PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Tiene razon hermano....aunque no se que significa dx
La salvacion No es una discusion, menos ganar una discusion
Tampoco lo es un dogma, ni una denominacion
La salvacion es una persona y esta se encuentra
Perfecta y Completa en una persona llamada Jesus
No podemos completarla, menos mejorarla, ni
sonar perfeccionarla
Porque no podemos completar ni perfeccionar a Jesus
Y EL Y SOLO EL ES ;;
""" EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA '''
Y LA SALVACION
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Estimado valdesnse. Saludos cordiales.

Tú dices:

Tiene razon hermano....aunque no se que significa dx
La salvacion No es una discusion, menos ganar una discusion
Tampoco lo es un dogma, ni una denominacion
La salvacion es una persona y esta se encuentra
Perfecta y Completa en una persona llamada Jesus
No podemos completarla, menos mejorarla, ni
sonar perfeccionarla
Porque no podemos completar ni perfeccionar a Jesus
Y EL Y SOLO EL ES ;;
""" EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA '''
Y LA SALVACION

Respondo: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (San Juan 3:16).

"Jesucristo, el Hijo de Dios, se revistió con la naturaleza humana. Se identificó con los pecadores y, sin embargo, vivió sin pecado. Finalmente, llevando en sí la iniquidad del mundo, murió en la cruz. Es "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (San Juan 1:29). Es el Salvador que reconcilia a las criaturas con el Padre celestial. Pagó el rescate exigido por la ley violada. Somos salvados por su vida sin pecado y por su muerte expiatoria, y sabemos que "en ningún otro hay salud (salvación); porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).

El don de Dios "La gracia es un auxilio sobrenatural que Dios nos concede por los méritos de Jesucristo, para nuestra salvación. Se llama sobrenatural, porque nadie puede obtenerlo por sus propias fuerzas".
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8, 9).

"Sin el socorro de la gracia divina, no podemos concebir ni ejecutar ninguna cosa útil para la santificación de nuestras almas. No que seamos suficientes de nosotros mismos --dice el apóstol-- para pensar algo como de nosotros mismos, sino que toda nuestra suficiencia es de Dios (2 Corintios 3:5). Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad (Filipenses 2:13). Pero a fin de que la gracia pueda ayudarnos eficazmente, tenemos que cooperar con ella, o por lo menos no debemos resistirla" (Cardenal Gibbons, La Fe de Nuestros Padres, pág. 290).

Con esto, penetramos en el dominio de lo sublime. Es un dominio en el que nos sentimos totalmente extraños. San Juan resume en tres palabras la más hermosa, la mayor y la más eterna de todas las verdades: "Dios es amor" (1 San Juan 4:8).

Sí, Dios nos ama. ¿Estamos desalentados, afligidos, desesperados? Recordemos que Dios nos ama. Nos ama con amor eterno, con amor ilimitado, con amor constante y sincero. Conoce nuestras preocupaciones y nuestros dolores; simpatiza con nuestras debilidades. Nos ama. No podemos comprender toda la misericordia, la compasión, la paciencia, la longanimidad y la ternura que caben en este amor. Ningún amor humano, ni siquiera el de la madre más tierna, puede compararse con el amor de nuestro Padre celestial hacia cada uno de nosotros.

Importa mucho que sepamos esto: Dios no se complace en torturar a sus criaturas en aplastarlas con exigencias inflexibles. Por el contrario, procura con todo empeño sustraerlos a la sentencia de muerte que pesa sobre ellas sin por ello claudicar de su justicia. Dios nos ama y desea salvarnos. En su amor desea ardientemente que nadie perezca sino que todos puedan vivir felices y libres.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él (1 San Juan 4:9).

