Re: ¿Puede el padre Cutié consagrar la hostia en la Iglesia Episcopaliana?
Ya que nadie sabe que piensan los angelicanos,(no soy angelicano),para los que esten interesados en saber.
Validez de las Ordenes Ministeriales Anglicanas
Por Mons Jorge Rodriguez Escobar
La validez de las órdenes anglicanas, es una asunto que preocupa a la Iglesia de Roma, no al anglicanismo, ya que nosostros no tenemos ninguna duda que nuestra órdenes son plenamente válidas, impartidas por Obispos en sucesión legítima con los apostoles del Señor.
La Iglesia de Roma se lo planteó en el siglo XIX cuando pretendía, dados los nuevos aires de libertad que se daban en Inglaterra, restaurar la jerarquía católica romana. Reconocer las órdenes anglicanas significaba abortar ese plan, por razones obvias y entonces mediante una bula, el Papa León XIII en el año 1896 que títuló “Apostolica et curae” resolvió para ellos.
La controversia al principio se basó en la alegación de que el Arzobispo Mathew Parker en 1559 había sido consagrado a la Sede de Canterbury por cuatro obispos que se habían declarado protestantes bajo el reinado de Eduardo VI, entonces, según este argumento, al no estar en la sucesión apostólica supuestamente la consagración no es válida. Investigados seriamente los archivos históricos de esa ordenación y consagración del Arzobispo Parker, se ha demostrado hasta la saciedad que esa afirmación, no sólo no es cierta, sino que es maliciosamente mentirosa y el argumento no es correcto. Además la sucesión apostólica, si es que fue interrumpida, fue suficientemente restaurada en la consagración del Arzobispo William Laud en 1573 cuyos consagrantes estaban en la no discutida linea de sucesión de obispos de Italia y de Irlanda.
Un segundo argumento del Papa fue que el rito utilizado bajo Eduardo VI no contenía elementos indispensables para una válida ordenación. Se decía que no contenía la validación de los instrumentos, esto es, la entrega a la persona de los instrumentos característicos del ministerio que se le confiere. Al principio, esta entrega, solamente tenia un propósito simbólico, y fue en la Edad Media que se vino a incluir en la práctica del ritual de ordenacion de diáconos y sacerdotes. A los diáconos se les entregaba un libro con los evangelios y a los sacerdotes un caliz y una patena. Además el Papa indicó que el rito de ordenación anglicano tenía una intención defectuosa al no decir específicamente que el sacerdote podía ofrecer el sacrificio de la misa.
A esta bula o carta de el Papa León XIII le contestaron el Arzobispo de Canterbury y el Arzobispo de York en una carta conocida como “Saepius oficio” del año 1897, manifestando que la intención anglicana es conferir el mismo sacerdocio instituído por Cristo y todo lo que conlleva, incluyendo la doctrina del sacrifico en relación a la eucaristía, en forma tan explícita como lo hace el mismo canon de la consagracion tanto en el rito anglicano episcopal como en el rito catolico romano. Además se clarificó que la intención anglicana estaba suficientemente demostrada ya que hay dos ritos separados, uno para ordenar diaconos y otro para ordenar sacerdotes en el Libro de Oracion Comun.
Con la reciente apertura de los archivos del Vaticano sobre la Bula “Apostólica et curae”, en la celebración del centenario, se ha descubierto más sobre el proceso que le dio origen. Por ejemplo que la comision nombrada por el Papa para estudiar la validez de las órdenes anglicanas no se pudo poner de acuerdo sobre una recomendación. El sacerdote Luis Duchesti y otros estudiosos católicos romanos habían llegado a la conclusión de la plena validez de las órdenes anglicanas. La comisión que nombró el Papa para el estudio comenzó en el 24 de marzo de 1896 y se reunió 12 veces. La condenación tuvo más razones políticas que teológicas ya que estaba en la mente del Papa y de la Curia Romana lograr la aceptación del Papado de parte de los Ortodoxos y Anglo-Católicos, y se pensó que al emitir una condenación de la validez de las ordenaciones anglicanas eso haría que muchos fieles y clero volviese a la juridicción de la Iglesia de Roma lo cual no sucedió. Además, que de otra manera, con un clero anglicano con ordenaciones plenamente válidas, desde el punto de vista romano, se hacía innecesario la creación de una jerarquía paralela en Inglaterra. Así, pues, una vez más en Roma se impuso la política que no las razones de fe.
La validez de las ordenes anglicanas es reconocida por la Iglesia de los Antiguos Católicos, la cual se encuentra en Holanda, Alemania, Australia, Suecia, Eslovaquia y Polonia, Estados Unidos, Filipinas, en Asia, Oceanía, Africa y América Latina y también y por muchas Iglesias Ortodoxas y por supuesto, las demás comuniones católicas que están en plena comunión anglicana como la Iglesia de Utrech.
Ningún anglicano tiene dudas sobre la validez de las ordenaciones de sus diáconos, sacerdotes u obispos.