UNA PUÑALADA POR LA ESPALDA
La intercesión de los santos: un ataque a la soberanía de Cristo
La doctrina romana de la intercesión de los santos socava la suficiencia y soberanía de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote. La Biblia dice:
“Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.”
— Hebreos 2:18
“Tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos.”
— Hebreos 8:1
¿Qué necesidad hay de acudir a María o a los santos si Cristo vive para interceder por sus redimidos?
La respuesta es clara: ninguna.
Pero el sistema romano ha construido una red de mediadores que desvía la mirada del creyente del Cristo suficiente hacia un panteón de intercesores que no tienen base bíblica.
Hebreos 7:25 aplasta cualquier pretensión de intercesión por parte de la criatura irredenta:
“Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.”
¿Acaso Cristo se ha debilitado para necesitar ayudantes?
¿Viviendo siempre para interceder que quiere decir?
Que no está muerto, que no está ausente, que no necesita ayuda.
Él vive y Él intercede.
¿Qué aplasta este versículo?
Aplasta la idea de que necesitamos otros mediadores, pues Cristo es autosuficiente.
Aplasta la doctrina de la “reina del cielo” como intercesora, una estrategia inventada por Satanás para pretender socavar la eternidad de su mediación.
Aplasta la tradición que pone a los santos en el lugar que solo le corresponde a Cristo.
Este pecado es gravísimo, y no creo que encuentre perdón cuando se abandona el cuerpo (2P.1:14) pues la misericordia es ahora que el idólatra respira.
Aplasta la práctica de doblar rodillas ante estatuas, imágenes o reliquias esperando protección o favor.
Otro pecado que los conduce al mismo infierno (Ap.21:8; 22;15).
¿Como trabaja Satanás con la insistencia de sus emisarios en el foro?
La insistencia en validar la actividad de otros intercesores revela una profunda negación de la autosuficiencia de Cristo como mediador, es como decirle solapadamente:
-"Gracias Jesús, sé que está ahí, pero para nosotros no eres suficiente, necesitamos ayuda extra"-.
ESO NO ES NINGUNA FE BÍBLICA, ES UNA ADORACIÓN A SATANÁS, DISFRAZADA DE DEVOCIÓN A LOS ÍDOLOS.
Hebreos 7:25 no solo aplasta y elimina toda pretensión de criaturas intercesoras, sino que desnuda el corazón del error:
Un evangelio adulterado que roba a Cristo la gloria que solo Él merece como nuestro Sumo Sacerdote en el Lugar Santísimo.
SON RESPONSABLES DE LA PUÑALADA POR LA ESPALDA.