Tengo la sensación de que su visión de la Trinidad, hermano
@Ricardo, es diferente de la de otros compañeros evangélicos del foro.
Quizá, como he señalado en otras ocasiones, cada compañero tiene en el fondo una idea ligeramente diferente, pues estamos ante algo inasible.
Sea como fuere, me llama la atención que
usted enfatiza siempre la indivisibilidad de Dios.
Yo podría entender una visión de la Trinidad en la que un solo ente, Dios, se manifiesta con fines, digamos, pedagógicos (es decir, simplemente para que sus criaturas humanas puedan comprenderlo un poquito), como "figuras" que, en nuestro limitadísimo lenguaje, denominamos "Padre", "Hijo", "Espíritu Santo".
Finalmente, otros títulos que damos a Dios como "Rey" "Señor" no son otra cosa que sombras del lenguaje. Un lenguaje desarrollado den tiempos de reyes, señores, vasallos, amos y esclavos.
"Padre" o "Hijo" son otra figura del lenguaje ya que no hay procreación literal como en los humanos.
Jesús de Nazareth, en tanto personaje histórico con barba que habla arameo, seguiría teniendo su propio cerebro y por lo tanto su propia mente y voluntad separada de la del Padre. Por eso le sería posible rendir su voluntad a la de su Padre. Y sin embargo, estaría lleno de la plenitud divina a través del Logos eterno de Dios. Dios se manifestaría en Jesús, lo llenaría de sus atributos, de manera que quien ve a Jesús ve al Padre.