Re: Profecia sobre Argentina
Estimado Josafat:
Agradezco tu respuesta, aunque más que aclarar ha complicado más las cosas.
Pensé que mi exposición sería cuestionada o contradicha. Lejos de eso, me regalas con una profecía de Benny Hinn. No solamente que no es santo de mi
devoción, sino que me temo que patea para el equipo contrario.
Pero aunque sea por cortesía, atenderé a esa profecía, por si Dios en su gracia
usara lo que decimos para hacerte volver del error de tu camino. Creo en tu
sinceridad y mejores intenciones, pero aunque Dios en su soberanía se haya
valido de lo que tenía a mano para alcanzarte con su mensaje de salvación, es
tiempo de que revises si lo que te enseñaron se ajusta realmente a las Sagradas Escrituras, o si esos hombres o determinado ministerio persiguen
otra cosa que no es la gloria de Dios, la salvación de las almas y la edificación de la iglesia de Jesucristo. Ya verás por qué digo lo que digo.
Para empezar, al 2 de Diciembre del año 2000 no se requería ser profeta para
admitir un deterioro de la economía argentina. Cualquier esquimal sentado en
su iglú mascando pescado se lo hubiera comentado a su esposa, tras escuchar
por radio el noticiero. Solamente que Benny Hinn se quedó demasiado corto,
pues no anticipó ni por asomo la gravedad de la catástrofe que se avecinaba.
Esa misma “profecía” prueba cabalmente lo que dije en mi mensaje anterior
sobre aquellos “apóstoles”, “profetas”, “evangelistas” y “pastores” argentinos; sólo que me olvidé de los visitantes del extranjero y de cuando los nacionales viajaban lejos contrabandeando luego nuevas profecías.
Todos esos falsos profetas no tienen autoridad espiritual alguna (por lo menos
de Dios) para decir las cosas que dicen, pero los cristianos simples se dejan
impresionar por todo el barullo que provocan desde sus bien montadas
organizaciones. De la bestia apocalíptica conocida como el Falso Profeta se
dice que engaña a los habitantes de la tierra con las señales que hace (Ap.13:
14). La prosperidad que rodea a estos “superministros” de vistosos trajes,
autos lujosos, aviones particulares, y séquito de guardaespaldas y lacayos,
como que les permite descolgarse con arrogancias y blasfemias que serían de
condenar en cualquier humilde predicador pueblerino. Cuando los fieles ven a
sus pastores de boca abierta admirando en aquellos las mismas grandezas que
comienzan a apetecer, abren más sus bocas todavía expectantes porque algunas migajas les caigan dentro. Pero en lugar de conseguir alguna algarroba siquiera de premio consuelo, la receta siempre es la misma: Si quieren ser tan ricos y prósperos como ellos son, comiencen sembrando: así
los bolsillos y carteras son vaciados, luego se prometen ofrendas que no se
podrán cumplir (ya no hay con qué), son animados a vender sus posesiones y
hasta a donar sus prendas personales. Por cada uno que se levante a dar testimonio de cómo “el Señor” lo prosperó, habrá nueve sentados en el banco
llorando su mayor miseria, pero que jamás se levantarán para decir su verdad.
Así las congregaciones sólo se quedan con la visión positiva y optimista, mientras deliberadamente se silencia y soslaya la gran realidad.
Pero volviendo a la profecía de Benny Hinn, veamos: él dice primeramente:
“En los próximos tres años una lluvia fina caerá sobre la Argentina. Habrá lluvia fina sobre la Argentina. No estoy hablando de la lluvia natural, sino espiritual.”
Que sepamos, no se ha reportado que durante el trienio 2001/2003 haya
descendido desde los cielos esa mansa lluvia espiritual anunciada. Por supuesto que nuestro buen Dios bendijo a mucho pueblo suyo, pero se supone
que la profecía no aludía a un clima normal sino a una situación tan especial
como significativa. Se han organizado muchos eventos importantes y
concentraciones multitudinarias en el Obelisco y por otras partes, pero aunque Benny Hinn se hubiera despedido con la conocida canción: “Chau,
chau, chau, chau, adiós que te vaya bien... que te garúe finito...”, no se ha
informado de una sostenida y fina lluvia espiritual sobre el país. Por el
contrario, y como ya se dijo, los “profetas” aventuraron más lluvias de
bendiciones todavía, pero que se presentaron como negros nubarrones, y un
cataclismo que arrasó con el país entero en todos sus ámbitos, no solamente
el económico y financiero, sino también en lo social y espiritual. A los escándalos protagonizados por Ministerios y Pastores de renombre se sumó la confabulación de los falsos profetas que bajo el pretexto de trasmitir aliento y esperanza de tiempos mejores (como se dice al introducir la profecía), se engañó al mismo pueblo que había que haber llamado al arrepentimiento y conversión al Señor.