Pero si ha de oír la voz de Dios, el hombre debe sentir la necesidad de ser salvo. Debe admitir la realidad de la afirmación bíblica: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso" (Jeremías 17:9), y que es hijo "de ira" (Efesios 2:3) y que está separado de Dios. Es necesario que reconozca que por sus propias fuerzas no puede librarse del pecado. Pero, al mismo tiempo, tiene que recibir la revelación del amor de Dios, por los medios especiales de que se vale la Providencia para llevarlo a descubrir, por un lado las perfecciones divinas y por otro su indignidad.

Entonces, agobiado bajo el peso de su culpabilidad, se humilla y de todo corazón se arrepiente y suplica a Dios --cuyo amor insondable comienza a entreverse-- que lo libre del mal.
¿ Qué debo hacer?
Oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hechos 2;37, 38).
El que encubre sus pecados, no prosperará: más el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia (Proverbios 28:13).

Dios presenta tres condiciones pare perdonar: el arrepentimiento, la confesión de nuestros pecados y la aceptación de nuestro Señor como Salvador personal.

El arrepentimiento supone un pesar sincero y auténtico por haber pecado. Es un movimiento que nos impulse a desviarnos de todo lo que conocemos como malo. El verdadero arrepentimiento es producido por la potencia convincente del Espíritu Santo (San Juan 16:8). Es un don gratuito de Dios a toda alma que quiera recibirlo (Hechos 5:32). El Espíritu Santo es quien produce esta convicción y este arrepentimiento en todos los corazones que se entregan a su influencia.

El verdadero arrepentimiento nos inducirá a confesar nuestros pecados a Dios para recibir su perdón. Así halló David el perdón de sus pecados:
Confesaré, dije, contra mi mis rebeliones a Jehová y tú perdonaste la maldad de mi pecado (Salmo 32:5).
Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente. Concíliate con tu adversario presto, entretanto que estás con él en el camino (San Mateo 5:23-25).

Nuestra confesión a Dios debe ser bien definida. Debemos reconocer y especificar los pecados y faltas que hemos cometido. En relación con nuestra confesión a Dios, y según lo demuestran los textos que acabamos de citar, si sabemos que hemos ofendido a alguno en palabras o acciones, debemos buscarlo y confesarle humildemente nuestra falta hacia él y solicitar su perdón. El apóstol Santiago nos recomienda: "Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros', (Santiago 5:16). Es posible que nos hayamos apropiado de bienes que no nos pertenecían. Debemos entonces restituirlos (Ezequiel 33:1 5).

Cuando se acepta al Señor Jesucristo como Salvador, se realice este milagro:
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida (San Juan 5:24).

Todo ser humano, por naturaleza, está condenado a muerte por la ley de Dios, porque todos pecaron. "Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley" (1 San Juan 3:4). Pero Cristo murió en la cruz en nuestro lugar, y desde el momento en que lo recibimos como nuestro Salvador personal pasamos de muerte a vida, dejamos de estar bajo la sentencia de muerte pronunciada por la ley de Dios y entramos en la vida eterna recibida por la fe en Cristo.
¿ Cómo puedo saberlo? ¿Cómo puedo saber que mis pecados han sido perdonados?
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad (1 San Juan 1:9).

Sabemos que nuestros pecados han sido perdonados cuando hemos cumplido las tres condiciones exigidas: el arrepentimiento, la confesión especifica a Dios de la falta, y la fe en Jesucristo como nuestro Salvador personal. Una vez que hemos cumplido con estas condiciones, podemos confiar en las promesas de Dios. Nuestros pecados están perdonados y podemos agradecer al Señor ese perdón completo y gratuito.

Cuando hacemos nuestra parte, Dios siempre hace la suya. Tan ciertamente como que hemos confesado nuestros pecados, Dios nos ha perdonado. Cuando nos postramos delante de Dios para confesar nuestras faltas, debemos, una vez hecho, agradecer a Dios por habernos perdonado.

