Eso no concuerda con un Dios infinitamente misericordioso, por lo que una de dos: está mal interpretado o ha sido un añadido como 1 Juan 5:7. El tormento día y noche infinito no tiene sentido, por ese motivo la ciencia abandonó al cristianismo.
No obstante, la muerte segunda que es un trance como la muerte primera, los muertos nada saben, pero en la segunda muerta ya no hay ningún comodín para la resurrección.
El infierno fue un negocio que movió miles de millones monedas de curso legal para pagar las indulgencias.