Luego, Benny Hinn da la fecha precisa de Marzo del 2003. Entonces vendría
un tiempo de bendición, de unción, de pasión, de unidad, y el cielo se abriría,
más grande que nunca, y un torrente celestial de aguas poderosas caería hasta
anegar literalmente a la Argentina en el fuego de Dios. Dejando de lado esa
extraña combinación del agua (bendición) y el fuego (juicio), debemos decir
que no hemos leído ni escuchado que en Marzo del año pasado haya comenzado algo parecido siquiera a lo que se anticipa. El tremendismo de que hace gala esa profecía crea una expectativa demasiado grande que no se puede contentar con campañas evangelísticas y otros eventos de cierta relevancia que son típicos ya desde hace décadas. Si esta otra profecía tampoco se ha cumplido, entonces se confirma a Benny Hinn como falso
profeta.
Luego continúa la profecía en un divague continuo de cosas ambiguas y hasta
contradictorias. La visitación de un numeroso grupo juvenil de alabanza parece que será un factor desencadenante, aunque se hace constar que no son
ellos los que traerán el avivamiento. Son 150 cantantes, aunque no más de 200. No son de Estados Unidos ni europeos pero seguidamente dice que son
de América (así le llaman a USA) y quizás de algún lugar de Europa. ¿En qué
quedamos? Si quiere inventar que invente pero por lo menos que invente bien,
siendo coherente y haciendo verosímil su profecía. Cuantos avivamientos hemos estudiado en la historia de la iglesia cristiana tuvieron que ver con un
retorno a la Palabra de Dios, con la fiel predicación del Evangelio, la oración,
y el poder del Espíritu Santo, trayendo santidad y consagración de los fieles,
y conversión de pecadores. Pero es toda una novedad que pueda venir un
avivamiento por cantar bonito. Además, Argentina no necesita importar nuevas canciones, porque sobran allí excelentes músicos y compositores
cristianos. Aunque se repita hasta el cansancio que “Dios habita entre las
alabanzas de su pueblo” como si fuese un versículo bíblico, no existe texto
alguno con tales palabras. Dios es santo, y sí habita en la congregación de los
santos congregados al nombre del Señor Jesús, pero no entre los apóstatas, aunque lo alaben y celebren como los israelitas festejando a Jehová ante el becerro de oro, con cánticos de coros y danzas (Ex. 32:5,6,18,19). En pleno desacatamiento a la Palabra de Dios, no es posible siquiera pretender celebrarle y alabarle, porque la adoración debe ser en espíritu y en verdad, y no en la carne y falsamente. “El obedecer es mejor que los sacrificios” (1Sa.15:22) es una palabra actual. El mismo Señor nos dice: “Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos” (Amós 5:23). Y de tantas celebraciones y festivales nuestros,
seguramente Él dirá que no los puede sufrir, que le son iniquidad y hasta abominación el culto que pretenden darle (Is.1:11-14). Antiguamente se concurría a los lugares de reunión para escuchar la predicación de la Palabra
de Dios, y así aprender a conocerle, servirle y agradarle. Pero todo eso hoy
parece demasiado difícil y comprometedor. Es más fácil y divertido concurrir
para celebrarle, para alabarle. Pero en desobediencia y rebeldía eso es imposible.
Finalmente, lo que Benny Hinn dice ver en el espíritu, posiblemente sea un
“espíritu” o demonio personificando a Eva Perón, a quien muchos todavía le
rinden culto en la Argentina. Dada la afición de Benny Hinn por la necromancia, así como visitaba las tumbas de Kathryn Kuhlman y Aimee Semple McPherson para inspirarse, vaya uno a saber si también no anduvo por el cementerio de La Chacarita en Buenos Aires.
Como broche final, Benny Hinn se despide diciéndonos:
“el Todopoderoso me acaba de decir a mí que todo el plan de Satanás será cancelado en tres años.”.
Desde aquellas palabras, nos hemos pasado ya en seis meses y medio. Usted
nos dirá, estimado Josafat, o cualquier otro hermano enterado de la situación
argentina, si efectivamente tal cosa ha ocurrido. En lo que a mí respecta, y con las noticias que sigo escuchando diariamente por Radio Colonia, parece
haber arreciado la campaña de maldad que el diablo lleva adelante. Si estoy
equivocado en mis apreciaciones, seré todo oídos para quien mejor me instruya y corrija.
Ricardo.
