Hola a todos los Hnos del foro. Les presento este nuevo tema, para que puedan ver que los dilemas y contradicciones adventistas, no se limitan al asunto de la "ley" solamente; sino, que se extiendan al orden profético, en cuanto a lo que tiene que ver con su estimada "profetiza", Ellen White.
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente
Ellen White Y las Profecías:
1) En las páginas finales del Conflicto de los Siglos, en relación con el final de este mundo; leemos: “ La obra de destrucción de Satanás ha terminado para siempre. Durante seis mil años obró a su gusto, llenando la tierra”. (Conflicto de los Siglos, pp. 731, 732).
Pero, ya han pasado más de 6000 años, y esta cita “inspirada”, no se ha cumplido.
2) En un congreso en 1856, la Sra. White hizo esta profecía: "Se me mostró la compañía presente en el congreso. Dijo el ángel: 'Algunos serán alimento para los gusanos, algunos serán expuestos a las siete últimas plagas, algunos estarán vivos y quedarán sobre la tierra para ser trasladados en la venida de Jesús'. (Testimonies, tomo 1, págs. 131, 132). (Eventos de los últimos días, pags 36 y 37).
Después de 123 años desde 1856, hoy vemos que no vive nadie de los que estaban en aquel congreso, y, por tanto, es imposible el cumplimiento de esa profecía; pues los tres grupos de hombres mencionados en ella han quedado reducidos al primer grupo, es decir, todos han sido "alimento para los gusanos".
3) Urías Smith, Siguiendo a Josías Litch; apoyó la fecha de 1840 como la caída del imperio otomano, en el supuesto cumplimiento de la profecía de Apoc.9:14-15; esto también con la anuencia de Ellen White.
En el Conflicto de los Siglos, leemos: “En 1840 otro notable cumplimiento de la profecía despertó interés general. Dos años antes, Josías Litch, publicó una explicación del capítulo noveno del Apocalipsis, que predecía la caída del imperio otomano. Según sus cálculos esa potencia sería derribada en el año 1840 de J. C., durante el mes de agosto; y pocos días antes de su cumplimiento escribió: …..‘el 11 de agosto de 1840….el poder otomano en Constantinopla será quebrantado’. En la fecha misma que había sido especificada, Turquía aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa, y se puso así bajo la tutela de las naciones cristianas. El acontecimiento cumplió exactamente la predicción”.
Bien, estimado lector, juzgue usted mismo, si el acontecimiento predicho por Licht, y el que relata el Conflicto, pueden ser equivalentes. Obviamente que no.
Pero el punto principal aquí es que: la fecha del 11 de Agosto 1840, citada por Ellen White, no aparece en ningún registro histórico; lo que demuestra que ese día específico no pasó nada importante, o si algo pasó, fue de tan poca importancia, que ni siquiera ameritaba registrarse.
Ahora bien, la historia sí registra lo siguiente: "El 15 de julio de 1840, Inglaterra, Rusia, Prusia, Austria y Turquía suscribieron en Londres, sin la participación de Francia, una convención de ayuda al sultán turco contra el gobernante egipcio Mohamed Alí, al que apoyaba Francia”.
Es decir que lo señalado por Ellen White, como cuando “Turquía aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa”; realmente no se realizó en la fecha indicada por el Conflicto de los siglos, sino el 15 de Julio de 1840.
También, como fecha real de la caída del imperio Otomano, se consigna históricamente, el 1 de Noviembre del 1922.
Entonces, además de que Ellen White cita una fecha histórico-profética falsa, esto también conllevaría la necesidad de reformular, la profecía de tiempo de Apoc.9; la cual, según la interpretación adventista, involucra: 391 años y 15 días. Esto así, porque el punto final de esta profecía ya no podría ser el 11 de agosto 1840, sino el 15 de Julio 1840, y por lo tanto el punto inicial de la misma, habría que moverlo hacia atrás, para que “coincida” con la cifra indicada. Para esto, habría que buscar otro acontecimiento histórico, el cual satisfaga las condiciones proféticas del pasaje bíblico, y que contando a partir del mismo, dé la cifra exacta de: 391 años y 15 días. Naturalmente, eso implicaría contradecir a Ellen White, lo que evidentemente es un grave “dilema profético”.
