dice que el pilar de la iglesia es la verdad veamos un poco el pilar y el origen del pentecostal....y la iglesia no debe tener ninguna mancha ni contradicion alguna....Shalom....veamos lo siguientes...
Desde su nacimiento el movimiento Pentecostal de la “
lluvia tardía” ha sido caracterizado por la herejía doctrinal, la exageración, y el engaño. Comprendo que esas son duras palabras, pero la documentación es irrefutable. Esto es a causa de que los milagros mesiánicos y apostólicos de la primer centuria simplemente no están siendo concretados por los Cristianos hoy. Aquellos que pretenden que los signos apostólicos Pentecostales han sido restaurados son forzados a recibir como señales apostólicas a fenómenos ocultistas e hipnóticos tales como el matar del Espíritu y la embriaguez del Espíritu y la adivinación (que ellos frecuentemente llaman “palabra de conocimiento”), o son forzados a exagerar y prefabricar las pretendidas señales. Esto es exactamente lo que nosotros vemos ocurrir en la última manifestación del movimiento de la lluvia tardía: el Avivamiento de la Risa. El movimiento de la lluvia tardía del siglo 20 está literalmente regado con los escombros de la confusión espiritual, el error, y el engaño.
Algunos protestarán que nosotros estamos usando exepciones para pintar el movimiento entero. Por favor note, sin embargo, que las personas que se verán en lo que sigue son líderes reconocidos dentro del movimiento Pentecostal. Ellas no son excepciones. Todas ellas están listadas en el autoritativo Diccionario de los Movimientos Pentecostal-Carismático y muchas otras historias del Pentecostalismo que están en mi biblioteca. Más aún, el Señor Jesucristo advirtió que nosotros debemos juzgar a los maestros por sus frutos (Mateo 7:15-18). Un movimiento cuyas pretensiones de ser la mismísima plenitud del Espíritu Santo pero que está literalmente regado con la falsa enseñanza, la engañosidad, la inmoralidad, y la locura es para ser rechazado.
Reconozco prontamente que hay muchas personas Cristianas piadosas dentro del Pentecostalismo. Yo fui guiado a Cristo exactamente por un hombre así. Hay piadosos predicadores Pentecostales tales como el Dr. Joseph Chambers de Charlotte, North Carolina, quien ha tomado una fuerte postura contra la locura del Avivamiento de la Risa. Tengo mucho respeto por el Dr. Chambers, aunque yo rechazo su teología Pentecostal. Su congregación perdió propiedades valuadas en 3 millones de dólares a causa de que él tomó posición contra las cosas inescriturales en su propia denominación, la Iglesia de Dios (Cleveland, Tennessee), y esa denominación tomó de ellos las propiedades en una corte. Aunque yo respeto tal posición por la verdad como ellos la entienden, yo creo que la doctrina Pentecostal de la lluvia tardía y la falsa enseñanza sobre la continuidad de los dones de señales son el error fundacional que ha resultado en la locura que nosotros describiremos en el siguiente examen.
No todos los Pentecostales están caracterizados por el engaño y el extremismo, pero la inescritural doctrina Pentecostal se presta en sí misma para tales cosas. Yo creo eso con todo mi corazón, aunque tengo simpatía por muchas facetas del Pentecostalismo de la vieja línea, pues yo alabo al Señor por su atrevido celo por Dios, por su deseo de ver un “real” Cristianismo del Nuevo Testamento, por su expresiva y exuberante adoración, por su fe en Dios y por su deseo de tomar seriamente cada palabra en la Biblia, por su confianza en el poder de Dios de obrar milagros, y por su celo de ser separados del mundo. No puedo, sin embargo, ir más allá hasta un compañerismo en el ministerio aún con los Pentecostales del viejo estilo, a causa de que ellos están construyendo sobre un fundamento doctrinal que no sólo es inescritural, sino que involuntariamente ha resultado en la preparación de la apóstata única “iglesia” mundial de los tiempos del fin.
Ahora discurramos en un paseo a través de las páginas de la historia Pentecostal.
JHON ALEXANDER DOWIE
Uno de los más influyentes centros en la antigua historia Pentecostal fue LA CIUDAD DE SION, fundada en 1900 por JOHN ALEXANDER DOWIE (1847-1907). Aunque Dowie mismo no aceptaba el bautismo del Espíritu con la teología de las lenguas, él es llamado “el padre del avivamiento de sanidad en América” (Harrell, All Things Are Possible, p. 13). Su teología del milagro de los últimos días ayudó a preparar el terreno para el Pentecostalismo, y la teología Pentecostal se introdujo en sus instituciones rápidamente aún antes de su muerte. Muchos influyentes líderes Pentecostales surgieron de su movimiento. Su revista Hojas de Sanidad, tuvo una distribución mundial y una vasta influencia. Dowie enseñó que la sanidad es prometida en la expiación, [N.T.: la expiación del sacrificio de Cristo], e insistió en que aquellos que buscaban sanidad de fe dejaran todo cuidado médico. Él vio a los farmacéuticos y médicos como instrumentos del diablo. Cuando su propia hija fue severamente quemada después de chocar accidentalmente con un lámpara de alcohol, él proscribió a uno de sus seguidores por tratar de aliviar su dolor con Vaselina. El rehusó permitirle a ella cualquier tratamiento médico y ella murió en esa condición. Muchos otros que vinieron a su casa de cura de fe murieron de sus enfermedades sin ninguna atención médica. En 1895 él fue acusado de homicidio involuntario y negligencia por la ciudad de Chicago y condenado, pero los tribunales más altos decretaron que la condena fue inconstitucional. Él requirió que sus seguidores dejaran el uso de todo producto de carnes de cerdo. El gobernó su Ciudad de Sión con mano de hierro y fue notable por su irresponsabilidad en lo financiero y por un amor por la lujuria personal. En 1901 reclamó que él era Elías el Restaurador, y en 1904 “dijo a sus seguidores anticipar la plena restauración del Cristianismo apostólico y reveló que había sido divinamente comisionado como el primer apóstol de una renovada iglesia de los tiempos del fin” (Diccionario de los Movimientos Pentecostal-Carismático, p. 249). En los últimos pocos años de su vida fue acusado de irregularidades sexuales, sufrió un golpe que lo dejó inválido, y su Ciudad de Sión fue declarada en bancarrota. Por seis meses antes de su muerte yació en un estado de total postración.
A pesar de las heréticas doctrinas de Dowie y de su inescritural ministerio, él preparó el camino para Charles Parham y su igualmente inescritural Pentecostalismo. El Diccionario de los Movimientos Pentecostal-Carismático nota que muchos de los más famosos evangelistas Pentecostales surgieron de Sion (p. 368) y docenas de los seguidores de Parham en Sion se unieron a las Asambleas de Dios en su formación en 1914. De hecho, tres de los originales ocho miembros del concilio general de las AOG [N.T.: Assemblies of God, Asambleas de Dios] fueron de la Ciudad de Sion (p. 370). Aquellos que surgieron de la Ciudad de Sion para llegar a ser influyentes en el movimiento Pentecostal incluyeron a F. F. Bosworth, John Lake, J. Rosewell Flower, Daniel Opperman, Cyrus Fockler, Fred Vogler, Marie Burgess Brown, William Piper, F. A. Graves, Lemuel Hall, Martha Robinson, Gordon Lindsay, y Raymond Richey. El influyente ministro de las Asambleas de Dios Gordon Lindsay, editor de La Voz de la Sanidad, escribió la biografía de Dowie dándole el crédito por influenciar “una hueste de hombres de fe que han tenido un poderoso ministerio”, refiriéndose a las generaciones de predicadores Pentecostales.
MARIA BEULAH WOODWORTH-ETTER
La evangelista sanadora de fe MARIA BEULAH WOODWORTH-ETTER (1844-1924) tuvo una vasta influencia en el temprano movimiento Pentecostal. El Diccionario de los Movimientos Pentecostal-Carismático dice que “ella fue una monumental figura en términos de difundir el mensaje pentecostal” y nota que “la mayoría de los primeros Pentecostales miraron a Woodworth-Etter como una enviada de Dios al movimiento y la aceptaron sin crítica”. Cuando ella condujo un cruzada de sanidad de cinco meses en Texas para F. F. Bosworth, “la lista de influyentes pentecostales que viajaron en tropel a Dallas fue igual a un “Quién es Quién” del temprano Pentecostalismo” (Ibid., p. 365). Sus encuentros estuvieron caracterizados por el matar del espíritu, profecía, trances, y el pandemónium generalizado. “Ella frecuentemente estuvo en trances durante un servicio, parada como una estatua por una hora o más con sus manos levantadas mientras el servicio continuaba” (Diccionario del Pentecostal, p. 901). Fue entonces apodada “la evangelista del trance” y la “sacerdotisa budú”. Profetizó falsamente que el área de la Bahía de San Francisco sería destruida por un terremoto y una ola de marea en 1980. Aceptó una invitación de los Mormones para predicar en Nebraska en 1920.
CHARLES PARHAM
Como vimos en el principio de este reporte, los Pentecostales generalmente trazan su herencia hasta la Escuela Bíblica Bethel de CHARLES PARHAM en Topeka, Kansas, donde Agnes Ozman comenzó a hablar en “lenguas” en 1901 cuando recibió una imposición de manos. Fue pretendido (aunque no creíblemente confirmado) que Ozman habló en Chino por tres días, inhábil para hablar Inglés, y en el segundo día ella habló en Bohemio. Pronto, la mayoría de los otros en la escuela estuvieron hablando y cantando “en lenguas”. Parham reclamó que profesores de lenguaje y otras personas educadas lingüísticamente confirmaron que las lenguas fueron lenguajes, pero ello no fue confirmado fuera del movimiento. Los reporteros de los diarios de esa época describieron el fenómeno meramente como “jerigonza”. En 1914, Charles Shumway diligentemente buscó evidencia para probar que las primeras lenguas Pentecostales fueron lenguajes reales. Él falló en encontrar aún una persona para corroborar las pretensiones que habían sido hechas (James Goff, Jr., Fields White Unto Harvest, Fayeteville: University of Arkansas Press, 1988, p. 76). “En su disertación de 1919 para Doctorado en Filosofía, Shumway censuró al Crónica de Houston local como reporteros crédulos y afirmó que “hay cartas en manos de varios hombres que fueron intérpretes del gobierno en o cerca de Houston en aquel tiempo [cuando Parham condujo un escuela bíblica allí], y ellas son unánimes en negar cualquier conocimiento de los hechos alegados” (Goff, p. 98). “Los estudiantes de la escuela bíblica de Parham anotaron extraños escritos que ellos pretendían que eran el producto del don de lenguas. Ellos reclamaron que esos escritos eran lenguajes extranjeros, tales como Chino, pero cuando fueron examinados por personas conocedoras, fueron encontrados ser meros trazados indescifrables (Goff, p. 76). La prensa llamó a esos escritos “extraños e irreconocibles jeroglíficos” (Ibid., p. 80).
Parham estuvo tan entusiasmado que dijo que misioneros irían hasta los fines de la tierra y no tendrían que aprender los lenguajes. De hecho, la mayoría de los tempranos Pentecostales creían eso. Sin embargo eso no funcionó así. Cuando A. G. Garr viajó a India e intentó hablar al pueblo en lenguas sobrenaturales, encontró en seguida que no podía comunicarse.
