Meditaciones diarias

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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
20. de octubre

El fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos.. 2 Timoteo 2:19.

Los hombres pueden volverse atrás. Figelo y Hermógenes, Himeneo y Fileto, y aun toda Asia, puede resultar infiel al Señor. Cuando así ocurre, miramos a nuestro alrededor y nos preguntamos en quién podernos confiar. En una hora en que muchos están perdiendo su fe y rebajando los niveles de sus vidas es fácil confundirse. Nos preguntamos: Si la fe de los hijos de Dios puede cambiar así, ¿habrá algo que no cambie? Pero pensamos de nuevo y decimos: ¿No hemos todos nosotros fallado al Señor en algún momento? Tengamos cuidado de pensar que conocemos suficientemente a la naturaleza humana. Sólo Dios tiene el conocimiento. ¿Qué nos dice aquí el Espíritu? El Señor conoce a los suyos. Nosotros podemos estar equivocados; Dios nunca se equivoca. Los hombres nos pueden fallar; Dios no falla, y tenemos esto que es firme y no cambia: el Señor conoce.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
21. de octubre

Glorificad, pues a Dios en vuestro cuerpo. 1 Corintios 6:20.

Centenares de tiendas componían el campamento de Israel, pero había una que era distinta de todas las demás. En las tiendas comunes se podía hacer lo que uno quisiera, como estar de fiesta, trabajar o descansar, estar alegre o estar en silencio. Pero aquella otra tienda imponía respeto y reverencia. Al acercarse, intuitivamente los pasos se tornaban más silenciosos y cuando se llegaba al frente mismo, las cabezas se inclinaban en silencio solemne. ¿Qué tenía de especial? Exteriormente, estaba construido con materiales ordinarios; pero en el interior estaba la gloria del Dios viviente. “¿Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?” ¿Estamos conscientes del hecho solemne que al renacer, el verdadero Dios ha hecho su morada en nuestros corazones?
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
22. de octubre

Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla.
Apocalipsis 21:21.

Las perlas, contrariamente a lo que ocurre con las demás joyas, son producidas por la creación animada. Son producidas por vida —una vida que ha reaccionado y vencido contra la muerte. Es precisamente cuando la ostra es herida, en las profundidades del mar, que produce su perla. Fue por medio de las heridas de Jesús, a causa de nuestras rebeliones, que su vida fue transmitida a nosotros sus miembros. Por medio de un milagro divino “una Iglesia gloriosa”, llegó a existir, llevando en sí misma con integridad, el carácter moral de Cristo. Mateo, en su capítulo trece nos sugiere lo infinitamente preciosa que es para el Padre esa buena perla.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
23. de octubre

Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová. Hageo 1: 13.

A sus siervos Dios les da el don de profecía; a su Iglesia, el don de profetas. Un profeta es un hombre que tiene una historia con Dios, uno que ha experimentado en su propia vida la obra formativa del Espíritu Santo. A veces nos preguntan los que supuestamente quisieran ser predicadores, cuántos días deberán pasar en la preparación de un sermón. La respuesta es por lo menos diez años y probablemente, cerca de veinte. En este caso particular el proverbio que dice “el añejo es mejor” tiene plena aplicación. Para Dios tiene tanta importancia el predicador como lo que va a decir. Dios elige a sus profetas entre hombres, en cuyas vidas ya ha obrado aquello que ha de utilizar para el mensaje del día de hoy.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
24. de octubre

Todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. Juan 11:26.

Jesús vino para dar vida a los hombres. Examina los escritos de Juan teniendo esto en mente; todo aquel que en El cree tiene vida eterna. El es el agua de vida y el pan de vida que vino a darnos vida en abundancia. Además, como resultado de su disposición para morir, es también para nosotros la resurrección y la vida.
En un tiempo de calamidad y de crisis, nos aferramos a la vida, porque la vida es lo que importa por sobre todas las cosas. Durante los ataques aéreos japoneses en Nankín la destrucción y la muerte eran pavorosas. Donde antes había hogares agradables, sólo quedaron escombros. La pregunta que surgía en la mente de todos era: ¿Habrá alguien adentro? Repentinamente, un montón de escombros comenzó a moverse. Un tirante se movió a un lado y un hombre apareció sacudiendo polvo y trozos de tejas rotas. Lo pudo hacer, porque tenía vida.
Es por la vida de Jesús que vivimos, una vida que ha sido probada por la muerte. Jesús proclama: “Yo soy el que vive... tengo las llaves de la muerte y del Hades”. Lo más seguro es confiar en un Dios que levanta los muertos.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
25 de octubre

En el arca no había más que las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb.
II Crónicas 5:10.

La ley escrita en las tablas de piedra hubiera sido un testimonio perpetuo contra el pueblo de Dios. Si estas tablas no hubieran estado secretamente dentro del arca, siendo tan impotentes para hacer frente a sus demandas, sólo hubieran sentido su condenación y juicio. Estamos de acuerdo con que esta arca, con su oro y madera de acacia, tipifica a Cristo nuestro Salvador. Pero no sólo se interpone El entre nosotros y el juicio de Dios sino que vino para cumplir la ley por nosotros en su persona, de manera que lo que estaba en las tablas contra nosotros, ahora ha venido a ser lo que está en el arca por nosotros. Es por esta razón que el arca del testimonio es también el arca del pacto. “Ni una jota ni una tilde pasará de la ley hasta que todo se haya cumplido”.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
26 de octubre

Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa. Mateo 26:39.