4) los adventistas creen que la caída de las estrellas en 1833, el oscurecimiento del sol en 1780, y el terremoto de Lisboa en 1755, eran las señales precursoras de la Segunda Venida de Cristo. Entonces, también en base a Mateo 24:34, consideran que la “generación” que vio esas señales “no pasaría”, sin presenciar el inminente retorno del Señor; tal como lo afirma Ellen White, en el Deseado de Todas las Gentes, págs. 585 y 586: “Cristo declaró que al final de la gran persecución papal, el sol se obscurecería y la luna no daría su luz. Luego las estrellas caerían del cielo….Dice de aquellos que vean estas señales: No pasará esta generación, que todas estas cosas no acontezcan”. ‘Estas señales han aparecido’…con seguridad que la venida del Señor está cercana”.
Luego, tomando como base esa afirmación de la Sra White, el Comentario Bíblico Adventista, también nos dice: “Cristo afirmó que las señales mencionadas en estos versículos, ocurrirían tan cerca del día de su venida que la generación que viera las últimas señales no moriría antes de ver que se cumplieran todas estas cosas, es decir, que verían no sólo las señales, sino también la venida de Cristo y el fin del mundo”.
Entonces, es evidente que los adventistas enfrentan actualmente un terrible dilema profético, porque esa generación que presenció las llamadas “señales del fin”, ya no existe. En consecuencia, estamos en presencia de una interpretación bíblica muy importante, claramente falsa; esto, a pesar de que supuestamente se trata de una declaración inspirada por el Espíritu Santo.
Pero lo más grave de este asunto, es que no se han tomado los correctivos de lugar, y estas “señales del fin” continúan enseñándose en las iglesias adventistas; aunque claro está, sin aludir a la “generación que no pasaría” , mencionada por Ellen White en sus escritos, con el evidente propósito de ocultar a la hermandad su claro error, y mantener así su pretendida infalibilidad y confiabilidad profética.
En una fallida defensa de Ellen white, algunos han señalado que ella no era teóloga, y que aquí está haciendo un simple comentario, que puede no estar exento de error. Pero, si examinamos detenidamente su categórica declaración, podemos ver que ella le atribuye a Cristo lo que está afirmando: “Cristo declaró….Dice de aquellos que vean estas señales: No pasará esta generación…”. Entonces, esto no es un simple comentario, aquí hay una afirmación contundente de ella, atribuyéndole esto a Jesucristo. ¿Puede alguien citar un profeta o apóstol, que hiciera algo semejante, poniendo en boca del Señor una falsedad?.
También, otros mencionan 1Tes. 4:15-17: "….nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor.…. y los muertos en Cristo…nosotros, los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes...". Luego, como este evento no se cumplió en vida de Pablo, entonces alegan: ¿es él un falso profeta?. Veamos:
-El hecho de que Pablo se incluyera en el grupo de los “vivos”, y a la vez hiciera lo mismo con los Tesalonicenses que recibieron esta carta, no puede indicar de ninguna manera, que el apóstol estaba asegurando que él y todos los demás estarían vivos para el regreso de Cristo. Lo primero que debemos tener en cuenta, es que Pablo no hizo una alusión personal, sino general: “…que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor…”; por lo tanto, es evidente que nadie en particular, al leer esto, podía tomarse el texto para sí mismo y aplicárselo. También, tenemos que considerar, que el objetivo específico de este pasaje, no era enfocar la proximidad o lejanía de la venida del Señor, sino el asunto de la resurrección de los muertos en Cristo. Leamos: “Tampoco queremos hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza…traerá Dios…a los que durmieron en él….no precederemos a los que durmieron…y los muertos en Cristo resucitarán primero…seremos arrebatados juntamente con ellos….Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”.
Además, el mismo apóstol Pablo, por si acaso, se encargó de despejar cualquier duda al respecto. Veamos la segunda epístola a los propios Tesalonicenses, en el 2:1-5: “Pero con respecto a la venida de nuestro señor…que no os dejéis mover fácilmente…ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe…porque no vendrá sin que antes venga la apostasía..”
En resumen, resulta contraproducente e inútil, pretender disculpar los evidentes errores de la Sra White, con supuestas fallas de los profetas y escritores de la Biblia.
Viendo todo esto, quizás sería bueno y sabio, atender lo que la palabra del Señor dice en Deuteronomio 18:22: “Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, es palabra que Jehová no ha hablado…no tengas temor de él”.