No basta una confesión de labios. Debe haber ciertos sentimientos que inspirar dicha confesión:

a) Dolor por el pecado cometido: "Por tanto denunciaré mi maldad; congojaréme por mi pecado" (Salmo 38:18).

b) Arrepentimiento: "Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38).

c) La voluntad de renunciar al pecado: "El que encubre sus pecados, no prosperará: mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia" (Proverbios 28:13).

d) La resolución de reparar el mal cometido: "Habla a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de los pecados de los hombres, haciendo prevaricación contra Jehová, y delinquiere aquella persona; confesarán su pecado que cometieron, y compensarán su ofensa enteramente, y añadirán su quinto sobre ello, y lo darán a aquél contra quien pecaron" (Números 5:6, 7).

"Y diciendo yo al impío: De cierto morirás; si él se volviere de su pecado, e hiciere juicio y justicia, si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, caminare en las ordenanzas de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá" (Ezequiel 33:14, 15).

e) Estar dispuesto a perdonar a quienes nos hayan ofendido: "Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial. Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" (San Mateo 6:14, 15).

¿Cómo y a quién debemos confesar nuestros pecados? Si he pecado contra mi Dios, y contra mi hermano, ¿qué debo hacer, según nuestro Señor Jesucristo y sus santos apóstoles? El apóstol Santiago declara:
Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, pare que seáis sanos (Santiago 5:16).

Los unos por los otros... ¿He calumniado a mi hermano? ¿Le defraudé? Mi deber es ir a él y decirle: "Hermano, pequé contra ti Lo lamento. ¿Quieres perdonarme?" No sería lógico ni justo que le pagáramos a la compañía de teléfonos nuestra cuenta con la zapatería. El mismo principio debe obrar en la confesión de nuestras faltas. No debemos confesarle a Pedro nuestra ofensa a Juan. Y si mi pecado concierne solamente a Dios, en el secreto de mi cámara diré:

Padre celestial, pequé contra ti. Perdóname en el nombre de mi Salvador.

La admirable oración de nuestro Señor pone en nuestros labios estas palabras:
Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores (San Mateo 6:12).

Unicamente el que fue ofendido puede perdonar la ofensa. Los apóstoles Santiago, San Juan y San Mateo concuerdan en esta cuestión, y sabemos que el Espíritu Santo de Dios los inspiró.

Los creyentes, como seres humanos, son susceptibles de ofenderse unos a otros, de herirse el uno al otro, de pecar el uno contra el otro; pero deben confesarse mutuamente sus faltas, luego confesarlas a Dios e implorar su perdón por los méritos de nuestro Señor Jesucristo.

Recordemos la historia de Simón el Mago, que se cuenta en el libro de Los Hechos. Estuvo dispuesto a entregar una gran suma de dinero pare recibir el Espíritu Santo con el fin de realizar por su medio milagros y prodigios. Dijo a los apóstoles:
Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima,reciba el Espíritu Santo (Hechos 8:19).

Pero el apóstol San Pedro lo reprendió diciéndole:
Arrepiéntete pues de esta maldad, y ruega a Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón (Hechos 8:22).

Notemos que San Pedro no invitó a Simón a que se confesara a él, sino que le dijo: "Ruega a Dios". Es que San Pedro sabia, como lo sabemos nosotros, que:
Hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Timoteo 2:5).
De regreso en la familia de Dios Llegar a ser cristiano no es tan complicado como Satanás quisiera hacernos creer. Nuestro Señor dijo:
De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de Dios (San Mateo 18:3).

La filosofía, la teología o la ciencia no pueden transformar a nadie en cristiano. Lo único que puede realizar este milagro es una fe sencilla y plena en nuestro Señor, la misma fe que los hijos tienen en sus padres. Sin esta confianza perfecta, sin esta disposición de seguir a Cristo doquiera nos conduzca, no podremos entrar en el cielo. Pero esta fe sencilla y esta obediencia gozosa están al alcance de todos.

