Re: ¿Porque se les pega tanto a los adventistas?
Amigos todos:
Quiero terminar mi aporte a este foro, con la única Palabra que si es verdad en mi vida. Ante ella, cada cual atienda que ha de hacer.
Como dije en algún apunte anterior, no soy ni católico, ni protestante, ni evangélico, ni pertenezco a organización dada bajo nombre alguno de cuantos existan en este mundo. Cuidado, si soy iglesia y estoy unido al Cuerpo de Cristo.
Solo se que un día, ante la Palabra de Dios, vi y entendí por su gracia, debía buscar primeramente el Reino de Dios y su Justicia y todo lo demás vendría por añadidura. Como bien dije en otros aportes, este no es un camino fácil; es angosto, pesado, duro, sufriente, y todo, para ser santificados interiormente ante la verdad de la cruz de Cristo. Este camino se anda en base a la Palabra que por Jesucristo nos es dada, y necesita de un determinado tiempo, para poder llegar a recibir el Espíritu Santo, el cual, el tiempo, dependerá de la entrega de cada cual. Pero todos cuanto le piden, reciben.
Esto, es lo que se llama la unión en Cristo, el estar llenos de su Espíritu. Una vez logrado esto, la ley y justicia de Dios, queda grabada en nuestra mente y en nuestro corazón. Por lo cual, ante cualquier situación, Dios te la muestra a las claras. Es imposible no trasgredirla ante toda situación, pero ante el incumplimiento de ella, rápidamente el Espíritu nos lo hace ver y nos guía a pedir perdon a Dios Padre, el cual, por la sangre derramada por Jesucristo nuestro Señor y en Su nombre, nos da el perdón.
Esto es fe en Cristo, y en Él, en la unión a Él, nos son perdonados TODOS los pecados, porque todos los vemos por la gracia de Dios. Es el Espíritu Santo quien nos los muestra. Siempre antes, pero en ocasiones, por nuestra carne, intereses u otros motivos que forman parte de nuestra humanidad, no lo hacemos, es ahí, ante estos casos, que la sangre de Cristo nos perdona siempre. Es cuando vemos el pecado, que sabemos de él. Y un apunte para todos. Jamás podréis imaginar cuan pecadores somos ante Dios. Y es por ello que pido a Dios Padre y Cristo nuestro Señor, que os muestre quienes sois en verdad ante él. No hablo por nadie en concreto, sino por todos cuantos aun no han logrado ver.
No quiero debatir, no quiero cambiar nada. Solo expresé aquello que se, que viví, y que aplico a mi vida. Yo no puedo transgredir ninguno de los 10 mandamientos, por la razón que el Espíritu Santo, me frena ante ellos y me lo hace ver. En cuanto al resto de la ley, se en mi corazón y en mi mente por la gracia de Dios y en mi unión a Cristo Jesús lo que he de hacer y lo que no.
Pero también se que es imposible cumplir la ley, de ahí que me postro ante Dios y en cada ocasión que el Espíritu Santo me muestra que así fue. De ello aprendo, en ocasiones soy reprendido severamente, pero después de ello, jamás vuelvo hacerlo. Es cuando recibimos luz de Dios, que el pecado dado en concreto muere y por siempre en nuestro ser. Cuando Dios habla...
Nada más, cada cual tome cuanto quiera y el resto, quien no quiera tomar, que no tome. Yo di y hable, de aquello que Dios y primeramente me dio y es verdad en mi.
Sobre ello puedo hablar, en base a la verdad que, por la gracia de Dios, habita en mi, nada más aportaré, ni en nada más debatiré.
Quien quiera saber el camino, sus tropiezos y todo cuanto por la gracia de Dios yo ya anduve, sin ningún reparó le indicaré. Ahora bien, al resto, nada aportaré.
Que Dios les bendiga.
Amigos todos:
Quiero terminar mi aporte a este foro, con la única Palabra que si es verdad en mi vida. Ante ella, cada cual atienda que ha de hacer.
Como dije en algún apunte anterior, no soy ni católico, ni protestante, ni evangélico, ni pertenezco a organización dada bajo nombre alguno de cuantos existan en este mundo. Cuidado, si soy iglesia y estoy unido al Cuerpo de Cristo.
Solo se que un día, ante la Palabra de Dios, vi y entendí por su gracia, debía buscar primeramente el Reino de Dios y su Justicia y todo lo demás vendría por añadidura. Como bien dije en otros aportes, este no es un camino fácil; es angosto, pesado, duro, sufriente, y todo, para ser santificados interiormente ante la verdad de la cruz de Cristo. Este camino se anda en base a la Palabra que por Jesucristo nos es dada, y necesita de un determinado tiempo, para poder llegar a recibir el Espíritu Santo, el cual, el tiempo, dependerá de la entrega de cada cual. Pero todos cuanto le piden, reciben.
Esto, es lo que se llama la unión en Cristo, el estar llenos de su Espíritu. Una vez logrado esto, la ley y justicia de Dios, queda grabada en nuestra mente y en nuestro corazón. Por lo cual, ante cualquier situación, Dios te la muestra a las claras. Es imposible no trasgredirla ante toda situación, pero ante el incumplimiento de ella, rápidamente el Espíritu nos lo hace ver y nos guía a pedir perdon a Dios Padre, el cual, por la sangre derramada por Jesucristo nuestro Señor y en Su nombre, nos da el perdón.
Esto es fe en Cristo, y en Él, en la unión a Él, nos son perdonados TODOS los pecados, porque todos los vemos por la gracia de Dios. Es el Espíritu Santo quien nos los muestra. Siempre antes, pero en ocasiones, por nuestra carne, intereses u otros motivos que forman parte de nuestra humanidad, no lo hacemos, es ahí, ante estos casos, que la sangre de Cristo nos perdona siempre. Es cuando vemos el pecado, que sabemos de él. Y un apunte para todos. Jamás podréis imaginar cuan pecadores somos ante Dios. Y es por ello que pido a Dios Padre y Cristo nuestro Señor, que os muestre quienes sois en verdad ante él. No hablo por nadie en concreto, sino por todos cuantos aun no han logrado ver.
No quiero debatir, no quiero cambiar nada. Solo expresé aquello que se, que viví, y que aplico a mi vida. Yo no puedo transgredir ninguno de los 10 mandamientos, por la razón que el Espíritu Santo, me frena ante ellos y me lo hace ver. En cuanto al resto de la ley, se en mi corazón y en mi mente por la gracia de Dios y en mi unión a Cristo Jesús lo que he de hacer y lo que no.
Pero también se que es imposible cumplir la ley, de ahí que me postro ante Dios y en cada ocasión que el Espíritu Santo me muestra que así fue. De ello aprendo, en ocasiones soy reprendido severamente, pero después de ello, jamás vuelvo hacerlo. Es cuando recibimos luz de Dios, que el pecado dado en concreto muere y por siempre en nuestro ser. Cuando Dios habla...
Nada más, cada cual tome cuanto quiera y el resto, quien no quiera tomar, que no tome. Yo di y hable, de aquello que Dios y primeramente me dio y es verdad en mi.
Sobre ello puedo hablar, en base a la verdad que, por la gracia de Dios, habita en mi, nada más aportaré, ni en nada más debatiré.
Quien quiera saber el camino, sus tropiezos y todo cuanto por la gracia de Dios yo ya anduve, sin ningún reparó le indicaré. Ahora bien, al resto, nada aportaré.
Que Dios les bendiga.