Como vimos al comienzo de este reporte, Parham, el fundador del Pentecostalismo, estaba penetrado con herejías doctrinales. El creyó en la aniquilación de los no salvos y negó la doctrina bíblica del tormento eterno. El creía en la inescritural doctrina del anglo-Israelismo. El enseñó que hubieron dos creaciones separadas, y que Adán y Eva fueron de una raza diferente que la gente que supuestamente vivió fuera del Jardín del Edén. La primer raza de hombres no tuvieron almas, afirmó él, y esta raza fue la gente desprovista de alma que fue destruida en el diluvio. Parham creía que aquellos que recibieron el bautismo del espíritu de los últimos días y hablaron en lenguas completarían la novia de Cristo y tendrían un especial lugar de autoridad al retorno de Cristo. Él creía en un rapto parcial compuesto de habladores de lenguas.
Parham creía que la sanidad física es el derecho de nacimiento del Cristiano. Una reciente publicación de la revista Historia Cristiana (Publicación 58, Vol. XVII, No. 2, 1998) contiene una foto de Parham y siete de sus seguidores de pie en los escalones del palacio de justicia de Carthage, Missouri. El año fue 1906. Parham está sosteniendo un asta con carteles que dicen “Unidad Apostólica”. Los otros sostienen carteles que dicen “Verdad, Fe, Vida, Victoria, SALUD”. Ellos estaban haciendo una afirmación de su posición doctrinal de que la salud es una parte garantizada de la vida Cristiana apostólica.
A pesar de que su enseñanza fue siempre que la voluntad de Dios es sanar y que la medicina y los doctores deben ser rehuidos, uno de los hijos de Parham murió a la edad de 16 de una enfermedad de la cual no fue sanado. Su otro hijo murió a la edad de 37. La mayoría de aquellos que concurrieron a las reuniones de Parham no fueron sanados. En Octubre de 1904 una niña de nueve años llamada Nettie Smith murió. Su padre fue un ávido seguidor de Parham y rehusó el tratamiento médico para su hija. La muerte de Nettie tornó la opinión pública local contra Parham a causa de que la enfermedad de la pequeña niña era tratable y por lo tanto la comunidad consideró su muerte innecesaria. Parham mismo sufrió varias enfermedades a través de su vida y a veces estuvo demasiado enfermo para predicar o viajar. Por ejemplo, el pasó el invierno entero de 1904-05 enfermo y en cama (James Goff Jr., Fields White Unto Harvest, p. 94), a pesar de su propia predicación de que la salud está garantizada en la expiación. Parham fue el primer predicador Pentecostal en orar sobre pañuelos y enviarlos a quienes desearon su ministración (Goff, p. 104).
En 1908 Parham levantó fondos para viajar a la Tierra Santa en una expedición arqueológica para la búsqueda del arca perdida del pacto. Él pretendió ante la prensa que tenía información sobre su localización y que su hallazgo del arca encajaría en el esquema bíblico de los tiempos del fin. Por Diciembre él anunció que tenía los fondos suficientes y viajó a New York supuestamente para comenzar su jornada a Jerusalén. El nunca compró un ticket al Medio Oriente y retornó a casa abatidamente en Enero pretendiendo que había sido robado luego de su arribo a New York.
Parham intentó influenciar o aún posiblemente apoderarse del extraño ministerio de Alexander Dowie, el hombre al que el Diccionario de los Movimientos Pentecostal-Carismático llama el padre del moderno evangelismo de sanidad, en su Ciudad de Sión al norte de Chicago. Dowie se proclamó a sí mismo Elías el Restaurador y el primer apóstol de la iglesia de los tiempos del fin.
Recordamos a nuestros lectores que en la mayoría de las historias Pentecostales Parham es enlistado como uno de los principales padres fundadores del Pentecostalismo.
FRANK SANDFORD
Uno de los mentores de Charles Parham fue FRANK SANDFORD, quien manejó la “Escuela Bíblica del Espíritu Santo y Nosotros” en Lancaster, Maine. Sandford promovió una teología del tipo de la lluvia tardía y se eforzó por retornar a la “vida y poder apostólicos”. Sandford compró dos barcos e intentó hacer un viaje misionero al África. Una nave naufragó lejos de la costa Africana, y cada uno fue trasladado a la otra nave. Sanford estuvo a cargo, pero debido a necias decisiones que él atribuyó a la guía de Dios, nueve de sus miembros de la tripulación murieron en el viaje de retorno por falta de comida y agua. Esto fue en 1911. La malamente predestinada jornada misionera duró cuatro meses. Sandford fue subsecuentemente acusado de homicidio involuntario y sentenciado a 10 años en una penitenciaría federal.
LA MISIÓN DE LA CALLE AZUSA
El hombre que fundó la famosa MISIÓN DE LA CALLE AZUSA en los ángeles fue el evangelista negro WILLIAM SEYMOUR. El historiador Pentecostal Vinson Synan dijo: “El avivamiento de la calle Azusa es comúnmente considerado como el comienzo del moderno movimiento Pentecostal. ... En adición a los ministros que recibieron su experiencia Pentecostal directamente en la Calle Azusa, miles de otros fueron influenciados indirectamente”. (Synan, The Holiness-Pentecostal Tradition, pp. 105, 130). Durante 1901 y 1902 Seymour concurrió a la “Escuela de la Biblia de Dios” de Martin Knapp y se unió a los “Santos de la Luz de la Noche” en Cincinnati. Él adoptó la falsa doctrina de la santidad de la entera santificación, creyendo que eran requeridas dos “obras de la gracia” para salvar y purificar un hombre. Uno debe ser nacido de nuevo a través de la fe en Cristo, pero luego uno debe subsecuentemente ser santificado a través de una segunda obra de gracia.
Seymour creyó que la verdadera iglesia estaba siendo restaurada en un avivamiento del milagro de los tiempos del fin. En 1903 él concurrió a la Escuela Bíblica de Charles Parham en Houston, Texas. Allí él llegó a comprometerse con otra falsa doctrina, que el Cristiano debe ser posteriormente “bautizado en el Espíritu Santo con la evidencia inicial de las lenguas”. En el temprano 1906 Seymour fue invitado a Los Ángeles para pastorear un pequeño grupo de santidad que, en el tiempo de la invitación, estaba pastoreado por una mujer, Julie Hutchins. El grupo estaba formado por personas que habían sido sancionadas disciplinariamente siendo expulsadas de la Segunda Iglesia Bautista por causa de la herejía de la “segunda bendición” de la perfección sin pecado. En el camino a Los Ángeles, Seymour visitó el movimiento de la Columna de Fuego de Alma White en Denver, Colorado. Este grupo enseñaba la santificación sin pecado y creía que la evidencia de la misma era danzar. Alma White no estuvo impresionada con Seymour. Ella le describió a él como sigue: “Yo he encontrado toda clase de farsantes religiosos y bribones, pero siento que él sobresale sobre todos ellos”.
Luego de su arribo a Los Ángeles, Seymour predicó solamente un sermón antes de ser dejado afuera de la iglesia que lo invitó. En su sermón el había declarado que las lenguas eran la evidencia del recibimiento del Espíritu Santo. ¡El dijo eso a pesar del hecho de que él mismo nunca había hablado en lenguas! Romanos 8:9 dice llanamente ”Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” [RV 1960]. Este es un asunto verdaderamente muy extraño. Uno de los fundadores claves del movimiento Pentecostal, por su propio testimonio, estaba predicando las más profundas verdades de la Palabra de Dios antes de haber aún conocido a Cristo, a pesar de que la Biblia dice que el hombre natural no puede conocer las cosas de Dios (1 Corintios 1:14).
Seymour trasladó su reunión a una casa, y luego a una construcción abandonada, en la Calle Azusa, y extraños fenómenos comenzaron a ser evidenciados. Las reuniones duraron más de tres años, y un gran número de personas visitaron Azusa Street para buscar su propio Pentecostés, tomando subsecuentemente la teología y experiencia Pentecostal y llevándolas hacia sus casas.
Las reuniones comenzaban en la mañana y continuaban por al menos 12 horas. Allí no había orden de los servicios y usualmente no había un conductor. Las personas cantaban a la vez pero “con completamente diferentes sílabas, ritmos, y melodías” (Ted Olsen, “El Pentecostés Americano”, Historia Cristiana, publicación 58, 1998). Los servicios estuvieron caracterizados por mucha confusión: danzas, saltos hacia arriba y luego abajo, caídas, trances, ser matado en el espíritu, “lenguas”, sacudidas, histeria, extraños ruidos, y “risa santa”. Un visitante describió la reunión como “demostraciones salvajes e histéricas”. Los buscadores solían ser “agarrados por un extraño hechizo y comenzaba una jerigonza de sonidos”. Un reportero del Times notó que los participantes “obraban en un estado de loca excitación en su peculiar fervor”.
Había poco o ningún orden en los servicios de la Calle Asuza. Quien se sentía “movido por el espíritu” a hablar, así lo haría. Seymour raramente predicó. En lugar de eso, la mayor parte del tiempo él mantenía su cabeza cubierta con una caja de embalaje vacía detrás del púlpito. Él enseñaba a la gente a gritar a Dios y demandar santificación, el bautismo con el Espíritu Santo, y sanidad divina (Synan, p. 99). Las descripciones de primera mano que he leído del “avivamiento” de la Calle Azusa suenan muy similares al actual “Avivamiento de la Risa”.
Cuando Parham visitó las reuniones en Octubre de 1906, aún él fue shockeado por la confusión de los servicios. Él fue desalentado por los “horribles ataques y espasmos” de los “santos rodantes e hipnotizadores”. Él describió las “lenguas” de Azusa como “cotorreos, farfulleos y chisporroteos, no hablando lenguaje en absoluto” (Synan, p. 102). Las reuniones de la Calle Azusa fueron tan salvajes que Parham las condenó con el término “sensacionalistas Rodadas Santas”. Él testificó que las reuniones de la Calle Azusa fueron grandemente caracterizadas por manifestaciones de la carne, controles espiritistas, y la práctica de hipnotismo (Sarah Parham, La Vida de Charles F. Parham, Joplin, MO: Tri-state Printing, 1930, p. 163). De acuerdo con Parham, dos tercios de las personas que profesaban el Pentecostalismo en su tiempo “están hipnotizadas o guiadas por un espíritu (Parham, La Vida de Charles F. Parham, p. 164). En sus escritos sobre Azusa Street, Parham describió a hombres y mujeres cayendo unos sobre otros en una manera moralmente comprometedora. Yo he estado viendo estas mismas cosas en grabaciones de video de los servicios del Avivamiento de la Risa.
Cuando Parham arribó a la Calle Azusa en 1906, comenzó su sermón diciendo a la gente que “Dios está con náuseas” a causa de las cosas que estaban ocurriendo en Azusa (Charles Shumway, Un Estudio de los “Dones de Lenguas”, Tesis de A. B., Universidad de California, 1914, pp. 178, 179; citado por Goff, Fields White Unto Harvest, p. 131). Él nunca cambió su opinión. Hacia el final de su vida, Parham, frecuentemente llamado “el padre del Pentecostalismo”, denunció a la Calle Azusa como un caso de “poder espiritual prostituido”. Así que el “padre del Pentecostalismo” rechazó sin rodeos las reuniones de la Calle Azusa como farsantes, manipuladas, y demoníacas, ¡aunque prácticamente todas las denominaciones Pentecostales trazan su herencia directamente desde esas reuniones!