Nuestro Señor ilustró, en la parábola del hijo pródigo, la acogida que da nuestro Padre celestial al pecador arrepentido. Recordamos que el joven pródigo dejó de sentirse a gusto en la casa paterna y se fue no importándole que así quebrantaba el corazón de su padre. Pronto había disipado su dinero y perdido sus amigos y lo encontramos cuidando cerdos. Leamos la conmovedora historia, tal como la cuenta San Lucas en el capítulo 15 de su Evangelio, versículos 11 al 16:
Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece: y les repartió la hacienda. Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una grande hambre en aquella provincia, y comenzóle a faltar. Y fue y se llegó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase los puercos. Y deseaba henchir su vientre de las algarobas que comían los puercos; mas nadie se las daba (San Lucas 15:11-16).

Cuando el hijo pródigo se vio forzado a reconocer que había fracasado, tomó una decisión:
Me levantaré, e iré a mi padre, y le diré: Padre he pecado contra el cielo, y contra tí (San Lucas 15:18).

Durante mucho tiempo el padre había aguardado el retorno de su hijo. Pero un día, de regreso a la casa y aunque todavía lejos, "violo su padre". Este corrió al encuentro del hijo y lo estrechó en sus brazos. No empleó tiempo para contar los años perdidos, el dinero dilapidado, y ni siquiera le preguntó adónde había ido ni lo que había hecho. Lo importante para él era que su hijo había regresado. Y cuando el joven comenzó a confesar su indignidad, el padre le ahorró el fin del relato. Y sin más, ordenó que se le vistiese con el manto más hermoso a fin de que supiese cuánto lo amaba y cuán feliz lo hacía su regreso. De esta manera acoge Dios a sus hijos extraviados cuando regresan a la morada celestial.

En cuanto un pecador enmienda sus caminos y dirige sus pasos hacia el Salvador, es acogido en el cielo. Es verdad que se presenta con harapos, en una condición de completa desnudez espiritual, pero cuando reconoce su miseria y necesidad, nuestro Señor se adelanta para recibirlo. Cubre al pecador culpable con el manto de justicia. Nuestro Padre Celestial se siente aún más deseoso de perdonarnos y de darnos la bienvenida entre los redimidos que el padre del pródigo de recibir a su hijo descarriado.

Dios nos ha justificado. El pasado ha quedado borrado. Nuestro admirable Salvador nos libró de la maldición del pecado y de la condenación de la ley. ¿Qué haremos con el presente y con el porvenir?

Debemos llevar los frutos de una vida nueva. El viejo hombre que estaba en nosotros ha muerto. La nueva criatura va creciendo, se desarrolla y lleva los frutos del Espíritu.
Más el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley (Gálatas 5:22,23).

El proceso de la santificación debe seguir a la justificación de nuestro pasado. Se efectúa mediante el Espíritu Santo. Mientras que la justificación es obra de un momento, la santificación es gradual. Comienza con la conversión del pecador, pero debe proseguir, y de hecho abarca toda la vida del creyente. Según las Santas Escrituras, la santificación comprende tres factores:

a) Renunciar al pecado
b) Consagrarse a Dios
c) Obedecer a Dios

Al perdonarnos los pecados, Dios no nos dispensa de la obediencia a su ley. Como lo hace notar la Palabra de Dios, "no los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados" (Romanos 2:13).

Obedeceremos la ley de Dios, no para ser salvos, sino porque somos salvos por el sacrificio de nuestra Salvador.

Apreciado amigo, ¿no siente usted que esta nueva vida a la que Dios lo llama es exactamente lo que usted desea? ¡Cuán importante es aceptarle hoy! Y es muy fácil. Escuche lo que la Palabra de Dios le dice sobre el particular:

Dos hombres subieron al templo a orar: el uno fariseo, el otro publicano. El fariseo en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo. Mas el publicano estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que hería su pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque culaquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado (San Lucas 18:10-14).

