Re: Noticia de último momento: Los 144K sabrán el día y la hora de la 2da venida de J
Continuación...
"Referente a esta escena, leemos en "Spiritual Gifts", pág. 143: "Vi un escrito, copias del cual eran esparcidas en diferentes partes de la tierra, en el cual se daba orden que a menos que los santos abandonaran su particular fe, desistieran de observar el Sábado y observasen el primer día de la semana, el pueblo estaría en libertad, después de cierto tiempo, para condenarles a muerte... Satanás deseaba tener el privilegio de destruir a los santos del Altísimo; pero Jesús ordenó a sus ángeles ejercer vigilancia sobre ellos.
Dios tenía que ser honrado mediante un pacto que haría con aquellos que habían guardado su ley, a la vista de los paganos que estaban alrededor de ellos; y para Jesús sería la honra al trasladar él mismo, sin que vieran la muerte, a los fieles, a los que esperaban, a los que por tanto tiempo le habían esperado. "Guardar la ley a la vista de los paganos", era hacerlo a la vista de estos inquisidores que tenían en su poder el decreto para condenarles a muerte, en forma corriente, bajo condiciones tranquilas.
De este testimonio, "trasladándose sin ver la muerte", ha surgido la pretensión de que nadie estará entre los 144.000 sellados sino los que estén vivos hasta la pronta segunda venida de Cristo. Vemos que la muerte de la cual ellos son salvos es la muerte autorizada por el "decreto que se ha hecho circular". Téngase presente que los observadores del Sábado resucitados están incluidos entre los perseguidos a causa del decreto. De esta forma, ellos serán trasladados para la venida de Cristo sin sufrir la
muerte que les amenazaba. Este decreto es el que crea para ellos "el tiempo de la angustia de Jacob". Su angustia (la de Jacob) era por las noticias de que Esaú venía con cuatrocientos hombres armados. A menos que el Señor le ayudase, parecía como si la muerte fuese para él y toda su familia.
Hay otro testimonio de "Great Controversy", pág. 649, usado por aquellos que pretenden que ninguno que haya muerto en el mensaje estará entre los 144.000: "Ellos han estado sin intercesor durante el derramamiento final de los castigos de Dios. Pero han sido liberados, pues han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Han visto la tierra asolada por el hambre y las pestilencias, y al sol teniendo el poder de quemar a los hombres con gran calor, y ellos mismos han resistido el sufrimiento, el hambre y la sed". Esto es todo lo que se dice de todos los 144.000; y en los observadores del Sábado resucitados esto será en parte verdad, pues soportan el período de la angustia de Jacob. Son resucitados durante la sexta plaga y ven el derramamiento final de los juicios de Dios durante la séptima plaga y están entre aquellos que son liberados del decreto de muerte.
En "Spiritual Gifts", págs. 146 y 147, leemos más aun de lo que sucederá con los resucitados vi-vientes y con los observadores del Sábado vivientes, después que la voz de Dios declare el pacto eter-no, cuando los malvados se sientan airados en contra de silos: "Pronto apareció la gran nube blanca, sobre la cual estaba sentado el Hijo del hombre. Cuando primero apareció en la distancia, esta nube se veía muy pequeña. El ángel dijo que ella era la señal del Hijo del hombre. En tanto se acercaba a la tierra, pudimos contemplar la esplendorosa gloria y majestad de Jesús que avanzaba en son de conquista... Su semblante estaba tan brillante como el sol de mediodía. Sus ojos eran como llama de fuego, y sus pies tenían la apariencia fino bronce. Su voz se oía semejando muchos instrumentos musicales. La tierra temblaba delante de él. Los cielos huían de él semejando un pergamino que se enrolla, y toda montaña y toda isla fueron desplazadas... Aquellos que poco antes quisieron haber destruido a los fieles hijos de Dios rayéndoles de la tierra, ahora contemplaban la gloria de Dios que descansaba sobre estos. Y en medio de todo su terror, oyeron ellos las vocea de los santos diciendo en gozosa entonación: 'Mirad, éste es nuestro Dios'. Le ‘hemos esperado y él nos salvará'. La tierra fue sacudida con gran poder en tanto que el Hijo del hombre llamó a los santos dormidos. Ellos respondieron al llamado, y salieron vestidos de gloriosa inmortalidad, clamando: ‘¡Victoria, victoria sobre la muerte y el sepulcro! Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? Oh, sepulcro, ¿dónde está tu victoria? Luego, los santos vivos y los resucitados elevaron sus voces en un dilatado y arrebatador grito de victoria. Aquellos cuerpos que habían bajado a la tumba llevando las marcas de la enfermedad y la muerte, resucitaron en inmortal salud y vigor. Los santos vivos son transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos; y arrebatados hacia arriba en unión de los que han resucitado, uniéndose, juntos con el Señor en el aire; Oh, ¡qué reunión más gloriosa! Amigos a quienes la muerte había separado, estaban unidos para nunca más separarse".
Si aun hay alguna duda referente a que los resucitados observadores del Sábado serán contados con los 144.000, considérese lo que sigue a continuación proveniente de palabras de la Hna. White, dichas en 1909. En el ano 1909, en la Conferencia General, el anciano de iglesia Irwin se hizo acompañar de un taquígrafo en una visita qua le hizo a la Hna. White. El deseaba hacerle algunas preguntas y tener una copia exacta del contenido de las respuestas.
Entre otras preguntas se hizo esta: "¿Estarán entre los 144.000 aquellos que han muerto en el mensaje? En respuesta, la Hna. White dijo: "Oh, Sí, aquellos que han muerto en la fe estarán entre los 144.000. De este asunto, estoy cierta". Estas fueron las palabras exactas de la pregunta y de la respuesta, como el Hno. Irwin me permitió copiarlas del informe de su taquígrafo." (EL MENSAJE DEL SELLAMIENTO Y LOS 144.000. POR JUAN N. LOUGHBOROUGH)