Un hombre que ayudó a popularizar la reunión de la Calle Azusa por sus reportes de gran llegada fue FRANK BARTLEMAN (1871-1935). En 1925 él publicó un libro: Cómo “Pentecostés” Llegó a Los Ángeles: Cómo Fue esto en el Principio, describiendo las reuniones de Azusa. Éste fue reimpreso en 1955 y otra vez en 1980. Bartleman era un predicador Bautista recibido cuando, en 1897, él aceptó las falsas doctrinas de la sanidad en la expiación y la completa santificación y su unió al movimiento de santidad. Desde entonces el vagó de grupo en grupo: El Ejercito de Salvación, luego el Instituto Bíblico Moody, luego los Metodistas Wesleyanos, luego la organización de la Columna de Fuego guiada por la mujer predicadora Alma White, luego de vuelta a los Bautistas, luego a las reuniones Pentecostales de la Calle Azusa guiadas por Seymour. Finalmente él fue bautizado por el movimiento “Jesús Solamente” que negaba la tradicional doctrina bíblica de la Trinidad. Él reclamó la misma suerte de experiencias que son comunes hoy entre los proponentes del Avivamiento de la Risa. Bartleman estuvo “muerto en el Espíritu” por media hora frente a una congregación donde él había estado predicando. En otra ocasión él dijo que sintió “shocks eléctricos” hasta el punto de caer inconsciente ( Frank Bartleman, Azusa Street, introducción por Vincent Synan, p. xiii). A pesar de su doctrina de que Dios ha prometido sanidad física, Bartleman estuvo frecuentemente enfermo, a veces abatido hasta el punto del suicidio, y su hija mayor, Esther, murió en su niñez a pesar de su fe en la sanidad. Bartleman también promovió el mismo espíritu de ecumenismo que es popular en el actual Avivamiento de la Risa. El capítulo final de su libro sobre la Calle Azusa fue titulado “Un Ruego por la Unidad”.
“Cada nueva división o partido en la iglesia da al mundo una contradicción respecto a la unidad del cuerpo de Cristo, y la veracidad del Evangelio. Multitudes están inclinándose y quemando incienso ante una doctrina más bien que a Cristo. ... El Espíritu está trabajando por la unidad de los creyentes hoy, por el “cuerpo único”, para que la oración de Jesús pueda ser respondida: ‘que todos ellos puedan ser uno, para que el mundo pueda creer’” (Bartleman, Azusa Street, pp. 172, 173).
Note como Bartleman minimizó la pureza doctrinal y exaltó una unidad de la experiencia. Éste es uno de los temas característicos del Avivamiento de la Risa. Uno no puede inclinarse ante el verdadero Cristo sin mantener la verdadera doctrina sobre Cristo. La Biblia advierte que existen falsos cristos, falsos evangelios, y falsos espíritus. El único modo de protección en el medio de la generalizada apostasía espiritual y error es adherirse a la sana doctrina y señalar y eludir la falsa doctrina (Romanos 16:17). La Biblia no profetizó que todos los Cristianos profesantes estarían unidos en un avivamiento en las últimas horas de esta era. Ella profetiza más bien casi una universal apostasía (Mateo 24:4,5,11,25).
WILLIAM BRANHAM
Muchos otros bien conocidos sanadores Pentecostales han sido tomados en engaños y herejías. WILLIAM BRANHAM es considerado el más grande de los sanadores pentecostales, pero nosotros tenemos el testimonio visual de Alfred Pohl de que las cruzadas de Branham estuvieron marcadas por la exageración y el engaño. Branham también promovió múltiples herejías. Él negó la Trinidad (diciendo que ésta era del diablo), enseñó que Caín fue el producto de una unión sexual entre Eva y la serpiente, creyó que la marca de la bestia era el denominacionalismo, negó la eternidad del infierno, se proclamó a sí mismo como el ángel de Apocalipsis 3:14 y 10:7, y promovió la doctrina de los Hijos Manifiestos de Dios de la inmortalización de los apóstoles de los tiempos del fin. Él profetizó falsamente que el Rapto y el fin del mundo tomaría lugar por 1977. Branham pretendió que un ángel le enseñó como detectar enfermedades por vibraciones en su mano izquierda. “Cuando el espíritu de aflicción entra en contacto con el don produce tal conmoción física que ésta llega a ser visible sobre la mano del Hermano Branham, y tan realmente que ésta detendrá su reloj de muñeca instantáneamente. Esto le hace sentir al Hermano Branham igual que si se agarrase de un cable conectado con demasiada corriente eléctrica en él” (F. F. Bosworh, “Gifts of Healing Plus”, La Voz de la Sanidad, Marzo 1950, pp. 10-11). Branham manejó un don de adivinación exitosamente, leyendo detalles personales de las vidas de gente que encontraba. Él nombraría los nombres de personas que nunca antes había encontrado y describiría eventos pasados y pecados secretos de personas en sus reuniones. “Este don hizo mucho para fomentar la creciente leyenda de Branham” (Harrell, All Things Are Possible, p. 38). Branham supuestamente resucitó un pescado que había sido matado por un compañero (Ibid., p. 89). La confusión y el engaño envueltos en el ministerio de Branham fueron evidentes tempranamente en su carrera. Luego de pretender que su ángel había prometido que “Dios te envió a tomar un don de sanidad divina para la gente del mundo”, y luego de conducir cruzadas de sanidad en muchos lugares y atrayendo masivas multitudes, Branham repentinamente renunció en Mayo de 1948, ¡ANUNCIANDO QUE ÉL ESTABA ENFERMO (Harrell, p. 32)! Cinco meses después el continuó sus reuniones.
FRANKLIN HALL
FRANKLIN HALL, evangelista Pentecostal y autor del influyente libro Poder Atómico con Dios a través de la Oración y el Ayuno, enseñó que el ayuno y la oración eran los medios para la restauración de los milagros apostólicos para los tiempos del fin. Él promovió la doctrina de “la salvación sentida en el cuerpo”, declarando que ella era “700% más grande que el ordinario poder de sanidad” (Harrell, Todas las Cosas Son Posibles, p. 212). Él enseñó que el “fuego del Espíritu Santo” eliminaría el potencial para las enfermedades, el agotamiento, y aun el olor del cuerpo (Diccionario del Pentecostal, p. 346).
De acuerdo a Hall, tomaba aproximadamente 30 días para la la salvación sentida en el cuerpo o fuego del Espíritu Santo lograr tener todo asentado y en circulación sobre el cuerpo de una persona “de modo que pueda vivir completamente por sobre todo agotamiento y toda enfermedad”. Él reportó que una Hermana no había tenido agotamiento en 15 años. Él dijo que otra mujer, Thelma Moore, tuvo puestas las mismas medias por seis meses sin lavarlas y que ellas no se encostraron ni tuvieron olor desagradable. Él pretendió que una nube de gloria sobrevoló sus asambleas y enseñó a la multitud que cuando ellos elevaban sus manos izquierdas y decían “¡Hola Jesús!”, ellos olerían la fragancia de Jesús. Advirtió luego a la gente que deleitándose en la fragancia de Jesús, sus perros no los reconocerían, a causa de que ellos olerían diferente, y que sus casas serían a prueba de bichos, a causa de que la fragancia era “un Espíritu Santo exterminador”. En 1960 Hall publicó su Fórmula para Levantar los Muertos.
KATHRYN KUHLMAN
La muy influyente mujer evangelista sanadora KATHRYN KUHLMAN (1907-1976) es otro ejemplo de la herejía y la exageración que ha caracterizado el movimiento de la lluvia tardía. En los últimos años de la década de 1940 Kuhlman comenzó a enseñar que la sanidad física fue provista en la expiación de Jesucristo. En 1947 ella predicó que los milagros de Pentecostés deberían ser experimentados hoy, pretendiendo que los Cristianos hoy están habilitados para realizar los mismos milagros que Jesús realizó, y aún más grandes milagros. “Cada iglesia debería estar experimentando los milagros de Pentecostés. Cada iglesia debería estar viendo las sanidades del Libro de Hechos” (Kathryn Kuhlman, citado desde Jamie Buckingham, La Hija del Destino, p. 104). Ella publicó un folleto titulado “El Toque de Sanidad del Señor”. Sin embargo Kuhlman nunca fue capaz de hacer los milagros de Jesús. Fue alegado que hubieron sanidades orgánicas documentadas que tomaron lugar en algunas de las reuniones de Kuhlman, pero ellas fueron muy pocas, comparadas con sus pretensiones, ciertamente no fueron más que las sanidades que son experimentadas por los Cristianos que creen que los dones de señal han cesado y que oran por sanidad, confiando a Dios el hacer su perfecta voluntad. En su libro Sanidad: Un Doctor en Busca de un Milagro, el Dr. William Nolen dedica un capítulo entero a sus experiencias investigando cruzadas de sanidad de Kuhlman. Aunque simpatiza con Kuhlman como persona, Nolen no pudo documentar médicamente ni siquiera un caso de sanidad física, aunque un gran número de ellas habían sido proclamadas. Al tiempo de su investigación, el Dr. Nolen era jefe de cirugía en el Hospital Meeker County en Litchfield, Minnesota. Un reportero que cubrió una cruzada de sanidad de Kuhlman en el Carnegie Music Hall de Pittsburgh en 1948 testificó: “Por cada uno que ha proclamado una cura, una veintena más se ha desvanecido lejos en las tinieblas, tan miserables y desconsolados como cuando vinieron” (Wayne Warner, La Mujer Detrás de los Milagros: Kathryn kuhlman, p. 145). Kurt Koch fue un renombrado investigador evangélico en ocultismo. En su libro ABC del Ocultismo él describe su investigación en el ministerio de sanidad de Kathryn Kuhlman. Él cuidadosamente siguió una lista de 28 casos de sanidades alegadas en el área de Minneapolis, Minnesota. Esos casos fueron sometidos a su consideración por la organización de Kuhlman como los mejores ejemplos de sanidades que habían ocurrido bajo su ministración. El siguiente es el sumario de sus hallazgos: “Diez no han sido sanados, siete han experimentado un mejoramiento en su condición, once tuvieron enfermedades en las cuales la mente puede jugar una parte importante. En la totalidad de su extenso reporte, no hay un caso claro de sanidad de una enfermedad orgánica” (Kurt Koch, ABC del Ocultismo, Grand Rapids: Kregel Publishers, 1981).
Kuhlman enseñó que la gente podría ser sanada y entonces perder su sanidad si ellos fallaban en subir a la plataforma y testificar.