En las siguientes lecciones se irán presentado los distintos pasos que usted debe seguir para alcanzar la santificación. A primera vista ésto parece difícil o tal vez imposible de alcanzar, pero mediante la ayuda divina y el estudio de la Palabra inspirada verá que es posible y fácil.

¿Desea usted obtener la paz con Dios hoy mismo? Eleve entonces a Dios su oración humilde y sincera, y esta paz será suya. Acéptela con una fe sencilla, infantil, y dé gracias al Señor porque se la dio. Apártese de sus pecados, y Dios le dará fuerzas para resistir la tentación.

No os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar (1 Corintios 10:13). (La Voz de la Esperanza)


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Da tristeza pensar que hayan hnos que no pueden pensar por si mismos
Y que se tienen que limitar a sacar recortes de lo que esta aprovado por la denominacion
eso es esclavitud----necesitan liberacion---ese es otro regalo de la gracia -- la liiberacion
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Estimado valdense. Saludos cordiales.

Tú dices:

Da tristeza pensar que hayan hnos que no pueden pensar por si mismos
Y que se tienen que limitar a sacar recortes de lo que esta aprovado por la denominacion
eso es esclavitud----necesitan liberacion---ese es otro regalo de la gracia -- la liiberacion

Respondo: ¿Cómo podemos vencer las tentaciones del diablo?

"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros." Santiago 4:7

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." Filipenses 4:13.

Podemos vivir rectamente aunque el diablo ande continuamente a nuestro alrededor para tentarnos. ¿De que manera? Podemos vivir victoriosamente rindiendo nuestra voluntad a Cristo.

Tengamos valor, Cristo fue tentado en todo cuando vivió en esta tierra, pero él nunca pecó.

La victoria sobre el diablo se alcanza siguiendo la instrucción que da el profeta Isaías: "Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más" Isaías 45:22.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

[QUOTE=valdense;858011]Para responderle a Gabriel usare Efesios 5 : 27
"""Asi como Cristo amo a la Iglesia y se entrego a si mismo por ella, para santificarla limpiandola en el lavacro del agua por la palabra, para presentarsela gloriosa para si, una Iglesia que no tuviera mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha""

Aunque algunos intenten santificarse y limpiarse a si mismos, y alardeen que son santos....Jesus los contradice y dice que :
El los limpia
El los lava
El los santifica
El se la presenta ( a la Iglesia) a si mismo Gloriosa y sin mancha
El la hace santa y sin mancha
En otras palabras el se responsabiliza por cada paso en el proceso de la salvacion
Por eso yo no digo El me esta salvando
Digo EL YA me salvo
Porque como esta escrito
Aquel que empezo la buena obra en nosotros (Jesus) El mismo la terminara


AQUELLOS QUE AMAN LA GLORIA DE LOS HOMBRES SIEMPRE BUSCARAN LA GLORIA HUMANA----PERO AQUELLOS QUE AMAN A CRISTO SABEN QUE NO HAY NADA QUE PUEDAN AGREGAR A SU PROPIA SALVACION PERSONAL----TODO LO HIZO JESUS---- ALELUYA---- GLORIA AL CORDERO ADORADO SEA DIOS POR LA ETERNIDAD[/QUOTE]
Y TODA RODILLA SE DOBLARAANTE EL
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

[SIZE="4"Los invito a leer Romanos 11:5,6:
""Asi tambien aun en este tiempo La eleccion es por Graciaha quedado un remanente escogido por GRACIA----Y si POR GRACIA ya NO es POR OBRAS,'''DE OTRA MANERA LA GRACIA YA NO ES GRACIA""". Y si POR OBRAS, YA NO ES GRACIA: de otra manera la obra ya no es obra""""

Lo que vemos aqui es un divorcio definitivo, entre salvacion por obras o por gracia----no funcionan ni nunca funcionaran juntas---- o es una o es la otra--Las obras que tanto repiten uds una y otra vez no son nunca condicion para salvase de otra forma ya no seria gracia---o es una o la otra----
[SIZE="4"][/SIZE][/SIZE]
La eleccion es por GRACIA y nada mas
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Si nuestros actos va en contra de Dios, por más regalitos que le hagamos, o mil padre nuestros que le recemos o un millón de misas que hagamos en su honor, no nos salvaremos, recuerden que Jesús dijo: "No todo el que diga Señor, Señor, entrará al reino de los Cielos".

