Abrid los ojos de una puta vez!
LOS OJOS ABIERTOS
Apo_21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
EL ÚNICO QUE TIENE INMORTALIDAD
1Ti 6:13
Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas,
y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,
1Ti 6:14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo,
1Ti 6:15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,
1Ti 6:16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
El apóstol está hablando de dos Personas en el v.13.
En el v.14 menciona la segunda venida del Señor, en relación con el pecado, con poder y gloria, para juzgar las naciones y establecer su reino milenial.
Los versículos 15 y 16 tienen como referencia al Padre, quien en su Soberana voluntad, ha dado al Hijo, el derecho innato de poseer sus títulos, como fue anunciado por los profetas antiguos, leemos:
Isa_9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Y confirmado por el mismo Hijo de Dios, cuando dijo:
Jua 10:30 Yo y el Padre uno somos.
El título de Rey de reyes, y Señor de señores, que encontramos aquí en 1 Timoteo 6:15, juntamente con el del VERBO DE DIOS, vemos ambos títulos en la Persona del Hijo, luego de las Bodas del Cordero, alistándose para descender a la tierra, leemos:
Apo 19:13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es:
EL VERBO DE DIOS.
Apo 19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
Apo 19:15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Apo 19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Todo lo que tiene el Padre es del Hijo (Jn.16:15); a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo (Heb.1:2).
Si el Padre tiene inmortalidad, el Hijo también en sí mismo, y lo maravilloso es que esa vida eterna, la da por medio del evangelio, de la gracia de Dios, tristemente, la incredulidad da como resultado un castigo eterno (Mt.25:46), leemos:
Jua_3:36 El que cree en el Hijo
tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que
la ira de Dios está sobre él.
A la luz de Mateo 25:46, la ira de Dios es eterna para el impío, en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
El hombre, en su pecado, podrá insultar a Dios, con los peores calificativos, pero tales insultos, son propios de los que crujen los dientes, llenos de ira, y dolor, atormentados por los siglos de los siglos en el lago de fuego.
Que un pobre hombre, como el forista "Señor de las sombras", lo insulte, con amargura, al contemplar las injusticias, propias del príncipe de este mundo, o un materialista (Jud.1:19), como los foristas que rechazan la igualdad del Hijo con el Padre (Jn.10:30), como Marcelino, Juan Pomacanthus imperator, y otros semejantes a ellos, no afecta, en lo más mínimo, que sean objetivos de la misericordia de Dios en Cristo.
La gracia y la misericordia siguen vivas, activas. Aquellas palabras del Señor:
Luc_23:34 Y Jesús decía: Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
Siguen vigentes.
Es allí, en el altar de la Cruz, donde la misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.
El hombre natural, materialista, sin Espíritu, se acerca a Dios, no con sumisión y absoluto respeto por la Persona de su Hijo, al contrario, alza su cabeza con soberbia, y le dice a las demás criaturas, como tienen que entender a Dios, y como deben tratar al Hijo.
Los hombres no pueden ni quieren creer que la gran controversia entre ellos y Dios es enteramente sobre Cristo.
En realidad, para la mayor parte de las personas religiosas, esta afirmación en sí, no es reflexionada.
¿Quién es Jesús?
¿Qué es estar en Cristo?
Esto tiene mucho que ver con la exclamación del Señor en el altar de la Cruz, solicitando perdón por esta ignorancia.
La muerte de Cristo es uno de los lugares comunes de la filosofía, tanto como de la teología, de la Cristiandad.
Los hombres se jactan de ella como si constituyese el más grande tributo a la dignidad del hombre.
Ahí tenemos al Catolicismo Romano, que hacen figuritas en forma de crucifijos, y se la guindan en los pechos.
O en este foro, tenemos a los materialistas (Jud.1:19), quienes pretenden dar cátedra sobre inmortalidad, y otros temas, sin ser salvos.
Pero la valoración que Dios hace de la muerte de su Hijo, en manos de su propia creación irredenta, es radicalmente diferente.
ME ARREPIENTO DE HABERLOS CREADO
Gén 6:6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Gén 6:7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
Esto es lo que merecemos cuando escupimos sobre la gracia de Dios en Cristo Jesús.
La descalificación de su Hijo, es la deshonra del Padre (Sal.2:12).
El egoísmo y la soberbia nuestra, nos lleva a desconocer el dolor del Padre, contemplando a su Hijo, siendo destrozado por nosotros, viles y miserables pecadores, reos al infierno.
Isa_52:14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera
fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,
Sal_129:3 Sobre mis espaldas araron los aradores;
Hicieron largos surcos. (Lc.18:33).
Sal_22:16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
Lam_1:12 ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino?
Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido;
Porque Jehová me ha angustiado en el día de su ardiente furor.
La gracia y la misericordia terminan, cuando el impío abandona el cuerpo, para enfrentarse al Castigo Eterno.