-Ahora tienes toda la razón. El punto es que el caso hipotético que propuse a los dos misioneros, tan solo conducía a que ellos mismos confesasen hasta donde llegaba su convicción de lo imprescindible del bautismo para la salvación; no llegaba muy lejos: los convencidos no dicen "no sabemos".
-En tu ejemplo, en cambio, la respuesta es fácil, pues de haber muerto el etíope súbitamente -antes que Felipe principiara a anunciarle a Jesucristo-, sabemos que él volvía de adorar en Jerusalem. Los justos de la anterior dispensación, también eran salvos por gracia de Dios, por la fe en el Mesías prometido que habría de venir. El etíope, entonces, no habría alcanzado a rechazar a Jesucristo.
Saludos cordiales
Muchas gracias por su respuesta, Ricardo.
Estoy de acuerdo en que los justos de la anterior dispensación eran salvos por la gracia de Dios.
Pero respecto a la fe en el Mesías por venir, sabemos que la idea mesiánica no era compartida necesariamente por todos los judíos, y aun entre los que la compartían, las ideas de cómo sería ese Mesías, o qué haría en su papel de Mesías, tampoco era la misma. Su idea, sabemos, era con frecuencia
errónea (por ejemplo, esperar que restituiría el reino literal de Israel).
En el caso particular del etíope, al parecer sabía muy poco (o quizá nada) sobre el Mesías, pues no entendía uno de los textos claves del mesianismo , quizá el más importante, el del capítulo 53 de Isaías,
Cuando Felipe se acercó y lo oyó leer al profeta Isaías, le preguntó: «¿Entiendes lo que lees?» El etíope le respondió: «¿Y cómo voy a entender, si nadie me enseña?»
" El eunuco le preguntó a Felipe: «Te ruego que me digas: ¿De quién habla el profeta? ¿Habla de sí mismo, o de algún otro?» (Hch 8: 30, 31, 34 RVC)
Estos versículos nos hablan de que
el eunuco no entendía Isaías. Y que aún después de escuchar los pasajes de Isaías 53, dudaba entre si el Varón de Dolores se refería al propio Isaías, o a alguna otra persona.
Si hubiera muerto de un infarto poco antes de conocer a Felipe, o en los primeros minutos de estar escuchándolo, es altamente probable que muriera sin tener Fe en un Mesías
definido, cuya naturaleza era X, cuya misión específica era Y, cuyo poder para salvación era Z... y además, que tal Mesías en quien su fe se depositaría NO se ajustaba a las interpretaciones erróneas A, B y C comunes en su tiempo.
Si usted aún cree que el eunuco etíope se hubiera salvado a pesar de morir antes de llegar a un entendimiento de lo que Felipe le explicaba, podemos concluir que la gracia del Omnipotente actúa para salvar a sus hijos independientemente de qué tan exacto o amplio es el conocimiento que hemos logrado obtener sobre el Mesías.