La Paz del Señor.
Es un poco extenso mi aporte, pero creo que tiene relación con la importancia del tema tratado. El Espíritu del Señor les de ánimo para leerlo.
El Arrebatamiento en la Venida del Señor Jesús, que esperamos.
El sentir que me ha movido a buscar del Señor respecto de su Venida y de nuestro encuentro con Él, obedece a la necesidad colaborar en el estudio de las Escrituras. El motivo principal de este escrito, es que revisemos las señales que acotan los tiempos de la Venida de nuestro Señor, relacionados con la vida de la Iglesia, es decir, con los hechos que vivirá la Iglesia en los tiempos previos a la Venida del Señor, sin que esto signifique que diremos si es mucho o poco el tiempo que queda, sino que es necesario que sepamos lo que nos espera hasta la venida del Señor para no andar livianamente y hacer provisión para los días restantes, y además para estar preparados precisamente para esos precisos momentos. No obstante, este compartir podría aparecer como el anuncio de un determinado tiempo, pero me es inevitable, ya que por las Escrituras seremos guiados a vivir con ojos y corazón entendido, y no a tientas como si no tuviéramos el Espíritu., confirmando la enseñanza de que nosotros no debemos decir como Gamaliel ;
Hechos 5:38
Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos;
porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se
desvanecerá;
mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal
vez hallados luchando contra Dios.
ya que esto era lo más sabio que él podía decir, pero nosotros tenemos el Espíritu Santo que nos revela todo lo que requerimos, así que no nos conviene sentarnos a esperar a ver que pasa como si no lo tuviésemos.
1 Tesalonicenses 5:2
Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor
vendrá así como ladrón en la noche;
que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre
ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer
encinta, y no escaparán.
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que
aquel día os sorprenda como ladrón.
aún más, esto de que "como ladrón en la noche" dada en los evangelios, no es señal para la Iglesia;
San Lucas 12:41
Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a
nosotros, o también a todos?
Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se
preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos
azotes.
Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será
azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado
mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya
confiado, más se le pedirá.
...se entiende claramente que era para toda la gente.
Entonces busquemos en las escrituras lo referente a la realidad de la Iglesia en los últimos días.
Isaías 28:16
por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he
puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada,
angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no
se apresure.(otra versión: "no será perturbado")
Isaías 28:17
Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y
granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas
arrollarán el escondrijo.
Isaías 28:18
Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro
convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión
del azote, seréis de él pisoteados.
Isaías 28:19
Luego que comience a pasar, él os arrebatará; porque de
mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será
ciertamente espanto el entender lo oído.
Bendito sea el Señor por sus profecías, las cuales se cumplen a cabalidad, si revisamos el vrs.16 veremos a nuestro Señor y nuestra realidad en Él, en el 17 la justicia del Señor según Él dará justificación, en 18 vemos nuestra Salvación (Gracias Señor), pero también vemos nuestra entrega al turbión del azote, que veremos habla de la gran tribulación, pero no quedaremos ahí ni seremos destruidos sino que, (en el 19) cuando comience a pasar seremos ARREBATADOS. ¡ALELUYA!
Os ruego que no os apresuréis en juzgar ni desechéis lo que digo, ¿Negaréis el cumplimiento total de una profecía tan importante para nosotros?, veamos que de esta profecía fue tomado el siguiente texto para predicar en fundamento de la Iglesia;
1 San Pedro Apóstol 2:6
Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo,
escogida, preciosa;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
y el resto de la profecía ¿la desecharemos? Nos libre el Señor y nos ayude a entender. Para esto, examinaremos el testimonio de dos varones hermanos que fueron arrebatado (Pablo) al tercer cielo y en visión en el Espíritu (Juan), y que vieron y oyeron respecto también de esto.
2 Corintios 12:2
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en
el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios
lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
Este Pablo que estuvo en el tercer cielo dice:
1 Tesalonicenses 4:15
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que
nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida
del Señor, no precederemos a los que durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y
los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con
el Señor.
1 Corintios 15:51
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero
todos seremos transformados,
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos
serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados.
Pablo habla de una señal muy clara que se dará en el tercer cielo justo antes del arrebatamiento en la Venida del Señor, que es el tocar de una trompeta y en uno de los pasajes aclara que es el tocar de la última trompeta. Con ¡Júbilo! veo como concuerda con la Visión en el Espíritu del hermano Juan;
El Apocalipsis 8:1
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el
cielo como por media hora.
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se
les dieron siete trompetas.
