que no soy ni creador ni dirigente del Estado vaticano. La pregunta queda en el aire. Contestada en un juicio que ya ha sido hecho:
Jua 16:8 Y cuando Él venga, inculpará al mundo de pecado y de justicia y de juicio.
Jua 16:9 De pecado, porque no creen en Mí;
Jua 16:10 de justicia, porque me voy al Padre y ya no me veréis más;
Jua 16:11 y de juicio, porque
el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
A usted le pregunto
(solo los cobardes hacen acusaciones y, cuando se les interpela actúan como si no hubieran dicho nada, atribuyendo la responsabilidad a un personaje histórico de principios de la era cristiana)
No. A mí no me pregunte porque nada sé de sus muchas aguas. Cuando la Cabeza del vaticano salga a la ventana y diga que se acabó la adoración a imágenes, entonces pregúntele:
Isa 44:9 Los hacedores de ídolos, todos son vanidad. Sus atesoramientos nada valen y serán avergonzados.
Isa 44:10 ¿Quién ha moldeado un dios, o fundido un ídolo que para nada aprovecha?
Isa 44:11 He aquí todos sus adeptos serán avergonzados, porque los artífices no son más que simples hombres. ¡Júntense todos ellos, y comparezcan! ¡Tiemblen y sean avergonzados a una!
Isa 44:12 El artesano prepara la herramienta y lo fabrica en las ascuas, lo forja con martillos, con brazo robusto lo trabaja. Luego tiene hambre y se agota, no bebe agua, y desfallece.
Isa 44:13 El carpintero mide con la línea, lo señala con buril, le da forma como figura de hombre, como gloria de hombre, para habitar en un templo.
Isa 44:14 Corta entre los árboles del bosque o planta un pino que la lluvia hace crecer.
Isa 44:15 Se sirve de ellos como leña y toma de ellos para calentarse, prende el horno y cuece panes, y construye un dios y se postra ante él.
Isa 44:16 Parte del leño quema en el fuego y sobre él asa la carne, come y se sacia. Después se calienta y dice: ¡Ah, me he calentado, he contemplado el fuego!
Isa 44:17 Con el resto se hace una imagen de dios, se postra ante él, lo adora y le ruega: Líbrame, que tú eres mi dios.
Isa 44:18 No comprenden ni distinguen, sus ojos han sido cerrados para no ver y su corazón para no entender.
Isa 44:19 No hay conocimiento ni criterio. Nadie medita en su corazón: La mitad quemé en el fuego y sobre sus ascuas cocí pan y asé carne para comer, ¿haré del resto una abominación y me postraré?
Isa 44:20 Se alimenta de cenizas, su corazón es engañado, y no puede liberar su alma ni decirse: ¿No es pura mentira lo que sostengo en mi diestra?