En sus últimos años, Kuhlman fue muy ecuménica, primero atrayendo grupos denominacionalmente diversos, luego urgiéndolos a no dejar sus iglesias sino más bien a retornar para ser una fuerza sanadora. Kuhlman también predicó decididamente un mensaje positivo, rechazando exponer el error doctrinal o el advertir contra el beber bebidas alcohólicas y otras maldades sociales. Ella creyó que predicando un evangelio positivo lograría más. Su biógrafo dice que Kuhlman está acreditada con el ayudar a tender puentes entre Protestantes y Católicos (Warner, p. 163). Kuhlman fue poderosamente influenciada por Maria Woodworth-Etter y ocasionalmente predicó en su lugar en Indianapolis. La inescritural y peligrosa práctica de “el matar del espíritu” fue manifestada frecuentemente en los servicios de ambas mujeres. Aún su comprensivo biógrafo Pentecostal, el fallecido Jamie Buckingham, no pudo ocultar el desordenado amor de Kuhlman por las ropas caras y las joyas y su estilo de vida de primera clase. Su ministerio evangelístico recogió de dos a tres millones de dólares anualmente. Mientras pastoreaba el Tabernáculo de Avivamiento de Denver de 2000 asientos a mediados de los años 1930, Kuhlman llegó a estar envuelta románticamente con el evangelista casado Burroughs Waltrip, quien subsecuentemente dejó a su esposa y dos hijos y se casó con ella. Kuhlman y Waltrip estuvieron románticamente envueltos por dos o tres años antes de su casamiento. En el verano de 1935, dos años antes del divorcio de Waltrip en Junio de 1937, él y Kuhlman fueron pillados abrazandose y besándose en la oficina de la iglesia previamente a un servicio. Los dos se casaron en Octubre de 1938. Unos pocos años después de su ilícito casamiento, Kuhlman dejó a Waltrip, pretendiendo que Dios le había dado a ella a elegir entre su amor por un hombre y su amor por Dios y su llamamiento. La primera esposa de Waltrip fue dejada sola para criar a sus dos hijos y para pagar las deudas de su marido. Él nunca regresó a visitarla y aún falló en enviar los pagos para sostener los niños que le fueron señalados por la corte. Luego de su divorcio de Kuhlman. Waltrip se perdió de vista. Su hermano encontró más tarde que él hubo muerto en una prisión de California, condenado por tomar dinero de una mujer.
AIMEE SEMPLE MCPHERSON
Otra muy influyente evangelista y sanadora de fe Pentecostal fue AIMEE SEMPLE MCPHERSON (1890-1944), fundadora de la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular. El Diccionario de los Movimientos Carismático y Pentecostal la llama “la más prominente mujer líder que el Pentecostalismo ha producido hasta la fecha”. Ella se casó tres veces y se divorció dos. Su primer marido, Robert Semple, murió en China en 1910, donde la joven pareja había ido como misioneros. En 1911 ella se casó con Harold Stewart McPherson. Él se quejó sobre el histérico comportamiento de ella y su negligencia hacia él, y en 1921 el matrimonio finalizó en el divorcio (Eve Simson, The Faith Healer, p. 36). Aimee había dejado a Harold para concurrir a predicar. Es interesante que la pastora asociada de Aimee, Rheba Crawford, también dejó su marido para predicar, y el marido de Rheba también se divorció de ella.
En Mayo de 1926, McPherson desapareció y se pensó que se había ahogado mientras nadaba lejos de la costa de California. Un mes más tarde ella apareció en México, pretendiendo haber sido raptada, pero la evidencia hizo creer a la mayoría de las personas que ella tuvo un romance con un antiguo empleado, Kenneth Ormiston, quien entonces estaba casado. Los dos habían sido vistos juntos al principio del año durante el viaje a Europa de Aimee McPherson. Al mismo tiempo que Aimee salió para Europa, Ormiston desapareció de su trabajo, y su esposa, Ruth, registró una denuncia de persona perdida en los cuarteles de policía. Ella dijo a la policía que cierta mujer prominente fue la responsable de la desaparición de su marido (Lately Thomas, La Evangelista Desaparecida, p. 29). Ellos fueron vistos juntos también deteniéndose en los mismos hoteles varias veces en California, luego de su retorno de Europa, antes de su pretendido rapto. Aunque McPherson pretendió haber deambulado 14 horas a través de aproximadamente 20 millas de cruel desierto cubierto de mesquites, cactus, y espinos para escapar de sus captores, cuando ella fue encontrada no mostraba signos de haber andado a través de tan dura experiencia. Sus zapatos no estaban rasponeados o gastados; había manchas de césped en los empeines (no había césped en el desierto por el que ella pretendía haber deambulado); no estaba deshidratada o quemada por el sol; sus labios no estaban resecos, resquebrajados, o hinchados; su lengua no estaba hinchada; su color era normal; sus vestidos no estaban rotos ni llevaban manchas de barro o transpiración. El cuello y los puños de su vestido, aunque de color blanco, estaban apenas sucios. Por ultimo, ella llevaba puesto un reloj que su madre le había dado: ¡un reloj que no habría llevado con ella a la playa! (Epstein, La Hermana Aimee, p. 299; Thomas, La Evangelista Desaparecida, p. 59, 66, 78). Aimee dijo a los reporteros que sus tobillos fueron lesionados y desgarrados por cuerdas en su cautividad, pero no había signos de tales lesiones cuando ella fue examinada. Fue hecha una búsqueda exhaustiva para encontrar la choza de adobe con un piso de madera donde ella pretendió que había sido mantenida cautiva y que ella describió en detalle a las autoridades, pero no fue encontrada tal choza en un área de 46 millas cuadradas. Experimentados hombres del desierto y rastreadores (uno había cabalgado por esa tierra como cowboy por 37 años, otro por 20), que intentaron encontrar a sus atacantes, trazaron sus pasos, y encontraron que ella aparentemente descendió de un automóvil en una carretera no lejos de donde fue encontrada. El rastreador principal testificó que examinó cada huella del terreno donde ella había pretendido haber caminado y que sus rastros no habían sido encontrados en ninguna parte. Sobre la choza él dijo: “No conozco de ninguna casa de adobe tal como la descripta por Mis McPherson dentro de unas ciento cincuenta millas de Agua Prieta, y yo conozco cada casa en esta vasta área” (Lately, La Evangelista Desaparecida, p. 84). Un recibo de una tienda de comestibles firmado por McPherson fue encontrado en una casa de campo de Carmel, California, donde surgió que Aimee se había encontrado con Ormiston durante el tiempo que ella pretendió haber estado raptada. Varios testigos visuales declararon que ellos vieron a los dos juntos en ese período.
El año siguiente luego del episodio, McPherson rechazó los tabúes sociales contra los cuales predicaban las iglesias creyentes de la Biblia de aquel día. Ella cortó sus cabellos y comenzó a beber, danzar, y a llevar faldas cortas. En sus primeros años ella había predicado contra tales cosas. Su director de coro, Gladwyn Nichols, y la totalidad de los 300 miembros del coro renunciaron a causa de su estilo de vida. Él dijo a la prensa que ellos se retiraban a causa de “la rendición de Aimee a la mundanalidad: su vestuario de trajes de fantasía y faldas cortas, joyería, pieles, su nuevo apasionamiento con los cosméticos y cabellos cortos, todo ello específicamente condenado por las Escrituras” (Robert Bahr, Menos que Todos los Santos, p. 259).
En 1931 la divorciada McPherson se casó con el divorciado David Hutton. Él se divorció de Aimee en 1934.
El ministerio de McPherson estuvo caracterizado por el inescritural fenómeno del matar del espíritu. Una de sus biografías, Menos que Todos los Santos, por Robert Bahr, contiene una foto de seguidores de McPherson yaciendo sobre el piso luego de que ella hubo impuesto sus manos sobre ellos y de que supuestamente fueron “bautizados por el Espíritu Santo”. Hubieron también casos de “embriaguez espiritual” en sus primeras reuniones (Epstein, La Hermana Aimee, p. 162), aunque su ministerio posterior no estuvo caracterizado por tales demostraciones.
McPherson enseñaba que la sanidad está garantizada en la expiación. Ella falsamente prometió a la ansiosa multitud: “Sus cadenas serán destrozadas, sus grilletes aplastados, sus aflicciones sanadas, si ustedes solamente creen que donde está el espíritu del Señor allí hay libertad” (Epstein, La Hermana Aimee, p. 221). Es benditamente cierto, desde luego, que el Señor es una ayuda verdaderamente presente en el tiempo de aflicción y que Él camina con Sus hijos a través de todas sus pruebas, pero prometer que en esta vida presente todos los problemas serán removidos y que todas las enfermedades sanadas si uno sólo tiene la fe suficiente es un engaño. McPherson advirtió que la actitud: “si es su voluntad sanarme, yo también lo querré” no trae resultados (Epstein, p. 224). En los hechos, McPherson reclamó que la sanidad física es parte del evangelio. El evangelio “cuadrangular” que ella promovió fue: Jesucristo como Salvador, Bautizador en el Espíritu Santo, Sanador, y Viniente Rey. Ella pretendió que ella obtuvo este evangelio a través de una visión en 1922, en la cual Dios le mostró que el Evangelio era para el cuerpo y el alma y el espíritu. Este era el mismo “evangelio cuadrangular” que estaba siendo predicado por la Asociación Elim del Evangelio Cuadrangular en Irlanda (McPherson había trabajado con el fundador de Elim, George Jeffrys), por las Asambleas de Dios en los Estados Unidos, y otros grupos Pentecostales. El evangelio “completo”, sin embargo, es simplemente la muerte, sepultura, y resurrección de Jesucristo por nuestros pecados (1 Corintios 15:1-4).
Aimee McPherson prometía que la sanidad física está disponible para aquellos que tienen completa fe. A pesar de esto, la mayoría de quienes vinieron a sus reuniones en busca de sanidad se fueron decepcionados. Para ir a la fila de sanidad de McPherson se requería que uno obtuviera una tarjeta, y estas estaban normalmente limitadas a 75 personas.
El siguiente triste caso de una niña que concurrió a una cruzada de avivamiento de McPherson ilustra la dificultad de aquellos que fueron embaucados por esta falsa enseñanza:
“Una niña llevaba un par de lentes, uno de los cuales era enteramente negro. Yo entendí que ella era totalmente ciega de un ojo y casi ciega del otro. Vi sobre el escenario muy de cerca el procedimiento entero. Mientras se hacía oración por ella, la niña, quien aparentaba ser de unos 11 años de edad, lloraba y sollozaba y se retorcía en su ansia de obtener la ayuda que ella había sido conducida a esperar. Ella dejó la plataforma y fue hecha una afirmación pública por uno de los obreros de que ella había sido sanada, y la niña verificó la afirmación por una inclinación de la cabeza dada en respuesta a la pregunta de los obreros. Una hora después, cuando la reunión estaba concluida, noté un pequeño grupo de mujeres cerca de la plataforma. Y pensé que vi a la niña ciega en medio, de modo que pedí a mi esposa para que vaya e investigar y hablarle a ella si era necesario. Ella encontró la en otro momento “curada” niña con el rostro decaído y sobre el piso, sollozando, con las esperanzas destrozadas y un corazón roto. Su decepción fue completa, y así también su desilusión. El mejoramiento de la vista que ella parecía haber tenido en medio de la excitación sobre la plataforma había desaparecido, y con ella la esperanza de una niña”
(Arno Clemens Gaebelein, La Cuestión de la Sanidad, Nueva York: Publicaciones Nuestra Esperanza, 1925, p. 93).
Aunque existieron algunas notables curaciones documentadas bajo el ministerio de McPherson, uno de los biógrafos de McPherson, Daniel Epstein (aunque extremadamente simpatizante hacia ella), admitió que aquellas sanadas fueron “mayormente enfermedades del sistema inmunológico, o atribuidas a la histeria”. Él dijo: “La Hermana Aimee no tiene el crédito de haber levantado a alguien de la muerte, de haber corregido un labio leporino o un paladar partido, o de haber restaurado un miembro perdido, o un dedo, o un órgano interno” (Epstein, La Hermana Aimee, New York: Harcourt, Brace Jovanovich, 1993, p. 112).