Montevideo, Uruguay.
Estimado Josafat:
Agradezco tu respuesta, aunque más que aclarar ha complicado más las cosas.
Pensé que mi exposición sería cuestionada o contradicha. Lejos de eso, me regalas con una profecía de Benny Hinn. No solamente que no es santo de mi
devoción, sino que me temo que patea para el equipo contrario.
Pero aunque sea por cortesía, atenderé a esa profecía, por si Dios en su gracia
usara lo que decimos para hacerte volver del error de tu camino. Creo en tu
sinceridad y mejores intenciones, pero aunque Dios en su soberanía se haya
valido de lo que tenía a mano para alcanzarte con su mensaje de salvación, es
tiempo de que revises si lo que te enseñaron se ajusta realmente a las Sagradas Escrituras, o si esos hombres o determinado ministerio persiguen
otra cosa que no es la gloria de Dios, la salvación de las almas y la edificación de la iglesia de Jesucristo. Ya verás por qué digo lo que digo.
Para empezar, al 2 de Diciembre del año 2000 no se requería ser profeta para
admitir un deterioro de la economía argentina. Cualquier esquimal sentado en
su iglú mascando pescado se lo hubiera comentado a su esposa, tras escuchar
por radio el noticiero. Solamente que Benny Hinn se quedó demasiado corto,
pues no anticipó ni por asomo la gravedad de la catástrofe que se avecinaba.
Esa misma “profecía” prueba cabalmente lo que dije en mi mensaje anterior
sobre aquellos “apóstoles”, “profetas”, “evangelistas” y “pastores” argentinos; sólo que me olvidé de los visitantes del extranjero y de cuando los nacionales viajaban lejos contrabandeando luego nuevas profecías.
Todos esos falsos profetas no tienen autoridad espiritual alguna (por lo menos
de Dios) para decir las cosas que dicen, pero los cristianos simples se dejan
impresionar por todo el barullo que provocan desde sus bien montadas
organizaciones. De la bestia apocalíptica conocida como el Falso Profeta se
dice que engaña a los habitantes de la tierra con las señales que hace (Ap.13:
14). La prosperidad que rodea a estos “superministros” de vistosos trajes,
autos lujosos, aviones particulares, y séquito de guardaespaldas y lacayos,
como que les permite descolgarse con arrogancias y blasfemias que serían de
condenar en cualquier humilde predicador pueblerino. Cuando los fieles ven a
sus pastores de boca abierta admirando en aquellos las mismas grandezas que
comienzan a apetecer, abren más sus bocas todavía expectantes porque algunas migajas les caigan dentro. Pero en lugar de conseguir alguna algarroba siquiera de premio consuelo, la receta siempre es la misma: Si quieren ser tan ricos y prósperos como ellos son, comiencen sembrando: así
los bolsillos y carteras son vaciados, luego se prometen ofrendas que no se
podrán cumplir (ya no hay con qué), son animados a vender sus posesiones y
hasta a donar sus prendas personales. Por cada uno que se levante a dar testimonio de cómo “el Señor” lo prosperó, habrá nueve sentados en el banco
llorando su mayor miseria, pero que jamás se levantarán para decir su verdad.
Así las congregaciones sólo se quedan con la visión positiva y optimista, mientras deliberadamente se silencia y soslaya la gran realidad.
Pero volviendo a la profecía de Benny Hinn, veamos: él dice primeramente:
“En los próximos tres años una lluvia fina caerá sobre la Argentina. Habrá lluvia fina sobre la Argentina. No estoy hablando de la lluvia natural, sino espiritual.”
Que sepamos, no se ha reportado que durante el trienio 2001/2003 haya
descendido desde los cielos esa mansa lluvia espiritual anunciada. Por supuesto que nuestro buen Dios bendijo a mucho pueblo suyo, pero se supone
que la profecía no aludía a un clima normal sino a una situación tan especial
como significativa. Se han organizado muchos eventos importantes y
concentraciones multitudinarias en el Obelisco y por otras partes, pero aunque Benny Hinn se hubiera despedido con la conocida canción: “Chau,
chau, chau, chau, adiós que te vaya bien... que te garúe finito...”, no se ha
informado de una sostenida y fina lluvia espiritual sobre el país. Por el
contrario, y como ya se dijo, los “profetas” aventuraron más lluvias de
bendiciones todavía, pero que se presentaron como negros nubarrones, y un
cataclismo que arrasó con el país entero en todos sus ámbitos, no solamente
el económico y financiero, sino también en lo social y espiritual. A los escándalos protagonizados por Ministerios y Pastores de renombre se sumó la confabulación de los falsos profetas que bajo el pretexto de trasmitir aliento y esperanza de tiempos mejores (como se dice al introducir la profecía), se engañó al mismo pueblo que había que haber llamado al arrepentimiento y conversión al Señor.
