Si la primera muerte, es que dejamos de existir en nuestro cuerpo, la segunda muerte, ¿?que es lo que cesa de existir, para que sea una muerte verdadera?
En la primera muerte aún existe una conexión con el Creador, la cual finaliza en el Gran Trono Blanco, una resurrección para condenación eterna.
Si el hades y la muerte también son arrojadas a la laguna de fuego, queriendo decir que dejarán de exisitir, por consiguiente, el alma arrojada alli, también dejará de exisitir, la laguna de fuego se orienta a la destrucción de las mismas.
Apo_20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
La abolición de la muerte y el Hades significa que los impíos ya no morirán más, ni tendrán asociación ninguna con el creador, en el sentido de juicio, pues el resultado del Gran Trono Blanco permanecerá para siempre.
Cuando leemos este texto:
Apo_21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Entendemos que sus almas y sus cuerpos ya no serían separados, estarán eternamente en tormentos.
De ahí la advertencia tan solemne en relación con el Juez Supremo:
Lc 12,4-9 No teman a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; teman más bien al que puede arrojar cuerpo y alma en el infierno.
Y en el AT hallamos esta pregunta, también muy solemne:
Isa_33:14 Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?
¿Por qué el asombro y el espanto se apodera de los pecadores hipócritas?
Porque ellos niegan la existencia de estos sitios y dentro de sí mismos saben que estas llamas eternas será la justa paga a su maldad.
Veamos el contraste con el justificado, el habitante del cielo en compañía del Rey de reyes y Señor de señores:
Isa 33:15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala;
Isa 33:16
éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.
Isa 33:17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos.
Que se ganan los ateos con negar y rechazar a Dios, si su destino ya está sellado.
Que gana el pecador hipócrita, como los seguidores de Elena de White, con vender la idea de la aniquilación total.
Solo añaden más ascuas de fuego sobre sus cabezas.
La buena noticia, es que hoy mismo, ya, de una vez, pueden arrepentirse y Cristo los escuchará y los salvará.
Porque él no vino a condenar a nadie, sino a que sean salvos por medio de él y para él.