Ahora debiéramos centrarnos directamente sobre el toque de las trompetas y especialmente en lo que ocurrirá antes y después del toque de la última trompeta, pero debido a esta apresurada idea de que ya no hay nada más que leer respecto al arrebatamiento, porque en la ruptura del quinto sello se ven los muertos en Cristo, y del cambio ligero de la palabra "guardaré" por libraré en Apocalipsis 3:10, es que necesitamos también abordar estos asuntos.
En cuanto a esto último;
El Apocalipsis 3:10
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de
venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran
sobre la tierra.
Quizás en un intento de alentar a los hermanos innecesariamente se ha caído en este error de cambiar la palabra por "libraré". Ya que si se intenta decir que quizás es un error de traducción, debo afirmar que tengo en mis manos una traducción excelente del nuevo testamento y del antiguo, que tiene corregidos todos los errores que se han encontrado en la traducción de Reina-Valera, entre algunos: Juan 21:15, la palabra "esclavo" en vez de "siervo" en donde corresponde(Hechos 7:7, Corintios 9:19, Colosenses 3:11), el equívoco del uso de la palabra "arrepintió" para el Señor: (Génesis 6:6 "le pesó"), (Éxodo 32:14 "desistió), 1 Crónicas 21:15 "sintió pesar"), Amos 7:3 - 7:6 "se apiadó"). Además, esta palabra "guardaré" tiene aquí el mismo sentido que en el siguiente versículo de la oración del Señor en Juan 17;
San Juan 17:15
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del
mal.
e incluso Ap. 3:10 viene a ser respuesta también a esta oración, de guardar del entorno hasta el final de la carrera a los suyos, de que a nuestro alrededor habrá calamidad, como ya la hay, pero a nosotros no nos tocará en la misma manera, aunque en la medida que la calamidad aumente la Iglesia será también abrumada y atribulada(Isaías 28:16-19)
Revisemos las partes de la visión de Juan que hacen alusión a esto que estamos compartiendo;
El Apocalipsis 6:1
Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno
de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno:
Ven y mira.
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba
tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió
venciendo, y para vencer.
El caballo blanco simboliza los primeros tiempos de Israel en donde se apodera de toda la tierra que era para ellos. Josué 21:43.
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente,
que decía: Ven y mira.
Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue
dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen
unos a otros; y se le dio una gran espada.
El caballo color carne simboliza el poder dado al hombre que por la fuerza se estableciesen dominios.
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente,
que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo
negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que
decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de
cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
Vemos ahora que es el tiempo en donde el poder se traspasa a los hombres que tengan ventajas en el plano económico.
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser
viviente, que decía: Ven y mira.
Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba
tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue
dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar
con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de
la tierra.
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de
los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios
y por el testimonio que tenían.
Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los
que moran en la tierra?
Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que
descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se
completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que
también habían de ser muertos como ellos.
Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran
terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la
luna se volvió toda como sangre;
y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la
higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte
viento.
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla;
y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los
capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se
escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros,
y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el
trono, y de la ira del Cordero;
porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá
sostenerse en pie?
El quinto sello no se dice que los muertos han salido de debajo del altar, y más aún, faltaban todavía algunos que morir, es decir, no podía haber un arrebatamiento en ese momento;
"en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos
serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados."
es necesario entender que no podían resucitar los muertos que aún no morían.
Vemos que la ruptura de los seis primeros sellos es una rápida visión de toda las historia de la humanidad hasta el día de la ira del Cordero, pero del capítulo 7 hasta el 19 viene una narración más detallada de los últimos tiempos antes de la venida del Señor Jesús en su Gloria, narrada rápidamente en el 6to sello, pues sin duda la visión de los 144.000 sellados (Ap. 7:1) es antes de la venida del Señor y la visión de los vestidos de ropa blancas (Ap 7:9) es también antes.
Por todo, veremos que las señales de las trompetas concuerdan con el sexto sello, por lo que el arrebatamiento es durante el tiempo de éste.
Entonces luego de citar el séptimo sello, concordaremos que ésta es la narración más detallada de los últimos tiempos de la Iglesia en la tierra.
También revisemos;
El Apocalipsis 7:13
Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que
están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de
dónde han venido?
Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son
los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus
ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
"han salido de la gran tribulación", ¿Cómo se puede salir de algún lugar sin haber estado antes en él?, otra versión más exacta dice: "los que vienen de la gran tribulación". Todo esto no hace más que confirmar la profecía por medio de Isaías que hemos citado, pero no es para temer sino para confiar, es para hombres y mujeres de Fe, es cuestión de Fe, es necesario un Victoria por la Fe y de ninguna manera nos conviene evadir la verdad, porque pueda sonar poco agradable a los oídos de los considerados débiles, ya que es palabra para Reyes y Sacerdotes formados, fortalecidos y dependientes del Espíritu del Dios Viviente.
Ahora examinaremos el toque de las trompetas para darnos cuenta de que algunas de las señales concuerdan con el sexto sello. Además, he recibido que el "silencio en el cielo como por media hora" representa la pausa que descontinúa la narración de la historia, ya interrumpida por la narración de los 144.000 sellados y por la visión de la eternidad de Ap. 7:9 que coincide con Ap. 21 1:4
El Apocalipsis 8:1
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el
cielo como por media hora.
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se
les dieron siete trompetas.
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un
incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo
a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro
que estaba delante del trono.
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el
humo del incienso con las oraciones de los santos.
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del
altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y
relámpagos, y un terremoto.
Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se
dispusieron a tocarlas.
El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego
mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y
la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda
la hierba verde.
El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran
montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la
tercera parte del mar se convirtió en sangre.
Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban
en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una
gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la
tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las
aguas.
Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de
las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron
a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera
parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera
parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera
parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del
día, y asimismo de la noche.
Vemos que los cuatro toques de trompeta afectan y han afectado ya a la tierra en su naturaleza e indirectamente a los hombres ( árboles, hierba, el mar, ríos, fuentes de aguas, sol ,luna y estrellas ). El cuarto toque de trompeta concuerda con las señales más previas a la aparición de nuestro Señor Jesucristo, dadas en Mateo 24:29, Lucas 21:25, Marco 13:24, que a su vez coinciden con las del sexto sello. Ahora veremos que se van desarrollando señales en los toques restantes, pero que afectan al hombre directamente, y muchas también armonizan con el sexto sello, y que son tres ¡Ayes!.
Ap. 8:13
Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo,
diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la
tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están
para sonar los tres ángeles!
El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que
cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo
del abismo.
Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como
humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por
el humo del pozo.
Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio
poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.
Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni
a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a
los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.
Y les fue dado, no que los matasen, sino que los
atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de
escorpión cuando hiere al hombre.
Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no
la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de
ellos.
El aspecto de las langostas era semejante a caballos
preparados para la guerra; en las cabezas tenían como
coronas de oro; sus caras eran como caras humanas;
tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como
de leones;
tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas
era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo
a la batalla;
tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y
en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante
cinco meses.
Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo
nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después
de esto.
El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre
los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de
Dios,
diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a
los cuatro ángeles que están atados junto al gran río
Eufrates.
Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban
preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a
la tercera parte de los hombres.
Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos
millones. Yo oí su número.
Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales
tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las
cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su
boca salían fuego, humo y azufre.
Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los
hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su
boca.
Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus
colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían
cabezas, y con ellas dañaban.
Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas,
ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni
dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro,
de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no
pueden ver, ni oír, ni andar;
y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus
hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
Sin duda estamos en los tiempos del sexto toque de trompeta en donde las guerras y similares están descritas, pues las serpientes son las balas y proyectiles similares, que en su casquillo contienen el poder explosivo que mata.
Lo narrado a continuación es la preparación del toque de la última trompeta, la que tiene que ver con señales espirituales antes de la Venida del Señor. En donde se habla del fin del tiempo, pero también de predicar las palabras del librito, que sin duda simboliza las Sagradas Escrituras, de lo que ocurrirá cuando se comience a tocar la trompeta, se describen señales respecto de la ciudad Santa.
Ap. 9:10
Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una
nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como
el sol, y sus pies como columnas de fuego.
Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho
sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;
y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo
clamado, siete truenos emitieron sus voces.
Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba
a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella
las cosas que los siete truenos han dicho, y no las
escribas.
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra,
levantó su mano al cielo,
y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que
creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y
las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que
están en él, que el tiempo no sería más,
sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando
él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se
consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve
y toma el librito que está abierto en la mano del ángel
que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él
me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en
tu boca será dulce como la miel.
Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí;
y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube
comido, amargó mi vientre.
Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.
Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de
medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y
el altar, y a los que adoran en él.
Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y
no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y
ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
y aunque estas señales puedan parecer contradictorias, por ser espirituales no están sujetas a un tiempo secuencial, y sabemos que han tenido y tendrán cumplimiento, y cuando se toque la trompeta final no pasará inadvertido el arrebatamiento de los santos.