McPherson predicaba un mensaje inescritural del tipo sólo-positivo que se adelantó al método Neo Evangelical en muchas décadas. Considere las siguientes descripciones de su mensaje hechas por su biógrafo:
“Anticipando la ‘teología de creación’ de Matthew Fox en sesenta años, Aimee enfatizaría la gracia sobre el pecado original, con la carnada del amor ella ‘pescaría ballenas’. Su predicación fue anecdótica y afectiva, nunca amenazadora”. (Epstein, p. 118).
“Y ella se tomó la oportunidad para condenar el método de Billy Sunday, el abstemio que gritaba a los pecadores y les amenazaba con la condenación y el fuego del infierno. ‘guiémoles por la bondad y la simpatía’, aconsejó Aimee” (Epstein, pp. 221, 222).
“Aimee construyó su carrera reemplazando el ‘Evangelio del Temor, Fuego del Infierno, y Condenación’ con el ‘Evangelio de la Reconciliación y el Amor’” (Epstein, p. 283).
La madre de McPherson, Mildred (Minnie) Kennedy, trabajó como una asociada de negocios en el exitoso imperio evangelístico de su hija. De hecho, ellas poseían completamente la propiedad del Templo Angelus en una sociedad igualitaria cincuenta-cincuenta. Ellas frecuentemente terminaban en terribles peleas. En 1927 Aimee despidió a su madre de las posiciones que por largo tiempo había tenido en su iglesia cuadrangular. Mildred retornó por un breve tiempo a ayudar durante una crisis financiera generalizada creada por las no sabias inversiones de Aimee, pero en 1929 Mildred dejó el ministerio de su hija Aimee permanentemente “después de recibir una rotura de nariz durante un explosiva contienda” (Robert Bahr, Menos que Todos los Santos, p. 296). En 1937 Mildred se alineó con su nieta Roberta, en un altamente publicitado litigio contra el abogado de Aimee. La enviudada Mildred Kennedy se casó en 1931, pero el matrimonio fue anulado cuando se conoció que el hombre ya era casado. Más tarde, el mismo año, el hombre obtuvo un rápido divorcio en Las Vegas [N.T.: de su verdadera esposa], Mildred lo encontró allí y ellos volvieron a casarse. El extraño casamiento finalizó en menos de un año. Cuando Aimee McPherson murió de una sobredosis en 1944, ella dejó a su madre diez dólares con la estipulación de que si Mildred disputaba esto no obtendría nada (Bahr, p. 282).
A. J. TOMLINSON
Otro de los tempranos líderes Pentecostales fue A. J. TOMLINSON (1865-1943), fundador de la IGLESIA DE DIOS DE LA PROFECÍA. Tomlinson fue uno de los más influyentes hombres en la formación del movimiento Pentecostal. Cuando joven, Tomlinson, un místico Cuáquero, aceptó la enseñanza sobre la sanidad en la expiación enseñada por la evangelista femenina Carrie Judd Montgomery de Santidad Pentecostal. Antes de que viniera el nuevo siglo, él también aceptó la falsa doctrina de la santidad de la entera santificación, de que el Cristiano dedicado puede ser libre de pecado, y pretendió que él había obtenido esta experiencia. En 1901 él visitó la obra de Frank Sandford en Maine y fue bautizado por Sandford. El se unió a un grupo que se llamaba a si mismo “La Iglesia del Dios Viviente para la Evangelización del Mundo, el Recogimiento de Israel, el Nuevo Orden de Cosas al Fin de la Era de los Gentiles”. La extrema posición de la lluvia tardía de este grupo era evidente en su nombre. En 1903 se unió a una congregación llamada la Iglesia de la Santidad de Camp Creek, Tennessee, y fue pronto elegido pastor. En Junio de aquel año el pretendió tener una visión de que la verdadera iglesia de Jesucristo estaba restaurada en su Iglesia de la Santidad. Tomlinson creyó que la verdadera iglesia se perdió en el año 325 D.C. y que esta fue restaurada en fases, comenzando con la Reforma Protestante del siglo XVI y culminando con la fundación de la Iglesia de Dios en 1903. “Para Tomlinson el grupo con el que él estaba asociado era la única verdadera y válida comunión Cristiana ‘en este lado de la era de las tinieblas’” (Vinson Synan, La Tradición de la Santidad Pentecostal, p. 76). Sus reuniones estaban frecuentemente caracterizadas por el pandemónium, i.e., griteríos, sacudidas, caídas, contorsiones cual serpientes, trances. Había una larga lista de prohibiciones inescriturales, incluyendo Coca Cola, carne de cerdo, mascar chicle, anillos, pulceras, y corbatas. No sólo tales cosas estaban prohibidas, sino que quienes las usaban eran considerados no salvos.
En 1907 el grupo adoptó oficialmente el nombre Iglesia de Dios. En 1923 Tomlinson dejó el grupo original de la Iglesia de Dios (el cual llegó a ser la principal Iglesia de Dios (Cleveland, Tennessee) y formó su propia organización, luego llamada la Iglesia de Dios de la Profecía. Tomlinson pretendía que la sanidad física está garantizada en la expiación y enseñó contra el uso de la medicina. El creía que el hablar en lenguas es la evidencia de la salvación. Enseñaba que una persona puede perder su salvación y luego ser reconvertida, y que en esa vez debería ser rebautizada. Tomlinson defendió la práctica de las mujeres predicadoras, y la Iglesia de Dios de la Profecía tiene un gran número de mujeres pastores y mujeres líderes de la denominación. El inescritural fenómeno de ser matado en el espíritu ha sido parte de la Iglesia de Dios de la Profecía desde su inicio. En 1940 Tomlinson compró una parcela de 216 acres y la llamó Campo de las Maderas, en reconocimiento de la visión que él había pretendido haber tenido en 1903 por la cual él redescubrió la verdadera iglesia de Dios. Luego de la muerte de Tomlinson en 1943, las cortes decretaron que la denominación sería llamada Iglesia de Dios de la Profecía para diferenciarla del otro grupo que usaba el nombre Iglesia de Dios. El sucesor de Tomlinson fue seleccionado por un mensaje supuestamente dado en lenguas, y luego interpretado. El hijo mayor de Tomlinson, Homer, lanzó su propia iglesia luego de la muerte de su padre, y entre 1954 y 1966 el viajó a las capitales de 101 países y se coronó a sí mismo como Rey del Mundo, prometiendo paz y prosperidad. El reclamó que muchos milagros nacionales seguirían a esa ceremonia de coronación, y el asumió el crédito por parar guerras, detener masacres, y finalizar sequías.
A. A. ALLEN
Aunque aclamado hoy por Benny Hinn y otros líderes del Avivamiento de la Risa como un gran evangelista y sanador, el evangelista sanador de la lluvia tardía A. A. Allen (1911-1970) fue un bebedor y un charlatán. Su Revista del Milagro estaba llena con increíbles reclamos, como la cura de una mujer quien supuestamente perdió 200 libras instantáneamente durante uno de sus servicios de sanidad. En 1956 el comenzó pretendiendo que aceite milagroso fluyó de las manos y las cabezas de quienes concurrieron a sus reuniones. Esto supuestamente comenzó cuando Dios derramó aceite sobrenatural en las manos de Lewin Burchan, un niño de siete años que estaba siendo usado como evangelista Pentecostal. En los años de la década de 1960, Allen lanzó una campaña para “levantar los muertos”, urgiendo a sus seguidores a creer a Dios para resurrecciones. El debió parar esto cuando algunos rehusaron enterrar sus seres queridos (Harrell, p. 199). Allen también reclamó tener la autoridad de imponer las manos sobre aquellos que habían dado para su ministerio, donándoles “el poder para obtener la riqueza”. Muchos de sus libros prometieron la prosperidad. Tres de ellos fueron: El Secreto para el Éxito Financiero Escritural (1953), El Poder para Obtener la Riqueza (1963), y Dios Garantiza Bendecirle y Prosperarle Financieramente (1968). En una historia frecuentemente relatada por Allen, el estaba orando por el dinero para pagar una facturas de impresión de $410 cuando los billetes de $1 en su bolsillo fueron instantáneamente transformados en billetes de $20. Allen dijo esto a sus seguidores: “Creo que puedo mandar a Dios a realizar un milagro financiero para ustedes”. Allen construyó su propia comunidad de 2400 acres llamada Valle del Milagro, en Arizona. Su vasto imperio evangelístico recogió alrededor de 3,5 millones de dólares anualmente, una gran cantidad de dinero para ese tiempo. Allen fue arrestado por conducir borracho durante un avivamiento en 1955. Él se divorció de su esposa en 1967, a pesar del hecho de que ella había estado de pie junto a él durante los muchos problemas que él había traído sobre él mismo, y tres años después él murió solo en un motel de San Francisco mientras su equipo estaba conduciendo una cruzada en Virginia Oeste. Era de 59 años y tenía en sí mismo licor.
JACK COE
Otro famoso evangelista sanador de la lluvia de los últimos días Pentecostal fue JACK COE (1918-1956). Su ministerio estuvo caracterizado, demasiado, por la falsa enseñanza y por escandalosas y falsas pretensiones. Aunque las Asambleas de Dios lo expulsaron en 1953 por extremismo, las falsas enseñanzas de Coe de que la sanidad está garantizada en la expiación es compartida por las Asambleas de Dios. El pretendía que el consultar médicos estaba conectado con la marca de la bestia (Simson, El Sanador de Fe, p. 164). En Febrero 1956, en la cruzada de sanidad en Miami, Florida, Coe impuso sus manos sobre un niño quien estaba atacado por la poliomielitis. A la madre del muchacho, Ann Clark, le fue dicho por Coe: “Si usted cree que Jesús sana al muchacho, tómele de los brazos, y levántelos”. Ella inmediatamente removió las abrazaderas de las débiles piernas del muchacho, pero cuando intentó dar un paso, cayó al piso. Creyendo la falsa enseñanza que Coe y otros sanadores de fe predicaron de que Dios ha prometido la sanidad de su muchacho a través de la fe. La señora Clark determinó no volver a poner las abrazaderas. Pronto las piernas del muchacho comenzaron a hincharse y ella lo llevó a un doctor, quien ordenó que volvieran a ponerse las abrazaderas. Su carta a Jack Coe, buscando su consejo, fue ignorada. Ella contactó a la policía y Coe fue acusado de practicar la medicina sin licencia. Después de un altamente publicitado litigio, el juez desechó el caso. La triste experiencia de la señora Clark nos recuerda que el camino del movimiento pentecostal está tachonado con este tipo de angustias a causa de que promete cosas que Dios no ha prometido.
Aunque él enseñó que la sanidad estaba garantizada en la expiación y advirtió a sus seguidores contra el usar la medicina y consultar médicos, Coe fue al hospital cuando él cayó enfermo con poliomielitis solamente unos pocos meses después del anteriormente mencionado juicio. Él sucumbió a esta enfermedad unas pocas semanas más tarde, y es difícil no ver la mano de Dios en tan notable coincidencia. Luego de la muerte de Coe, su viuda publicó una serie de artículos exponiendo el fraude de claves evangelistas de la sanidad.
