Está bien, pero sin embargo, la propia Biblia nos dice si necesitamos, o si no necesitamos, a otros por medio de los cuales Dios se vale para erdonar nuestros pecados y darnos la salvación.
Santiago 5
13 ¿Sufre alguno entre vosotros? Que haga oración. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas.
14 ¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor;
15 y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados.
16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo es muy poderosa.
17 Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.
19 Hermanos míos, si alguno de entre vosotros se extravía de la verdad y alguno le hace volver,
20 sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.