Originalmente enviado por: Catholico34
Bien Sísifo, tengo que irme ahora, así que te cito en lenguaje sencillo:
El camino a seguir para la Salvación (que es gratuita y sólo por mérito de Cristo), podemos resumirlo en tres puntos:
Totalmente de acuerdo. “Porque por gracia sois salvos” (Efesios 2:8). La salvación es por gracia, gratuita e inmerecida, puesto que es sólo mérito de Cristo.
Sigo estando de acuerdo. “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe”. La fe es el medio por el cual accedemos a la salvación que Dios nos otorga por gracia. Perfecto. Sigue, por favor.
2. Cumplir los mandamientos de Dios y obras de amor y caridad.
Reconozco que esto me desconcierta. ¿No habíamos acordado que la salvación era inmerecida? ¿Cómo puede ser algo por gracia, y a la vez nos la debemos ganar por las obras, si la Biblia dice que: “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Romanos 4:4-5)?
¿Y por qué Pablo dice que Dios “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho (Tito 3:5)”? ¿Acaso no afirma el catecismo romano que las obras también son necesarias para que Dios nos salve, y más si estas son “de justicia”?
Acaso contradice Pablo las enseñanzas de Jesús? Me sorprendería mucho, porque Pablo no aprendió el evangelio “de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1:11-12), así que tienen que coincidir a la fuerza.
Y es que acaso no le dice Jesús a los que preguntaban qué obras debían hacer, que la obra de Dios (no la de ellos) era que creyesen en Él (Juan 6:28-29)? Si la obra de los artistas más importantes es perfecta y no podríamos añadirle una pincelada a unas Meninas o a una Gioconda, ¿no es acaso más perfecta la obra de Dios? ¿Podemos añadirle algo nosotros sin echarla a perder?
3. Una adecuada vida sacramental.
Pues esto es aún más desconcertante, porque entonces el ladrón de la cruz no podría llegar jamás al Paraíso, puesto que nunca tuvo ocasión de tomar la eucaristía, ni de recibir el bautismo en el nombre de Jesús.
Además, ¿por qué nunca Pablo, o Pedro o Felipe, en sus predicaciones del libro de Hechos, exhortaron a las gentes a que para ser salvos hagan buenas obras o guarden los sacramentos, y simplemente les decían que creyeran en el nombre de Jesús? ¿Acaso anunciaban un evangelio incompleto?
Ambas actúan todas en conjunto. Tanta herejía es decir que "sólo por la fe" somos salvos con certeza, como decir que "Sólo por las obras" somos salvos con certeza, idem para la "vida sacramental".
Pues no sé, quizá entonces Jesús y Pablo eran unos herejes al decir que con creer en Jesús era suficiente para tener plena seguridad de salvación:
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, TIENE vida eterna.” (Juan 6:47)
“Justificados, pues, por la fe, TENEMOS paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1)
¿Quizá Juan era otro hereje al afirmar que el verdadero creyente, nacido de nuevo, tenía plena seguridad y certeza de su salvación?: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.” (1 Juan 5:13) Nota: ¿Quiénes dice el apóstol que tienen vida eterna? ¿Los que obran? ¿Lo que asisten a misa todos los domingos?
Yo no sé los demás, pero a mí estos versículos me dan paz y seguridad, no incertidumbre ni duda. No necesito pensar “¿estoy haciendo suficiente?”, porque sé que el sacrificio de Cristo SÍ es suficiente, “porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos 10:14). Y además, tengo el testimonio del Espíritu Santo, pues “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 1:16).
Nadie puede afirmar con seguridad ninguna "fórmula" exacta, pues parece claro que Dios busca de nosotros una cierta "tensión", que esto sea un camino, para mantenernos siempre alerta.
El Señor no quiere tenernos con esa “tensión”, sino que desde el mismo principio quiere que descansemos en Él nuestras cargas. Él nos ha liberado del temor de la muerte por medio de su propia muerte (Hebreos 2:14-15). Él nos da plena certeza de salvación si realmente hemos creído en Él. “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:40).