En cuanto a la señal de los dos testigos es necesario revisarla, pues es la última señal antes del arrebatamiento, antes de la final trompeta. El señor nos ayude para tener más luz respecto de ellos, ya que veremos que son dos varones ungidos de Dios.
Zacarías 4:2
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un
candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete
lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las
lámparas que están encima de él;
Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito,
y el otro a su izquierda.
Zacarías 4:11
Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a
la derecha del candelabro y a su izquierda?
Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos
ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de
sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije:
Señor mío, no.
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del
Señor de toda la tierra.
He aquí que los ungidos del señor traen tormento sobre los de la tierra, los que vivirán tiempos de angustia, y serán tiempos de tribulación para los que sostienen el mismo testimonio que los dos ungidos en medio de hombres atormentados. Estos son los tiempos del turbión que oprimirá a la Iglesia a causa del testimonio, que llegan hasta el segundo ¡Ay!, confirmando aún más la profecía de Isaías 28:19("cuando comience a pasar"), es decir, más cerca del final de la tribulación que de principio, es por eso que de tres ¡Ay! la Iglesia sólo vive dos.(Gracias Señor)
Ap. 11:3
Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos
sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que
están en pie delante del Dios de la tierra.
Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos,
y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño,
debe morir él de la misma manera.
Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no
llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre
las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la
tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.
Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del
abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los
matará.
Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad
que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde
también nuestro Señor fue crucificado.
Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus
cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean
sepultados.
Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y
se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque
estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la
tierra.
Pero después de tres días y medio entró en ellos el
espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre
sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.
Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá.
Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte
de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en
número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron,
y dieron gloria al Dios del cielo.
El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto.
El día de nuestra redención , de la transformación de este cuerpo de humillación a la semejanza de la Gloria de nuestro Señor esta a las puertas, pero no vendrá sin la última batalla en medio de hombres atormentados y con el dragón escarlata que es Leviatán, que es la Serpiente Antigua, que es Satanás el Diablo en una actitud desesperada ante su humillación final.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces
en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a
ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los
siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de
Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y
adoraron a Dios,
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que
eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu
gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo
de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos
los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a
los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que
destruyen la tierra.
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su
pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces,
truenos, un terremoto y grande granizo.
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del
sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas.
Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la
angustia del alumbramiento.
También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran
dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos,
y en sus cabezas siete diademas;
y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del
cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró
frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de
devorar a su hijo tan pronto como naciese.
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado
por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos
sesenta días.
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de
hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para
Dios y para su trono.
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus
ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y
sus ángeles;
pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en
el cielo.
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua,
que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo
entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron
arrojados con él.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha
venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios,
y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el
acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de
nuestro Dios día y noche.
Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos.
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el
diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que
tiene poco tiempo.
Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la
tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo
varón.
Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila,
para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su
lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la
mitad de un tiempo.
Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como
un río, para que fuese arrastrada por el río.
Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su
boca y tragó el río que el dragón había echado de su
boca.
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se
fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de
ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo.
Aunque el toque de final trompeta es el tiempo del arrebatamiento de la Iglesia, es en este mismo tiempo el desenlace de la gran batalla en una última batalla, una parte en la tierra y otra en el cielo dada por los ángeles, y el versículo final Ap 12:17 es muy aclaratorio en cuanto a que se trata del rapto de la Iglesia, por el dragón se enoja contra la mujer, pero no puede hacer lucha con ella, porque la mujer, que es la Iglesia, es quitada, por eso es que va contra la descendencia de ella, que sabemos son; los que habrán quedado, que no tenían sus lamparas con aceites, en los que no abundaron los frutos del Espíritu para tener "amplia y generosa entrada en el Reino" 2da Pedro 1: 5-12. Veamos también, que las proclamas acerca de la toma de Poder y el Reino y de juicio y galardones esta ocurriendo el cielo y aún no es hecho en la tierra, lo que confirma más que es nuestro encuentro en las nubes con nuestro Señor. Ya que si seguimos avanzando en las escrituras, veremos que viene el tercer ¡Ay!, el que es terrible para los moradores de la tierra: La Siega, Las Plagas, La Copa de Ira, La destrucción de Babilonia. El Reino de los mil años sobre la tierra se gesta desde el 19:11, y en 20:4 se habla de tronos de los que reinan con Cristo mil años.
El Señor Jesús viene por su Iglesia.