El Espíritu Santo ordena en Apocalipsis que no se tolere la acción de la falsa profeta Jezabel en medio de la Iglesia
Solo hay que obedecer a Cristo pasando por alto el que la batalla contra Jezabel este casi perdida
(Ap 2:20 [RV1960])
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
(Ap 2:21 [RV1960])
Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.
(Ap 2:22 [RV1960])
He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.
(Ap 2:23 [RV1960])
Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.