Saludos nuevamente “Trejos”. Lo siento, no siempre puedo entrar al foro. Discúlpeme por tardar en responderle.
Lo que sí observo es que sus preguntas me hacer ver que usted tiene interés en conocer el porqué de este asunto.
Trataré de explicarlo y resumirlo buenamente.
“Trejos” la respuesta a su pregunta no está en el Génesis, sino en Hebreos 11:4 ahí Pablo nos dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio superior al de Caín. Por ella recibió testimonio de ser justo, pues Dios dio testimonio al aceptar sus ofrendas. Y por medio de la fe, aunque murió, habla todavía.
El texto dice que por la fe, Abel ofreció un sacrificio y recibió testimonio de ser justo.
¿Pero justo por qué?
Porque Abel, en su sacrificio, tuvo en cuenta, o meditó, que la liberación que Dios se proponía hacer por medio de la descendencia de Génesis 3:15, tendría que tener derramamiento de sangre, es decir, que alguien (en este caso Jesús) tendría que ser “herido en el talón” y morir para que la humanidad recuperara lo que Adán perdió.
Y la fe de Abel en esa liberación futura, lo impulsó, lo movió, a presentar a Dios un sacrificio con la vida de una oveja y sus trozos grasos. Génesis 4:4.
Sin saberlo, en ese momento Abel con su sacrificio estaba “prefigurando” lo que en el futuro hizo Jesús como sacrificio por el perdón de los pecados.
“Trejos” este es el motivo y el inicio por Abel de presentar ante Dios un sacrificio animal, y Dios lo vio con buenos ojos y aprobó su sacrificio, Génesis 4:4 “Y el SEÑOR miró con agrado a Abel y su ofrenda”, y a partir de ahí, y con el tiempo, los demás imitaron su proceder, y según se fue generalizando el sacrificio de animales, Dios lo que hizo fue regularizarlo.
Y prueba de esa regularización, es que en la ley que se le dio a Moisés, habían varias directrices que favorecían el trato que el pueblo de Dios debía dar a los animales.
Jehová ni se lo ordenó ni se lo exigió, sin embargo, aprobó su ofrenda porque observó en el corazón de Abel que sus motivos eran 1º que como pecador, reconocían su posición alejada de Dios, y 2º que ese sacrificio era una expresión de su deseo de conseguir el favor divino.
Pero una vez más le recalco la idea que no fue, o no partió de Dios, la iniciativa de pedir al hombre matar o hacer sacrificios animales en su Nombre.
Espero, y deseo, que con tranquilidad, usted mismo se de tiempo a meditar, en la tranquilidad de su hogar, sobre este asunto.