CHARLES PRICE
CHARLES PRICE (1880-1947) fue otro de los famosos evangelistas sanadores de la teología de la lluvia de los últimos días, de la primera mitad del siglo veinte. Él abandonó su teología modernista después de concurrir a reuniones de Aimee Semple McPherson tempranamente en 1920 y fue “Bautizado en el Espíritu” pronto en lo sucesivo. Comenzando en 1922 él condujo cruzadas de sanidad en muchas partes del mundo. En 1923, siguiendo una cruzada de Price en Vancouver, British Columbia, un grupo de médicos, profesores, abogados, y ministros, siguieron cuidadosamente las sanidades alegadas. De las 350 personas que habían afirmado ser sanadas, no pudieron encontrar ningún cambio físico en las condiciones de 301, 31 habían muerto dentro de los seis meses de la reunión, cinco llegaron a ser dementes, y otras cinco aparentaban estar curadas de “desordenes nerviosos” (D. Richard Wolfe, “Sanidad de Fe y Fe Sanadora”, Journal of the Indiana Medical Association, 53, Abril 1959, citado de Eve Simson, El Sanador de Fe, St. Louis: Concordia, 1977, p. 166).
JAMAICA
Algunos de los evangelistas de sanidad Pentecostales de la década de 1950 reportaron que cientos de personas sordas fueron sanadas durante reuniones en JAMAICA. En 1962 G. H. Montgomery, asociado con la viuda de Jack Coe, Juanita, expuso este fraude con el siguiente reporte: “Algunos de esos mismos evangelistas reportaron que literalmente cientos de personas sordas fueron sanadas y recibieron su audición en las reuniones de Jamaica. Ahora bien, sucede que nosotros tenemos una hija misionera en Jamaica que trabaja exclusivamente con personas sordas. En cinco años de trabajo con esas personas, ni ella ni sus colegas han encontrado siquiera una sola persona que fuera sanada de sordera total” (Harrell, All Things Are Possible, p. 142).
ÁFRICA
Muchas de las más asombrosas sanidades y resurrecciones y otros milagros reportados por la gente de la lluvia tardía supuestamente ocurren en ÁFRICA y Asia y Sud América, lejos de aquellos a quienes les está siendo dicho sobre los milagros. Muchas veces, cuando alguien tiene ocasión de seguir cuidadosamente esos milagros, se encuentra que ellos son falsos. En 1984 el evangelista Duncan Leighton siguió al equipo de DEREK PRINCE a través de Zambia donde miles de milagros de sanidad fueron pretendidos. Los esfuerzos de Leighton para documentar sanidades milagrosas genuinas fueron infructuosas (Leighton, Señales, Uno se Maravilla, citado en La Epidemia de Sanidad, p. 216). Un misionero doctor que siguió cuidadosamente sobre los reportes de sanidades milagrosas en África en la mitad de la década de 1940 tampoco pudo encontrar alguna genuina sanidad orgánica. “Yo no he encontrado un simple caso de indudable cura probada por examen médico de la condición clínica antes y después de la supuesta sanidad” (Ibid., p. 219).
DAVID DUPLESSIS
Otro ejemplo de la confusión que ha caracterizado el movimiento pentecostal a través de su historia es el ministerio de DAVID DUPLESSIS (1905-1987), uno de los hombres clave en traer juntos a los Pentecostales y a los Católicos Romanos. Los padres de Duplessis vinieron bajo la influencia de misioneros Pentecostales de la Ciudad de Sión de John Dowie. Ellos fueron excluídos de la Iglesia Reformada Holandesa en Sudáfrica cuando aceptaron las doctrinas heréticas del avivamiento milagroso de la lluvia tardía, la sanidad en la expiación, y el bautismo del espíritu con la evidencia de las lenguas. El padre de Duplessis llegó a ser un predicador Pentecostal de tiempo parcial y rehusó permitir a su familia tomar medicinas o visitar doctores. Él aún rechazó el cuidado veterinario para sus animales y fue brevemente encarcelado por causar la innecesaria muerte de ganado plagado. David Duplessis pretendió que tuvo una experiencia Pentecostal de bautismo del espíritu en 1918, y en 1930 fue ordenado predicador Pentecostal. Seis años más tarde el evangelista Pentecostal Smith Wigglesworth profetizó sobre Duplessis que él sería uno de los instrumentos de Dios en un inminente avivamiento ecuménico mundial. Para la década de 1950 Duplessis llegó a estar inmerso en la tarea del ecumenismo. Él predicó que Dios estaba derramando el poder de la lluvia tardía justo precediendo al retorno de Cristo. Viajó extensamente, visitando a los líderes apóstatas de las denominaciones principales. Llegó a ser amigo de los líderes modernistas del Concilio Mundial de Iglesias y participó en la segunda asamblea del Concilio en 1954 y en la tercera asamblea en 1961. Fue invitado al Vaticano a hablar personalmente con el Papa Juan XXIII y fue el único Pentecostal invitado a concurrir al Concilio Católico Romano Vaticano II de mediados de la década de 1960. En su autobiografía él testifica que su corazón se quebró y él literalmente lloró durante la realización de una misa Católica (Un Hombre Llamado Mister Pentecostés, p. 215). A lo largo de esas experiencias, Duplessis pensaba que él estaba guiado por el Señor a causa de las “profecías” que él había recibido y también a causa de varias poderosas experiencias emocionales y espirituales. Cuando él se encontró con 24 líderes ecuménicos modernistas en 1956, por ejemplo, dijo que “sintió un tibio resplandor viniendo sobre mí” y que su actitud de juzgar la doctrina se deshizo. “Sentí tal amor y compasión por esos líderes eclesiásticos que yo más bien habría muerto por ellos que dictarles sentencia”. El contrastó eso con los “viejos días” cuando él hubiera denunciado su falsa teología (Un Hombre Llamado Mister Pentecostés, p. 181). Cuando primero visitó el Vaticano, Duplessis pretendió que una experiencia similar causó que su prejuicio contra el Catolicismo se deshiciera de modo que en lo sucesivo él podría fácilmente aceptar a los sacerdotes católicos como hermanos en Cristo sin ningún enjuiciamiento de ninguna clase considerando su doctrina. Por poderosas experiencias emocionales en misa durante el concilio Vaticano II, Duplessis dijo que fue depurado enteramente de la suspicacia sobre la doctrina Católica (p. 216).
Cuando joven Duplessis fue preparado para el engaño que experimentó en el movimiento ecuménico. Él pretendió que obtuvo su guía de Dios en revelaciones directas y también a través de “lenguas”. En su autobiografía, dijo que en su temprana vida espiritual Dios le mostró que las lenguas eran un medio para determinar la voluntad divina. “... la luz se encendió. Yo estuve ablando a Dios en lenguas, y Él estuvo hablándome de vuelta en mi mente. Comencé a encontrar bellas revelaciones de ese modo. ....Orar en lenguas probó ser un maravilloso paso en abrirme paso hacia afuera de tal punto muerto [en no ser hábil para discernir la voluntad de Dios]. Yo meramente oraría en lenguas, y si la idea se mantenía firme, entonces yo sabría que ella era real” (Un Hombre Llamado Mister Pentecostés, pp. 76-78). Este testimonio refleja la profunda y espeluznante ignorancia espiritual que causó que Duplessis fuera guiado de engaño a engaño a través de su vida. El movimiento Pentecostal ha estado caracterizado por esta confusión y engaño a través de toda la centuria. Aunque Duplessis perdió sus credenciales ministeriales con las Asambleas de Dios por algún tiempo por su radical ecumenismo, él retuvo su membresía en una congregación de Asamblea de Dios y sus credenciales ministeriales fueron formalmente rehabilitadas por las Asambleas de Dios en 1980.
SMITH WIGGLESWORTH
SMITH WIGGLESWORTH (1859-1947) fue un famoso evangelista Pentecostal y sanador de fe. Muchos libros han sido escritos sobre su inusual vida. El se convirtió en una iglesia Metodista, confirmado como un Anglicano, y cuando joven estuvo asociado con el Ejercito de Salvación y los Hermanos de Plymouth. En 1907 él pretendió que fue “bautizado en el Espíritu Santo” luego de que fueran impuestas las manos sobre él por Mary Boddy, quien alegó haber tenido una experiencia Pentecostal solamente un mes antes de aquel. La señora Boddy creyó en la doctrina de la sanidad en la expiación. pero ella pasó los últimos dieciséis años de su vida como inválida. Wigglesworth, también, creyó que la sanidad física está garantizada en la expiación de Cristo. El enseñó contra el uso de toda medicina. El creyó que señales y maravillas seguirían siempre la predicación del Evangelio. Él enseñó que un Cristiano puede ser justificado y santificado pero todavía no tener todo lo necesaria de las cosas de Dios. “Las personas no están nunca seguras hasta que ellas son bautizadas con el Espíritu Santo” (Wigglesworth, “El Lugar del Poder”, Junio 1916, reimpreso en La Unción de Su Espíritu, p. 151). Él enseñó que los pañuelos sobre los cuales se oraba traerían vida si se los llevaba con fe al enfermo (La Unción de Su Espíritu, p. 231). Él enseñó: “Jesús vino a dejarnos libres de pecado, a liberarnos de la enfermedad, para que así pudiéramos avanzar en el poder del Espíritu y ministrar a los necesitados, enfermos, y afligidos” (Wigglesworth, “La Vida Divina Trae Salud Divina”, Pentecostal Evangel, Enero 17, 1942). Él pretendió que el Cristiano tenía el poder de llamar a las cosas a la existencia: “Dios declara, ‘Ustedes tienen un ungimiento’. Crean a Dios y verán esto suceder. Que lo que ustedes digan llega a ocurrir. Pronuncien la palabra y el atado será libre, el enfermo será sanado” (Wigglesworth, “Poder de lo Alto”, Pentecostal Evangel, Mayo 27, 1944).
Igual que los predicadores de Palabra de Fe de hoy, Wigglesworth falló en hacer una apropiada distinción entre la persona y ministerio de Jesucristo y aquel del Cristiano. Él pretendió que Jesús creció en la plenitud de Dios y en el poder del Espíritu Santo. “Quiero que ustedes entiendan que después de las pruebas, después de todas las tentaciones y después de cada cosa, Jesús emergió más lleno de Dios, más revestido del Espíritu, más pronto para la lucha” (Wigglesworth, “El Lugar del Poder”, Junio 1916, Reimpreso en La Unción de su Espíritu, p. 146). Eso es herejía. El Señor Jesucristo fue Dios el Hijo. Él no podía ser “más lleno de Dios”. Luego, a Él le fue dado el Espíritu sin medida (Juan 3:34). El Señor Jesucristo no vino para ser nuestro ejemplo; Él vino para ser nuestro Salvador (Lucas 19:10). Wigglesworth también enseñó que el Cristiano puede operar en el mismo poder omnipotente que Cristo ejercitó. “¿Se atreve a venir en el lugar de la omnipotencia? ... El designio de Dios es traerle al lugar donde usted será un hijo revestido con el poder de dones y gracias, ministerios y operaciones, para traerle a usted a la gloria, vestido con la majestad del cielo. Porque él traerá muchos hijos e hijas a la gloria: hasta la semejanza de hijo, perfección de hijo” (Wigglesworth, “Los Privilegios del Ser Hijo”, Agosto 1924, reimpreso en La Unción de Su Espíritu, p. 221). Esto es muy similar a la falsa teología de los Manifiestos Hijos de Dios de la perfectibilidad de ciertos santos, y es la misma herejía que hoy es enseñada por Kenneth Hagin, Kenneth Copeland, y otros maestros de Palabra de Fe. De nuevo ésta es una confusión de esta vida presente con aquella que está por venir. Ellos podrán burlarse de esta afirmación, pretendiendo que mi problema es incredulidad y ceguera espiritual, pero permanece el hecho de que ellos no pueden hacer los milagros que Cristo realizó. El Señor Jesucristo nunca condujo una cruzada de sanidad y nunca levantó una ofrenda antes de realizar Sus señales y maravillas. Él no hizo tener alguna música rock para incitar a la multitud. Él no rió histéricamente o se tambaleó igual que un hombre borracho. Él pudo levantar los muertos y sanar cada enfermedad sin fallar. Ningún predicador Pentecostal ha sido nunca capaz de hacer eso.
