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ola Marta y a todos,
Este es un tema muy interesante por las implicaciones que conlleva en nuestro quehacer diario y nuestras motivaciones. Hace poco escuche una conferencia de un maestro Bahai que trataba este tema. Se titulaba:si la esencia del hombre es espiritual ¿por qué tenemos que pasar por una vida material? Intentaré haceros un resumen para que tengáis un atisbo de nuestra forma de verlo:
Por encima de todo somos seres espirituales, nuestra autentica realidad es espiritual y procedemos de esos reinos. La verdadera vida es la del espíritu en la comunión con DIOS. Esta aseveración es propia de todas las religiones reveladas.
La encarnación en el mundo físico sirve para comprender y responder a la necesidad crecer y desarrollar nuestras potencialidades y atributos divinos enraizados en nuestra alma. La vida física es una escuela o taller de experimentación para despertar y emancipar nuestras cualidades y virtudes celestiales; que contrastan radicalmente con las apetencias y deficiencias de la naturaleza inferior, el mundo físico.
¿Qué herramientas nos otorga el mundo físico para llevar a cabo ese aprendizaje?
Aunque no sabemos a ciencia cierta todas las respuestas sobre el por qué DIOS creo el mundo material y los procesos a los que estamos sometidos; podemos, por las lecturas de los escritos Bahais, establece 4 posibles razones:
La primera razón responde a la facultad del hombre de aprender de los contrastes y opuestos. Por ejemplo, si estamos inundados de luz difícilmente sabremos lo que significa la luz por muchas explicaciones científicas que nos den. Ahora bien, si vivimos en un mundo que podemos percibir la ausencia de luz en sus diferentes grados, gracias al contraste podemos tener una comprensión mas profunda. La experiencia en esta vida material contrasta radicalmente con la vida espiritual, por lo cual podemos comprender más fácilmente las bondades y excelencias que nos aportan las virtudes espirituales. Y por el contrario, entendemos la perdición y el sufrimiento que nos aboca el mundo físico y los instintos; es decir, la renuncia de los valores espirituales. Esa compresión del contraste es la misma lección. Nos permite experimentar, y esa experiencia nos lleva a la sabiduría y a la certeza. Por ejemplo:
Si no fuera por el frío, ¿cómo podría prevalecer el calor de Tus palabras,…?
Si no fuera por la calamidad, ¿cómo podría brillar el sol de Tu paciencia,…? Bahá'u'lláh
Una segunda razón, es por la analogía y simbolismo que emplean las Manifestaciones de DIOS para darnos A conocer conceptos que son netamente espirituales. Esto se debe a que hay un paralelismo entre el mundo físico y espiritual. Por ejemplo, si compramos la mejor simiente para la cosecha pero la plantamos en un terreno estéril difícilmente podremos obtener los mejores frutos. Espiritualmente significa que difícilmente podemos desarrollar todos los potenciales de ser humano si no le proporcionamos un contexto cultural y social apropiado. O, aunque el árbol entierra sus raíces en la fría y oscura tierra ha de crecer y buscar el sol para obtener los mejores frutos. O sea, el hombre siendo un ser biológico ha de desarrollarse mirando al sol: DIOS, para que desarrolle sus potencialidades latentes que atesora en su alma como en una semilla.
Es obvio, los conceptos intangible, como las realidades espirituales, necesita, debido a las limitaciones del lenguaje humano, el empleo de términos del lenguaje coloquial o físico y la alegoría a conceptos físicos, son utilizados para ilustrar las verdades espirituales.
Toda comunicación espiritual necesita explicar realidades intangibles, espirituales abstractas (iluminación espiritual, despertar espiritual, renacer espiritual, conciencia espiritual, amor,…) ; para ello, ha de recurrir a expresiones o vocablos físicos o tangibles (resurrección de muertos, vida, luz, agua, maná, muerte, tumbas, perecer, oscuridad, sed, hambre, etc). Hay esta la necesidad (y el peligro toda vez que muchos interpretan literalmente) de las vivencias en el mundo material. Es decir, el concepto simbólico transmitido por los profetas necesita de medio material para transmitir ricamente el concepto espiritual y elevado.
Una tercera razón se debe a la necesidad de un vehículo físico como medio de desarrollo y expresión consciente de las cualidades y virtudes espirituales. Por ejemplo, si deseamos ser generosos y expresar ese atributo divino, es necesario un medio material de expresión de esa cualidad. En el mundo físico poseemos cosas y podemos ser generosos.
La cuarta razón es la más clásica, las oportunidades abundantes y únicas, en toda nuestra existencia eterna, de someterse ha revalidas portentosas: las pruebas. Estas, afrontadas con presteza y voluntad, son valiosísimas para nuestro crecimiento espiritual y el refinamiento de nuestro carácter. En mundo material ejerce una atracción brutal para los seres humanos debido a nuestra naturaleza animal, ya que estamos dotados de un vehiculo físico para nuestra alma. Los animales son ente biológicos sometidos a la determinación genética, pero el hombre gracias al Alma, que nos atrae hacia los mundos espirituales, puede gobernar su voluntad para romper las ataduras de los sentidos y los instintos, del yo y las pasiones; y elevarse atesorando virtudes espirituales. Aun así, además de las pruebas materiales también las hay imaginarias: nuestras vanas imaginaciones o nuestras concepciones erróneas de la realidad que determinan como actuamos.
Cuando mencionamos la palabra pruebas pensamos en cosas desagradables y calamitosas, no siempre es así; las más complicadas y difíciles suelen ser agradables y placenteras: apego al bienestar material, el placer de los sentidos,… De tal manera que el lugar de prueba es la prueba misma.
¡OH HIJO DEL SER!
No te ocupes de este mundo pues con fuego probamos el oro y con oro probamos a nuestros siervos.
Esto no quiere decir que renunciemos a este mundo ya que fue creado para nosotros, sino en el perjuicio que representa que lo convirtamos en el punto focal de nuestros anhelos y motivaciones; es decir, la razón de nuestras vidas. De esta manera perdemos de vista nuestra verdadera realidad.
¡OH HIJO DEL HOMBRE!
Tú anhelas el oro y Yo deseo liberarte de él. Te consideras rico al poseerlo y Yo reconozco tu riqueza en que te santifiques de él. ¡Por Mi vida! Esto es mi conocimiento y aquello es tu fantasía, ¿cómo puede mi propósito estar de acuerdo con el tuyo?
¡OH HIJO DEL ALTÍSIMO!
Te llamo a lo eterno, mas tú buscas lo que perece. ¿Qué te ha hecho apartarte de nuestro deseo y seguir el tuyo?
También podemos ser probados por las virtudes. Por ejemplo un eminente erudito puede frustrarse y desesperar cuando no es reconocido como tal. A su vez, vanagloriarse cuando lo es. Estos velos de gloria son una forma de ego, un velo que se interpone entre DIOS y el hombre.
Etc, etc,…
En definitiva el paso por la existencia material nos permite el mayor progreso espiritual de toda nuestra vida sempiterna, debido al contraste tan acentuado entre el mundo físico y espiritual. El Alma, en nuestra encarnación en el mundo contingente, se haya capada y supeditada en gran medida al cuerpo físico, que es su vehículo. Esta aparente dificultad nos permite poner en juego nuestro esfuerzo y voluntad, y demostrar nuestra fidelidad a DIOS. Por tanto el premio espiritual puede ser enorme. Por eso somos los seres mas envidiados de la creación, por la capacidad de crecimiento y por la aventura del descubrimiento. Aprovecharlo.