En la vida domestica: la mujer debe estar sujeta a su marido: "Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor" (Col. 3:18) En el tiempo de la gracia, los apóstoles y ministros, por el Espíritu del Señor; pusieron al Señor como parte del principio de primacía y sujeción, en la relación de Cristo con su iglesia (esposa), como ejemplo o modelo de primacía y sujeción en la vida marital o doméstica de los creyentes: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo" (Ef.5:22,23)
"Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo" (vers. 24)
Mujeres, estad sujetas al hombre como le conviene al hombre, NO A DIOS. Porque la mujer tiene la misma dignidad que el hombre y no tiene que estar sujeta ni sometida a ningún ser humano. Es tan libre y responsable de su actos como el hombre. La mujer tiene su propia cabeza para decidir, no necesita la cabeza de ningún hombre en ningún sentido.
En la asamblea: La mujer debe estar sujeta al varón: "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda.... La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.... Porque no permito a la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adam fue formado el primero, después Eva; Y Adam no fue engañado, sino la mujer, siendo seducida, vino a ser envuelta en transgresión" (1 Tim.2:8,11-14) Aquí la sujeción está en el ámbito de la mujer y el hombre (no marido y esposa) en la asamblea; y también basado en el orden cronológico de la creación; el varón, es mayor, porque fue primero.
Adán no fue engañado por la serpiente, pero su comportamiento fue de una persona que no piensa lo que hace. Eva le dio a comer del fruto y él, ni se preocupó de preguntar de dónde era el fruto que le ofrecían, se limitó a abrir la boca y comerlo, con lo que demostró una total falta de juicio. ¡Cómo para estarle sujeto!
"Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley dice. Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa a sus maridos; porque deshonesta cosa es hablar una mujer en la congregación" (1 Cor. 14:34,35) Aquí sigue manifestándose el orden de primacía (hombre) y sujeción (mujer), en la asamblea del tiempo de la gracia; pero tomando como referencia la ley; esto indica claramente la armonía y perfecta consonancia que existe en éste principio (primacía y sujeción), antes (A.T.), y después (N.T.). La posición de sujeción que Dios le ha dado a la mujer; se expresa en su silencio.
Las leyes las hicieron los hombres a su conveniencia y luego las escribieron diciendo que venían de Dios. Pero eso no puede ser cierto porque Dios hizo a la mujer tan libre como el hombre y con la misma dignidad. Así que si es creyente y conoce el mensaje de Jesús, puede proclamarlo donde quiera.