Wigglesworth enseñó una forma de perfección sin pecado. Él afirmó “Yo estoy entendiendo muy ciertamente en estos días que existe una santificación del Espíritu donde los pensamientos son santos, donde la vida es bella, sin mancha” (Wigglesworth, “Count It All Joy”, Agosto 1925, reimpreso en La Unción de Su Espíritu, p. 226). Oh, si eso fuera verdad, pero no lo es. El Apóstol Pablo describió su experiencia en estas palabras: “Porque yo se que en mí (esto es, en mi carne), no mora cosa buena: porque el querer está presente en mí; pero como realizar aquello que es bueno no lo encuentro. ...¡Oh miserable hombre que soy! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte” (Romanos 8:18, 24, KJV). Existe la victoria espiritual por medio del Espíritu Santo en esta vida, pero ella no es la experiencia descripta por Wigglesworth. Ella no es una vida en la cual los pensamientos son perfectamente santos y en la cual no hay mancha. Esa sería la destructiva herejía del perfeccionismo, de la completa santificación, que ha guiado a multitudes de personas sinceras al sendero de la confusión y la desesperación. Alentar a las personas a buscar y demandar lo que Dios no ha prometido es exponerlas al engaño demoníaco y al fanatismo carnal.
El popular comentador de la Biblia Harry Ironside comenzó su ministerio desde joven con el Ejército de Salvación. El buscó arduamente la experiencia de la perfección sin pecado, y en un punto el pensó que “la tuvo”. ¡Ay!, sin embargo, el pronto comprendió que su vieja naturaleza de pecado estaba todavía presente y activa. En una gran desesperación él fue encomendado a un hospital en un estado de colapso emocional y espiritual. Allí Dios lo trajo en contacto con literatura que enseñaba la manera de la santificación bíblica y por medio de Cristianos que pudieron ayudarle a entender correctamente su salvación. Él llegó a ser establecido en la Fe y continuó para tener un largo y fructífero ministerio de la Palabra de Dios. Su testimonio está en el libro La Santidad: Lo Falso y lo Verdadero, el cual está publicado por Loizeaux Brothers, P. O. Box 277, Neptune, NJ 07754-0277. 800-526- 2796 (orders), 908- 774-0641 (fax). Este libro también está disponible en la sección “Carismática” de la Base de Datos de la Apostasía de los Últimos Tiempos en el sitio web de Way Of Life Literature:
http://wayoflife.org/ ~dcloud/.
Wigglesworth predicó constantemente sobre el poder de la fe, pero él falló en contrapesar su enseñanza con la absoluta necesidad de someter la fe de uno a la soberana voluntad de Dios. Él falló en distinguir propiamente entre esta vida presente y la vida de la resurrección que está por venir (Romanos 8:18-25). En lugar de eso él enseñó: “Jesús quiso tenernos avanzando en la divina semejanza, en la fuerza de la resurrección, en el poder del espíritu, para caminar en fe y entender su Palabra, lo que él quiso decir cuando dijo que nos dará poder sobre todo el poder del enemigo. Cristo puede subyugar todas las cosas hasta que cada cosa llegue a una perfecta armonía con su voluntad” (Wigglesworth, “La Substancia de las Cosas que se Esperan”, Pentecostal Evangel, Octubre 25, 1924). Este es un destructivo error doctrinal que hace que la gente sea confundida sobre que ellos pueden y que no pueden esperar de Dios en este presente tiempo. Tal falsa enseñanza produce gran confusión y resulta en el derrumbe de la fe de gran número de personas quienes, habiendo tratado de ejercitar la fe de la que hablan los predicadores Pentecostales y habiendo fallado en lograr el milagro deseado, se rinden en gran desesperación. La fe es la confianza en Dios y Su Palabra NO IMPORTA EN QUE CIRCUNSTANCIAS, ya sea que Él haga milagros o ya sea que no haga milagros. La Fe es esperar en Dios quien traerá sus promesas para que ocurran, sin considerar lo que estoy experimentando en esta vida presente. Hebreos 11 nos recuerda que existen dos especies de fe: aquella que vence las dificultades (Hebreos 11:32-35a) y aquella que soporta las dificultades (Hebreos 11:35b-40).
A pesar de que él enseñó que Dios promete perfecta salud física y que el Cristiano puede obrar los mismos dones de señal que Cristo exhibió, muy pocos de quienes buscaron la ministración de sanidad de Wigglesworth fueron aún sanados. Su propia esposa murió apenas seis años después de que él llegó a ser Pentecostal, y su hijo murió dos años después de aquello. Su hija, quien asistía en sus reuniones, nunca fue sanada de su sordera. Por tres años Wigglesworth mismo sufrió con piedras de la vesícula.
En 1936 Wigglesworth dio una profecía del antes mencionado David Duplessis de que Dios derramaría Su Espíritu sobre todas las denominaciones y que la experiencia Pentecostal barrería el mundo. A Duplessis le fue dicho que él jugaría un papel significativo en ese movimiento. El cumplimiento de la profecía ha probado que esta no era de Dios. El Espíritu Santo es el Espíritu de Verdad (Juan 14:17; 15:27; 16:13; 1 Juan 4:6), y dondequiera que Él toma dominio en las vidas de los hombres Él ilumina sus mentes para la verdad y hace que ellos aborrezcan el error. En contraste con esto, la “renovación” ecuménica-Carismática con la cual David Duplessis se asoció, es un movimiento que confirma a la gente en su error doctrinal. Los Católicos permanecieron comprometidos hacia las herejías de Roma. Los Modernistas permanecieron comprometidos hacia su incredulidad. Los miembros de denominaciones apóstatas permanecieron comprometidos hacia la apostasía. El avivamiento ecuménico-Carismático ha derrumbado las paredes entre la verdad y el error y ha sido uno de los principales pegamentos del movimiento de la iglesia mundialmente única de los últimos tiempos.
KENNETH HAGIN, SR.
KENNETH HAGIN, SR. (1917- ) [N.T.: “SR.” en este caso es la abreviatura de Senior para diferenciarlo de su hijo el Hagin Jr., es decir el Junior] es uno de los más influyentes líderes Pentecostales hoy. Él pretende que sus enseñanzas le fueron dadas por Dios, pero en los hechos él plagió con exceso de los escritos de E. W. KENYON (1867-1948). D. R. McConnell, en su libro Un Evangelio Diferente, documentó esto con páginas de comparación probando más allá de toda cuestión que Hagin plagió los escritos de Kenyon. McConnel introduce esta sección de su libro diciendo: “Hagin verdaderamente ha copiado palabra por palabra sin documentación desde los escritos de Kenyon. Los siguientes extractos de plagios de no menos de ocho libros de E. W. Kenyon son presentados como la evidencia para esta acusación. Éste es solamente un ejemplo de tal plagio. Muchos más podrían ser citados”. El Plagio no es solamente un engaño, es un delito.
Kenyon fue un pastor Bautista y nunca se unió al movimiento Pentecostal (aunque él se movió en círculos Pentecostales hacia el fin de su vida), pero su pionera emisión de radio y sus voluminosos escritos tuvieron amplia influencia en los movimientos de la Vida más Profunda y el Pentecostal-Carismático. Aunque él no usó el término “revelación” para describir sus enseñanzas, presentó su doctrina como nueva y decisiva en la historia. Él pretendió que si su mensaje era seguido crearía una raza de amos de Cristianos que tendrían completo poder sobre los demonios y las enfermedades. En su libro Identificación, él afirmó: “Cuando estas verdades realmente ganen la preeminencia en nosotros, ellas nos harán superhombres espirituales, amos de los demonios y las enfermedades. ...Ello será el fin de la debilidad y la falla” (Identificación, Seattle: Sociedad de Publicación del Evangelio de Kenyon, 1968, p. 68). En sus años tempranos Kenyon fue influenciado por el perfeccionismo sin pecado Metodista y por la doctrina del Nuevo Pensamiento. Es obvio que él tomó prestado en exceso de esta última. D. R. McConnell traza diestramente esa conexión en su libro Un Evangelio Diferente. En 1892 Kenyon se enroló en el Colegio Emerson de Oratoria, “una institución que estaba absolutamente inundada con ideas y prácticas metafísicas y ocultistas” (McConnell, Un Evangelio Diferente, p. 34). Charles Wesley Emerson, la cabeza del colegio Emerson, era un ministro Unitario y finalmente se unió al movimiento Ciencia Cristiana de Mary Baker Eddy. Un número de graduados de Emerson continuaron para llegar a ser prominentes practicantes de Ciencia Cristiana. Un graduado de Emerson compiló La Completa Concordancia de los Escritos de Mary Baker Eddy. Otro graduado escribió el libro Doce Años con Mary Baker Eddy. “La religión [de la institución Emerson] fue una verdadera ensalada de las fuentes en que se basaba la metafísica del Nuevo Pensamiento: Platonismo, Swedenborgianismo, Unitarianismo de Nueva Inglaterra, y Trascendentalismo de Emerson. La totalidad de todos esos elementos fueron mantenidos juntos por una pesada cita probatoria de la Biblia [N.T.: Citas fueras del contexto total de la Biblia] y por un casi Darwiniano punto de vista de la evolución de las religiones de la humanidad la cual terminaba en un hombre llegando a ser Dios” (Ibid, p. 35). Aunque Kenyon pretendió estar opuesto a los cultos del Nuevo Pensamiento y aunque reclamó que derivaba sus enseñanzas estrictamente de la Biblia, es incuestionable que él incorporó muchas ideas del Nuevo Pensamiento en su doctrina. Igual que el Nuevo Pensamiento, Kenyon enseñó que lo espiritual es la causa de todo efecto físico y que la confesión positiva tenía el poder de crear su propia realidad. Él creía que la sanidad y otros milagros en progreso son necesarios para demostrar la realidad del Cristianismo. Él consideró sus escritos “ser una maravillosa nueva interpretación de las Escrituras, un ‘nuevo tipo de Cristianismo’, que traería sanidad y prosperidad a todos los que poseyesen el conocimiento de su revelación de la Biblia” (McConnell, p. 50).
Las enseñanzas de la confesión positiva de Kenneth Hagin, las cuales él derivo al menos parcialmente de Kenyon, ha desovado un movimiento entero dentro del moderno Pentecostalismo, y sus proponentes tienen una vasta influencia. El Diccionario de los Movimientos Pentecostal y Carismático admite que: “Los escritos de Kenyon llegaron a ser la fuente para los ministerios de Kenneth Hagin, Kenneth Copeland, Don Gossett, Charles Capps, y otros en el mundo de los movimientos de Palabra de Fe y la Confesión Positiva”. Este Diccionario también nota que Kenyon influenció a Ern Baxter, F. F. Bosworth, David Nunn, T. L. Osborn, Jimmy Swaggart, “y muchos otros”. En una encuesta hecha por la revista Charisma en 1985, siete maestros de Palabra de Fe se ubicaban entre los primeros 24 más influyentes líderes Carismáticos. Kenneth Hagin, Sr. se ubicaba tercero. El recomendado de Hagin: Kenneth Copeland se ubicaba segundo. Otros maestros de Palabra de Fe listados en la encuesta fueron Marilyn Hickey, Fred Price, Robert Tilton, John Osteen, y Norvel Hayes.
