¿Tú le cobras a él y no a las ovejas y cabras? Se más específico con esto. Tienes tu propio trabajo secular de manera que no necesitas diezmo ni ofrendas, a esto te refieres, o ¿de qué manera es cómo te paga?
Pongamos orden: El patrón es Dios, las ovejas y cabras son su familia y tu eres el pastor en esta historia; me imagino que como tu rebaño es pequeño y pobre no les pides diezmo u ofrendas, a eso te refieres. Ok. Vayamos a lo macro, es decir, a lo grande. Resulta que en el mundo existen muchas ovejas y cabras: católicos, protestantes, metodistas, menonitas, iglesia séptimo día, testigos de Jehová, adventistas, sabatistas, judíos, islámicos…, todos ellos conviviendo en un mismo planeta y a veces en la misma ciudad, de manera que cuando dices, se lo pido a mi patrón y no a su familia; aquí tú te estas refiriendo a que tú no tomas de tus ovejas, pero ¿qué crees? Esa bendición que tu patrón Dios te da, si viene de su misma familia, pero de otro rebaño. ¿O crees que tu rebaño es la única familia de Dios?
Si trabajas en una empresa donde el director es creyente de otra denominación, y él trata y paga muy bien a sus empleados, pues tu dirás, Dios me envió a esta empresa para bendecirme. Si tus bendiciones llegan de ofrendas, dirás, no les pedí nada a nadie, y aun así Dios me bendijo; esa bendición tuvo que venir de alguna parte, de almas de buen corazón, creyentes y de otros rebaños distintos a los tuyos a los que Dios les habló para que te dieran lo que tú le pediste. Y si tu bendición viene directamente de Dios, eso significa que más que pastor eres un profeta y/o apóstol, así que intercede por el resto de los rebaños para que tu fórmula sea predicada a todos los moradores del mundo.
La respuesta a eso es una profecía de Dios.
Zacarias 11:16 porque he aquí, yo levanto en la tierra a un pastor que no visitará las perdidas, ni buscará la pequeña, ni curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas, sino que comerá la carne de la gorda, y romperá sus pezuñas.11:17 ¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido.
Yo levanto dice Dios. ¿Y para qué lo levanta? Pues para ver lo que no se debe hacer. Esta escritura dice que sí trabajan para él, pero haciéndolo de la manera incorrecta.