Saludos.:gent:
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Los invito a leer Romanos 11:5,6:
""Asi tambien aun en este tiempoha quedado un remanente escogido por GRACIA----Y si POR GRACIA ya NO es POR OBRAS,'''DE OTRA MANERA LA GRACIA YA NO ES GRACIA""". Y si POR OBRAS, YA NO ES GRACIA: de otra manera la obra ya no es obra""""

Lo que ves aqui es un divorcio definitivo, entre salvacion por obras o por gracia----no funcionan ni nunca funcionaran juntas---- o es una o es la otra--Las obras que tanto repiten uds una y otra vez no son nunca condicion para salvase de otra forma ya no seria gracia---o es una o la otra----

Si por obras , ya no es por gracia----ESTO ES PALABRA DE DIOS
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Valdense:

Una pregunta ya que entiendo tu postura.

Es posible que un escogido de Dios para Salvacion vaya en algun momento de su vida con destino a la condenacion?
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

1.- Que es un escogido.... es alguien que Dios conoce desde antes que nazca. No porque exista antes si no por el preconocimiento de Dios...El Senor que conoce a esta persona desde antes sabe como esta persona reasccionara ante las diferentes circunstancias de la vida.. y sabe si esta persona aceptara si o no la salvacion
2.- Si pudiera ser que durante algun momento de su vida, pareciera que se dirige a la perdicion...Sin embargo Dios que conoce el corazon humano y que conoce a esta persona usara incluso las mismas circunstancias, para atraerlo a El
Contesto tu pregunta ???
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Si pudiera ser que durante algun momento de su vida, pareciera que se dirige a la perdicion...

Aun no hay firmeza en tu respuesta...y mas por el termino pareciera

Es posible para un Escogido por Dios ir rumbo a la condenación?
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Estimado rikday. Saludos cordiales.

Tú le dices a valdense:

Aun no hay firmeza en tu respuesta...y mas por el termino pareciera

Es posible para un Escogido por Dios ir rumbo a la condenación?

Respondo. Por cierto los que predican el mensaje "salvo siempre salvo", olvidan este versículo:

" Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. "

¿Cuántos que se dicen ser cristianos, en momentos de dura prueba y aflicción ven su fe zozobrar?

¿Estaríamos siendo fieles hasta la muerte si estuviéramos fumando unos cigarrillos de marihuana antes de morir?

¿Estaría valdense siendo fiel hasta la muerte, si ofrece con engaño un premio (que no cuenta) y que no cancela a quién respondió sus acertijos?

" Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. "​

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Aun no hay firmeza en tu respuesta...y mas por el termino pareciera

Es posible para un Escogido por Dios ir rumbo a la condenación?

NO CREO QUE MI RESPUESTA NO SEA CLARA Cuando digo pareciera, me refiero a lo que nosotros miramos
quizas ante nuestros ojos pareciera que la persona va a perdicion
Pero Dios que ve el fin desde el principio ve las cosas diferentes
Quizas ese sea el unico camino para traer a alguien a los pies de Jesus
ASI LO VEO Y ASI LO CREO
de todas formas porque no me dices que es lo que no te queda claro
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

No queda claro porque la pregunta si te fijas es de tipo cerrada y se contesta con un Si o un No.

Y tu no te has decidido por ninguna de las dos opciones, o al menos no lo has dejado claro.