Luego, Benny Hinn da la fecha precisa de Marzo del 2003. Entonces vendría
un tiempo de bendición, de unción, de pasión, de unidad, y el cielo se abriría,
más grande que nunca, y un torrente celestial de aguas poderosas caería hasta
anegar literalmente a la Argentina en el fuego de Dios. Dejando de lado esa
extraña combinación del agua (bendición) y el fuego (juicio), debemos decir
que no hemos leído ni escuchado que en Marzo del año pasado haya comenzado algo parecido siquiera a lo que se anticipa. El tremendismo de que hace gala esa profecía crea una expectativa demasiado grande que no se puede contentar con campañas evangelísticas y otros eventos de cierta relevancia que son típicos ya desde hace décadas. Si esta otra profecía tampoco se ha cumplido, entonces se confirma a Benny Hinn como falso
profeta.
Luego continúa la profecía en un divague continuo de cosas ambiguas y hasta
contradictorias. La visitación de un numeroso grupo juvenil de alabanza parece que será un factor desencadenante, aunque se hace constar que no son
ellos los que traerán el avivamiento. Son 150 cantantes, aunque no más de 200. No son de Estados Unidos ni europeos pero seguidamente dice que son
de América (así le llaman a USA) y quizás de algún lugar de Europa. ¿En qué
quedamos? Si quiere inventar que invente pero por lo menos que invente bien,
siendo coherente y haciendo verosímil su profecía. Cuantos avivamientos hemos estudiado en la historia de la iglesia cristiana tuvieron que ver con un
retorno a la Palabra de Dios, con la fiel predicación del Evangelio, la oración,
y el poder del Espíritu Santo, trayendo santidad y consagración de los fieles,
y conversión de pecadores. Pero es toda una novedad que pueda venir un
avivamiento por cantar bonito. Además, Argentina no necesita importar nuevas canciones, porque sobran allí excelentes músicos y compositores
cristianos. Aunque se repita hasta el cansancio que “Dios habita entre las
alabanzas de su pueblo” como si fuese un versículo bíblico, no existe texto
alguno con tales palabras. Dios es santo, y sí habita en la congregación de los
santos congregados al nombre del Señor Jesús, pero no entre los apóstatas, aunque lo alaben y celebren como los israelitas festejando a Jehová ante el becerro de oro, con cánticos de coros y danzas (Ex. 32:5,6,18,19). En pleno desacatamiento a la Palabra de Dios, no es posible siquiera pretender celebrarle y alabarle, porque la adoración debe ser en espíritu y en verdad, y no en la carne y falsamente. “El obedecer es mejor que los sacrificios” (1Sa.15:22) es una palabra actual. El mismo Señor nos dice: “Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos” (Amós 5:23). Y de tantas celebraciones y festivales nuestros,
seguramente Él dirá que no los puede sufrir, que le son iniquidad y hasta abominación el culto que pretenden darle (Is.1:11-14). Antiguamente se concurría a los lugares de reunión para escuchar la predicación de la Palabra
de Dios, y así aprender a conocerle, servirle y agradarle. Pero todo eso hoy
parece demasiado difícil y comprometedor. Es más fácil y divertido concurrir
para celebrarle, para alabarle. Pero en desobediencia y rebeldía eso es imposible.
Finalmente, lo que Benny Hinn dice ver en el espíritu, posiblemente sea un
“espíritu” o demonio personificando a Eva Perón, a quien muchos todavía le
rinden culto en la Argentina. Dada la afición de Benny Hinn por la necromancia, así como visitaba las tumbas de Kathryn Kuhlman y Aimee Semple McPherson para inspirarse, vaya uno a saber si también no anduvo por el cementerio de La Chacarita en Buenos Aires.
Como broche final, Benny Hinn se despide diciéndonos:
“el Todopoderoso me acaba de decir a mí que todo el plan de Satanás será cancelado en tres años.”.
Desde aquellas palabras, nos hemos pasado ya en seis meses y medio. Usted
nos dirá, estimado Josafat, o cualquier otro hermano enterado de la situación
argentina, si efectivamente tal cosa ha ocurrido. En lo que a mí respecta, y con las noticias que sigo escuchando diariamente por Radio Colonia, parece
haber arreciado la campaña de maldad que el diablo lleva adelante. Si estoy
equivocado en mis apreciaciones, seré todo oídos para quien mejor me instruya y corrija.
Ricardo.
Montevideo, Uruguay.