Re: pregunta
La biblia se lee de una manera pero la interpretacion que se le da es lo que hace la diferencia.
Si se interpreta de una forma literal, como la mayoría lo hace, estamos un poco mal. Pongo un ejemplo: Una biblia con un error en la impresion dice: "y Jonás se comió la ballena" y llega un creyente y compra esa biblia al leerla e interpretarla literalmente va a andar diciendo que Jonás se comió la ballena. Es ilogico eso pero habrá una persona que lo crea así.
Pablillo:
Cualquier persona occidental, encontrara que lo que se lee en la Biblia no esta de acuerdo a su logica, esto porque la Biblia fue escrita por orientales, la interpretacion no debe ser ESTRICTAMENTE literal, sino de acuerdo al lenguaje oriental y en un contexto. Por ejemplo, un occidental dira que: "el sol sale y alumbra" mientras que oriental lo dice asi: "el astro rey se levanta de su lecho nocturno y sonrie". En ambos se refiere a una sola cosa, pero un occidental si quiere interpretar que es lo que quiso decir con el segundo, no lo entendera de que esta hablando. Luego, es cierto que un occidental, entendera que Jonas se comio la ballena, cuando el oriental jama quiso decir eso, sino lo contrario. El oriental mas se preucupa por el efecto y adorna las palabras como si fuera un pintor, mientras que el occidental es como un arquitecto construye las palabras como ladrillos, alineados en su basico significado. Es entonces que la Biblia, ademas de que esta correcto no existe nada mitologico. Es entonces que si un occidental quiere estudiar la Biblia, es necesario que se identique en ese contexto, no a ser como un oriental, sino que en esa identificacion con la Biblia, no cotenciosamente, sino con sinceridad de conocer la verdad, entonces lo comprendera. Por eso se dice, que para el que no cree en Dios y no se identifica con la Biblia, le parecera locura o ilogica. De modo que la locura no esta en la Biblia ni en los cristianos sino de aquellos que en su reto o desafio de aquello intelectuale o genios materialistas que no entenderlo prefieren adjudicarlos a los creyentes.