Hagin enseña que la muerte física de Cristo no removió el pecado. Más bien, fue la supuesta muerte espiritual de Cristo y sus supuestas luchas en el infierno las que removieron el pecado. Hagin enseña que Cristo fue enviado al infierno y que allí él peleó contra Satán y los demonios y que por su victoria sobre ellos él nació de nuevo. Ésta es una herejía de la más grande especie. La Biblia afirma llanamente que nosotros somos redimidos por la muerte y la sangre de Cristo (Hechos 20:28; Hebreos 9:14; 10:10). La expiación fue consumada en la cruz. Cuando Cristo despidía Su espíritu de su cuerpo, Él gritó: “consumado es” (Juan 19:30). El Señor Jesucristo no nació de nuevo; Él nunca estuvo perdido. El llevó nuestros pecados, pero Él nunca fue un pecador. Él nunca fue atormentado en el infierno por Satán y los demonios. En ninguna parte la Biblia dice que Satán está en el infierno o que él tiene alguna influencia en el infierno. Un feliz día en el futuro él será atado por 1.000 años en el abismo (Apocalipsis 20:1-3) y al final él será arrojado en el lago de fuego (Apocalipsis 20:10), pero en ninguna parte de la Biblia dice que Satán es el amo del infierno.
Hagin además enseña que el Cristiano es una encarnación de Dios igual que Jesús lo fue. “El creyente es tanto una encarnación como lo fue Jesús de Nazaret” (Hagin, “La Encarnación”, El Mundo de la Fe, Diciembre 1980, citado de Hank Hanegraaff, Cristianismo en Crisis, pp. 175, 397). Esa es una gruesa herejía. El Señor Jesucristo es Dios manifestado en la carne. Él es el eterno Hijo de Dios. En ninguna parte se dice del creyente que es una encarnación del Dios Todopoderoso. El Señor Jesucristo realizó milagros para demostrar que Él fue el Hijo de Dios, el Mesías Prometido. Ningún Cristiano puede hacer las cosas que Cristo hizo. Ningún predicador Pentecostal ha sido aún capaz de realizar los milagros que Cristo realizó. Es una confusión blasfema pretender que él creyente es una encarnación de Dios igual que Cristo lo fue.
Hagin ha sido guiado por supuestas visitaciones de ángeles y del Señor Jesucristo mismo. Su libro Yo Creo en las Visiones describe ocho de ellas. La séptima ocurrió en Diciembre 12, 1962. Hagin reclama que el Señor le profetizó a él en esta visitación que Él comenzaría pronto a moverse entre todas las denominaciones para “traerles a una plena salvación y al bautismo del Espíritu Santo”. Hagin pretende que Jesucristo le dijo que él jugaría una parte en este avivamiento milagroso ecuménico. Como hemos visto, una similar profecía fue dada a David Duplessis por Smith Wigglesworth en 1936. El movimiento ecuménico-Carismático que ha desde entonces barrido la Iglesia Católica Romana y las principales denominaciones Protestantes parecería ser un cumplimiento de esas profecías. Duplessis fue el primero en llevar experiencias Pentecostales a la Iglesia Católica Romana. Él fue el único Pentecostal en concurrir al Concilio Vaticano II de Roma a mediados de la década de 1960. No obstante, el exitoso movimiento ecuménico-Carismático no ha estado basado en la Palabra de Dios. Los Carismáticos Católicos que han recibido el “bautismo del Espíritu Santo” no se han alejado de las herejías de Roma, sino que en lugar de ello han encontrado que su amor por la herejía ha sido reavivado. Ellos se han enamorado con la falsa María Católica y con la falsa misa Católica y con el blasfemo oficio del papa. Yo he presenciado de primera mano el fruto inescritural del movimiento ecuménico Carismático. En 1987 y otra vez en 1990 concurrí con credenciales de la prensa a dos de las más grandes conferencias Carismáticas alguna vez hechas. Ellas fueron organizadas por el Congreso de Norte América sobre el Espíritu Santo y la Evangelización Mundial. Alrededor de 40 denominaciones estuvieron representadas. Cincuenta por ciento de los concurrentes fueron Católicos Romanos. Una misa católica fue realizada cada mañana. El sacerdote Católico Tom Forrest desde Roma trajo el mensaje de conclusión en ambos encuentros. ¡En Indianapolis Forrest predicó un mensaje sobre porqué él estaba agradecido por el Catolicismo Romano, y dijo que alababa al Señor por María la Reina del Cielo y por el purgatorio! Con la autoridad de la Biblia puedo testificar que el “avivamiento” ecuménico-Carismático esta inspirado demoníacamente a causa de que produce el error doctrinal en lugar de la verdad. El Espíritu Santo es el Espíritu de VERDAD.
Hagin ha enseñado un evangelio de la sanidad-prosperidad. Él dice: “Igual que la salvación, la sanidad es un don, ya pagado en el calvario. Todo lo que nosotros necesitamos hacer es aceptarlo. Todo lo que nosotros necesitamos hacer es tomar posesión de la promesa que es nuestra. Como hijos de Dios, nosotros necesitamos entender que la sanidad nos pertenece” (Hagin, La Sanidad nos Pertenece, p. 32). El además dice: “Dios es glorificado a través de la sanidad y la liberación, no a través de la enfermedad y el sufrimiento” (Hagin, La Clave para la Sanidad Escritural, p. 17). Sin embargo, las pretensiones de Hagin no coinciden con la realidad. Unos pocos años atrás el pretendió que no había estado enfermo en 60 años, pero realmente él ha tenido varias crisis cardiovasculares, una duró seis semanas. ¡Queridos amigos la afección del corazón es una enfermedad!.
Respecto a la prosperidad, Hagin pretende que el Señor le habló en una visión en 1959 con las palabras: “Si tu aprendes a seguir aquel testigo interior te haré rico. Te guiaré en todos los asuntos de la vida, financieros como también espirituales”. (Hagin, Cómo Ser Guiados por el Espíritu Santo). En un artículo “Cómo Dios me Enseñó sobre la Prosperidad”, Hagin pretende que Jesucristo le enseñó a no pensar que es malo ser ricos. Supuestamente Cristo le dijo a él “no ores más por dinero; que es lo que tu has estado orando. CLAMA POR LO QUE SEA QUE TU NECESITES”. Cristo supuestamente enseñó además a Hagin que tenía ángeles personales quienes pueden ser mandados ha hacer sus requerimientos. Hagin dice que Cristo le dijo a él en 1963 que los ángeles estaban esperando por su orden para proveer sus deseos materiales. “Ellos están esperándote a ti para que les des la orden, tal como la camarera no puede hacer nada por ti hasta que tú le des la orden” (Hagin, Yo Creo en las Visiones, p. 126).
Ésta es la causa para los términos “palabra de fe” o “confesión positiva”. Que aquello que el creyente confiese con su boca será verdadero en la realidad. Varias formas de esta falsa idea se han esparcido a través de muchas partes del movimiento Pentecostal-Carismático hoy.
El ministerio de Hagin ha estado caracterizado por fenómenos que nosotros caracterizaríamos como demoníacos. El inescritural fenómeno del “matar del espíritu” ha sido una parte grande de su ministerio. El describe muchas personas que han caído en trances durante sus reuniones. El reclamó que una adolescente estuvo en trance por casi nueve horas, y que cuando él y un pastor trataron de moverla, ambos fueron incapaces de despegarla del piso, a pesar del hecho de que el pastor era un hombre grande que pesaba más de 200 libras. Él contó de otras personas estando pegadas al piso de modo que ninguno podía moverlas. En una ocasión, cuando alguien hubo levitado en una reunión [N. T.: Se refiere al fenómeno sobrenatural y diabólico de la levitación, cuando una persona se eleva en el aire sobrenaturalmente], la esposa de Hagin y otras dos personas cuestionaron si esto era o no del Señor. Él [N. T.: Hagin] pretendió que Dios le instruyó que tocara a los tres [N. T.: a su esposa y las otras dos personas que cuestionaban] en la frente con su dedo meñique, y cuando lo hizo, ellos fueron derribados al piso y paralizados de modo que no podían incorporarse. No les era permitido levantarse hasta que reconocieran que el poder de Hagin era de Dios. Cuando ellos lo admitieron, Hagin los tocó otra vez con su dedo y ellos fueron soltados (McConnell, p. 64). Hagin dijo de una mujer quien danzó sobre una plataforma y levitó en el aire mientras ella estaba “danzando en el Espíritu”. Él pretendió haber visitado tanto el Cielo como el Infierno.
Hagin ha estado en el centro del presente Avivamiento de la Risa. Hemos relatado anteriormente que fue durante una cruzada de Rodney Howard-Browne en la iglesia de Hagin que el pastor de La Viña: Randy Clark recibió la “unción” que él posteriormente llevó a Toronto. He visto grabaciones de video de una conferencia conducida por Kenneth Hagin, Sr., Kenneth Hagin, Jr., y Kenneth Copeland en Chesterfield, Missouri, Octubre 12-24, 1997. Ésta es una de las más extrañas e inescriturales cosas que jamás he presenciado. Hagin, Sr. se tambaleó alrededor igual que un borracho, sacando su lengua afuera y contorsionándola igual que una serpiente. Él soplaba y siseaba y jadeaba, soplando sobre las personas, ondeando sus brazos hacia ellas, golpeándolas en la cabeza, mientras filas enteras de gente caían o se deslizaban de sus asientos en un estupor de ebriedad cuando él trastabillaba por allí. Las mujeres caían al piso en toda suerte de posiciones comprometedoras y tenían que ser cubiertas con la asistencia de damas que estaban asignadas para aquella tarea. Kenneth Copeland y Kenneth Hagin, Jr., estaban justo en medio de la locura, actuando como si estuvieran completamente borrachos con licor, rodando sobre el piso, haciendo extraños ruidos, riendo histéricamente sin razón evidente. Uno de los ayudantes de Hagin, un hombre grande que estaba intentando sostener a Hagin Sr. derecho, fue tomado con embriaguez y cayó en el regazo de una mujer atractiva. El pandemónium y la confusión reinaban. Cuatro hombres fueron requeridos para ayudar al borracho Hagin a retroceder sobre la plataforma de orador.
La influencia de Hagin ha sido fenomenal. Miles de estudiantes se han graduado de su Centro de Entrenamiento de la Biblia: Rhema, y han ido a través del mundo plantando iglesias que siguen el patrón de su ministerio. El propósito declarado de Rhema es “producir graduados que harán avanzar la gran renovación carismática que Dios ha enviado en nuestro tiempo”. Su programa diario de radio es emitido en más de 180 estaciones en los Estados Unidos y por onda corta a alrededor de 80 países. En la década de 1980, más de tres millones de sus 85 libros y medio millón de sus sermones en audio casettes estuvieron siendo distribuidos cada año. Su revista mensual Palabra de Fe va a 190.000 hogares.....
Shalom......שלום....