En cuanto a la fórmula exacta, en realidad sí existe quien la puede dar: el mismo Dios: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo” (Joel 2:32)
De hecho, el mismo Pablo, en su gran exposición acerca del evangelio que es su epístola a los Romanos, repite y amplia esta “fórmula” inspirado por el Espíritu Santo: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación…
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:9,10,13) ¿Se le pasó a Pablo añadir la eucaristía, el bautismo infantil, el guardar los mandamientos o el dar limosna? Yo no lo creo.
Por no hablar de la gran fórmula que hallamos en Habacuc, y que tantas veces es citada en el Nuevo Testamento: “EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ”.
Todo ello por supuesto, es sólo fruto de la única gracia que obtenemos del sacrificio de Jesucristo, por su muerte en la cruz, y nada puede hacer el hombre que le haga merecer nada de esa gracia. Ni siquiera la fe, que todos deberíamos saber es "una gracia de Dios", como la Sagrada Escritura enseña.
No recuerdo ahora mismo dónde enseña la Biblia que la fe es “una gracia de Dios”. Podría ser, pero ahora mismo no recuerdo un versículo parecido. ¿Me lo podría indicar, si es tan amable?
En cualquier caso, no entiendo cómo se puede conciliar el afirmar que efectivamente la salvación es por gracia, pero que al mismo tiempo tenemos que añadir nuestro esfuerzo para ganárnosla, si como se dice, nada que hagamos nos la hará merecer. ¿A qué se debe esta tremenda contradicción?
Realmente, si Dios quedó satisfecho con la Obra de Cristo en el Calvario, ¿podemos pensar nosotros que no es suficiente para nosotros? Si la salvación es por gracia e inmerecida, ¿debemos ganárnosla aún así por nuestros propios esfuerzos. ¿No la ganó ya Cristo para nosotros? Y si él dijo “Consumado es”, ¿qué queda entonces que nosotros podamos añadir?
Por tanto, como Pablo afirma con rotundidad y a modo de conclusión: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.” (Romanos 3:28). ¿Has buscado, si no es indiscreción, en el ordenador “fe sin obras”? ¿Te salía este versículo?
El problema viene siempre cuando añadimos la palabra "sólo". Pues eso no aparece en ningún sitio, ni aplicado a nada, en TODA la Sagrada Escritura.
Tampoco aparece en las Escrituras la palabra “Trinidad”, y sin embargo coincidirás conmigo que es una doctrina evidente a aquel que estudie la Biblia libre de prejuicios.
Salvo para negarlo, como vemos en Santiago.
¿Entonces niega Santiago lo que enseña Pablo? ¿Acaso no dice que una fe sin obras es muerta? Es decir, ¿cómo alguien puede decir que cree en Cristo y sin embargo no dar frutos en consecuencia? ¿”Puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos”? Por tanto, ¿puede alguien decir que es hijo de Dios, y sin embargo no demostrarlo con su testimonio y su vida diaria? ¿No será que no es cierto que haya nacido de nuevo? ¿Qué no tiene fe?
El mismo Pablo también lo dice (para que veas que no se contradicen en absoluto): “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10)
Las obras son una consecuencia de la salvación, no su causa. Si alguien que se dice creyente, no obra en consecuencia, no podemos negar su salvación, pero nada habrá que nos lo justifique. Más bien pensaremos que su fe es muerta, es decir, que nunca llegó a confiar en el Señor como realmente dice. “Por sus frutos los conoceréis”.
Voy a buscarte mejor el resumen que da el Catecismo, pues dará mejor detalle que lo que yo he puesto de memoria.
Y voy a buscarte algunas - sólo algunas- citas para apoyar la Doctrina.
Deja el catecismo, los mandamientos de hombres, y respóndeme mejor con la Biblia. Ya sabes que soy un “hereje” del “Sólo Escritura”, así que no me podrías “ganar” de otra forma.
Dios te bendiga y te convenza por medio de su Espíritu de pecado, de justicia y de juicio.