Ya podriamos abundar depues con el soporte biblica para cada uno

Saludos en Cristo
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

HNO TE DIRE LO MISMO QUE YA TEDIJE PERO COMO TU QUIERAS QUE TE LO DIGA
No Un escogido no va a la perdicion....Aunque a ti y a mi nos parezca que si va
Ahora sigue adelante me gustaria saber donde quieres llegar
Tambien por favor me podrias decir que es para ti ir hacia la perdicion ???
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Estimado valdense. Saludos cordiales.

Tú dices:

Tambien por favor me podrias decir que es para ti ir hacia la perdicion ???

Respondo: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan
" Mateo 7:13,14.

"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." Lucas 9:23

Ir a la perdición es alejarse del Dios vivo, y así perder la vida eterna.

Dijo Jesús que “angosto es el camino que lleva a la vida” .
Pero, muchos como tú dicen: el “camino ancho es el que lleva a la vida”.

Por eso te señalo este versículo que dice: "Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte" Proverbios 14:12

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

HNO TE DIRE LO MISMO QUE YA TEDIJE PERO COMO TU QUIERAS QUE TE LO DIGA
No Un escogido no va a la perdicion....Aunque a ti y a mi nos parezca que si va
Ahora sigue adelante me gustaria saber donde quieres llegar
Tambien por favor me podrias decir que es para ti ir hacia la perdicion ???

Bueno este un tema que considero muy importante tocar en este epigrafe que tu has abierto.

Como podemos coinciliar estos pasajes:

Hech 26:15-18 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,
librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

Eph 2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.


Y quizas es que mas me hace pensar es:

Jud 1:22-23 A algunos que dudan, convencedlos.
A otros salvad, arrebatándolos del fuego


Arrebatar del fuego?

Bajo la Potestad de Satanas?

Ajenos y Sin Esperanza?

Son Atributos estos de un escogido por Dios para Salvacion?
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Tus argumentos son buenos
Y empezare diciendo que todos nacimos perdidos y bajo la potestad del enemigo
Aunque esto en nada contradice lo que he posteado
Lo que dije es que el Senor ve el fin desde el principio
Observo que tu no crees eso---- de todas formas
Debido a su omnisapiencia El Senor que todo lo sabe
Antes de que ocurran las cosas
Tambien sabe que de entre aquellos que nacieron perdidos y sin esperanza
Hay algunos a los cuales EL traera al arrepentimiento
Esto sucede porque EL nunca fuerza a nadie
Pero EL si sabe quien respondera positivamente a sus esfuerzos por salvarnos
Todos nacimos y Todos vivimos necesitando salvacion
Incluso los elegidos los cuales no son elegidos
En forma de que Dios determina quien se salva y quien no
Sino mas bien que EL sabe quien se salva y quien NO
 
Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION

Si hay algun tema mas importante que otro, ese es el de la salvacion, los invito a estudiar, en lo posible amigablemente.
Algunas preguntas nos pueden ayudar a empezar;
1.- La salvacion es por obras?
Es por fe mas obras ?
Es 100% por obras ?
2,-Jesus en la cruz pago por los pecados cometidos antes de conocerlo ?
Jesus pago por los pecados antes y despues de conocerlo?
3.- Como se consigue la salvacion?
Cuanto dura la salvacion ?


La salvación es por fe sin nada de obras, sin embargo si alguien no tiene obras no tiene amor y no tiene fe, es una cadena donde todo tiene que estar unido. Las obras son la manifestación del amor y la fe que uno tiene, entonces si alguien tiene fe y no tiene obras esa "fe" es muerta, falsa, igualmente sucede con el amor, si alguien dice que "ama" pero no tiene obras entonces su amor es muerto, es falso. Lamentablemente en la "iglesia" evangelica se ha enseñado a no guardar los mandamientos de la Torá (mal llamada "Ley").

Pero el tema más importante no es la salvación, si alguien está buscando al Altísimo solo para ser salvo entonces aún no ama al Creador y el Creador no puede ser burlado.