Espero que ya tengas la respuesta que buscabas, aunque no tengo que dar explicaciones a nadie de los detalles de mi vida cristiana, excepto a Dios, que es quien tiene el poder de darme vida eterna, o dejarme por mi camino, si yo me negara a caminar en comunión con Él.
Comenzaste bien, pero al final entorpeces todo con tu lenguaje excluyente, soberbio e innecesario.
Me llama la atención la mención de un pueblo lejano, pero no has dicho el país.
Esto de:
Es un invento de Satanás para falsificar la autoridad apostólica de los verdaderos apóstoles de Cristo escrita en la Biblia y muchos de sus hijos (Jn.8:44) andan por el mundo pregonando que son "apóstoles" pero para llenar sus bolsillos y cometer actos de injusticia como el que mencionas en tu contra.
En cuanto al silencio de la mujer, estás correcto, incluso, no se trata de un acto de injusticia, sino de empoderamiento espiritual, donde la mujer controla la gloria del hombre y de los ángeles, mediante el uso del velo congregacional, tengo una investigación que hice al respecto, y que es doctrina en nuestras asambleas, aquí te la pongo:
"𝐒𝐄𝐍̃𝐀𝐋 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐏𝐎𝐑 𝐂𝐀𝐔𝐒𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐀́𝐍𝐆𝐄𝐋𝐄𝐒"
En nuestras asambleas congregadas en el Nombre del Señor, el velo sobre la cabeza de la mujer posee un significado espiritual profundo, muy distante de las interpretaciones superficiales del mundo denominacional, que lo reduce a una práctica cultural limitada a la época del apóstol Pablo.
La conexión entre la supremacía de Cristo y los símbolos en el orden de la asamblea revela una interpretación rica y espiritual, que resalta el propósito del velo
y el silencio de la mujer.
Estos elementos trascienden lo cultural, apuntando a verdades espirituales que impactan tanto el orden humano como el celestial.
En 1 Corintios 11:7, el velo sobre la cabeza de la mujer actúa como un 𝐅𝐑𝐄𝐍𝐎 deliberado de la gloria del hombre, recordando que la autoridad suprema reside únicamente en Cristo. Por otro lado, en 1 Corintios 11:10, el velo es presentado como un reproche silencioso hacia los ángeles rebeldes, un recordatorio perpetuo de su desobediencia frente al Hijo de Dios. Como dice Hebreos 1:5:
"Porque, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy?"
Este anuncio sorprendió al Querubín Protector, quien, llevado por su decepción y amargura, organizó la rebelión angelical (Isaías 14:14) contra Cristo.
El silencio femenino, mencionado en 1 Corintios 14:34, lejos de ser una injusticia—como lo interpretan ciertos movimientos modernos—se convierte en una poderosa señal de empoderamiento, comprensible para aquellos que disciernen su simbolismo.
El uso del velo no solo controla la gloria del hombre (1 Cor. 11:7), sino que también recuerda a los ángeles su rebelión pasada (1 Cor. 11:10), redirigiendo la atención hacia la autoridad y presencia de Cristo en la asamblea.
Estos no son símbolos culturales pasajeros; más bien, representan un llamado a recuperar la comprensión espiritual y reverencial de las verdades eternas que ilustran.
𝐏𝐑𝐎𝐏𝐎́𝐒𝐈𝐓𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐔𝐒𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐕𝐄𝐋𝐎
En Mateo 18:20, Jesús asegura su presencia en medio de la asamblea, subrayando que cada acto, incluso el uso del velo, tiene un propósito mayor: 𝐡𝐨𝐧𝐫𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐒𝐞𝐧̃𝐨𝐫.
Esto es una invitación a meditar más profundamente sobre cómo los símbolos visibles pueden conectar con realidades espirituales eternas. Podemos ir más allá, aplicando las verdades del velo y la sumisión a otros aspectos de la adoración en la iglesia, tal como vemos en Apocalipsis 3:20:
"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo."
Aquí, Cristo está afuera porque las potestades humanas dentro han asumido un control indebido sobre el rebaño, desplazando la solemnidad de la presencia del Señor.
Es una imagen profundamente conmovedora: el Autor de la iglesia, excluido de lo que debería ser Su espacio, esperando pacientemente para ser recibido.
Que el Señor nos ayude a velar porque su Presencia en medio de nosotros sea una realidad y no una costumbre teórica.
Pásenla bien.