Dado que el Señor Jesús vino para hacer la voluntad de Dios, nos parece extraño que El hiciera esta oración. Sin embargo, nos hace ver una cuestión muy importante.
Evidentemente era posible para El pedir que la copa le sea removida, mientras que al mismo tiempo era inconcebible que pudiera ser excusado de cumplir con la voluntad del Padre. La copa, por así decirlo, venía a ser algo secundario a aquella voluntad. Representa el medio por el cual se expresa la voluntad divina. En este caso la muerte en la cruz. El Señor Jesús estaba totalmente involucrado, no con la pasión en sí, sino con el propósito que cumplía. Bebió la copa porque era la voluntad de Dios, no por la copa en sí.
Para Jesús “la copa” era algo de lo cual se retraía; para nosotros con frecuencia representa algo que quisiéramos retener. Nuestro gran peligro puede estar en aferrarnos y ser dogmáticos con “algo” que está asociado con el plan divino para nosotros. Cada copa, aunque sea divinamente establecida no debe retenerse como algo a que aferrarnos. No es ella el requerimiento supremo, sino la voluntad de nuestro Padre para esta hora.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
27 de octubre

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado. Salmo 40:8.

Hubo una ocasión cuando sabía sin duda alguna que Dios me había llamado para una tarea. Pero había estado enfermo, y muy débil para encararla, de manera que le pedí al Señor que me diera fuerza. Yo pensaba que necesariamente debía ser su voluntad y que debía contestarme. Si así lo hacía, yo entonces haría su voluntad. Oré y oré por ello durante tres meses. Entonces me pareció que Dios me decía:
“Ya has pedido suficiente por eso, deja de hacerlo”. Recuerdo que estaba caminando sobre la playa con un palo en la mano. Me detuve y clavé el palo en la arena hasta que la arena lo cubrió. Me paré encima y proclamé: “He dejado caer aquí el problema de mi necesidad física”. Seguí caminando, pero apenas avancé una corta distancia cuando la realidad de mi debilidad física se hizo patente. Seguramente, pensé, el propósito de Dios se debía realizar por medio de una renovación de mi fuerza y casi involuntariamente empecé a orar de nuevo. Pero me frené. ¿No estaba acaso haciendo descender su voluntad al nivel de mi necesidad? Caminé hacia el lugar donde estaba el palo sepultado y señalándolo, dije: “Señor, este es mi testigo que he dejado aquí el problema, y rehúso volver a tomarlo”.
Desde aquel día, en que propuse dejar de lado mi problema y hacer la tarea que me había mostrado, mi necesidad física comenzó a resolverse de una manera maravillosa.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
28 de octubre

Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1.

Estas palabras nos llevan más allá del terreno personal pues involucran la contribución a un todo. El “presentar” es individual, pero el servicio es corporativo. Hay muchos cuerpos que le son presentados a El, pero el resultado es un sólo sacrificio vivo. Todo servicio inteligente o racional a Dios, es así. Esencialmente es un servicio en el cual, no obstante, cada uno tiene su parte. Nadie debe sentir que lo que trae al Señor no tiene valor, pues no es considerado como un sacrificio más o un sacrificio menos entre muchos otros sacrificios. Cada vida rendida a El es necesaria para que juntas puedan constituir aquel todo completo, que se nos asegura, es aceptable a Dios. ¿Si Dios está satisfecho no lo estaremos también nosotros?
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
29 de octubre

Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:21.

Es “por medio de la Iglesia” que la sabiduría de Dios se manifiesta a los poderes espirituales. Es “juntamente” edificados que llegamos a ser morada de Dios por el Espíritu Santo. Por no funcionar juntos con un cuerpo, los hijos de Dios han llegado a ser como una fuente rota que pierde su contenido. Si rompemos un vaso de cristal, ¿qué ocurre? Cada pedazo quizás retenga una gota de agua, pero no es nada en comparación con lo que podría contener el vaso antes de romperse. Así es en la esfera espiritual. El individuo recibe, por así decirlo, en dos dimensiones; la Iglesia en tres. Diez mil cristianos son una cosa; diez mil miembros de Cristo otra muy distinta. De su plenitud la Cabeza tiene mucho más para dar, pero para contenerlo debemos volver al un vaso, al un Cuerpo.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
30 de octubre

Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos. Mateo 5:44.

Conocí a un hombre que odiaba a otro. El otro había pecado en contra suyo cruelmente y la injuria fue tan grande que asesinarlo hubiera parecido una débil venganza. El injuriado llegó a conocer al Señor y por años nada supo acerca del otro hombre. Pero en cierta oportunidad, visitando un pueblo de campaña, en día domingo se reunió con los creyentes del lugar en la Cena del Señor. Pocos instantes después de ser presentado, vio, repentinamente, que allí estaba su antiguo enemigo. Habló consigo mismo y dijo: “Está aquí. No sabía que se había salvado. ¿Qué haré?” Durante, la siguiente oración, se levantó silenciosamente y salió. Comenzó a caminar y al alejarse pensó por una parte en su salvación y por la otra en su odio hacia aquel hombre. Cuanto más se alejaba, más lamentaba haber dejado la reunión, pero al mismo tiempo más furioso se sentía hacia su enemigo. Luego volvió su memoria diez años atrás y pensó cómo Dios le había perdonado. Sin embargo, sentía que no podía perdonar a su enemigo, pero el Espíritu Santo le recordó las palabras: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Se detuvo. Clamó a Dios: “Señor, perdónalo”. Y dando vuelta regresó a la reunión con lágrimas que corrían por su rostro. Cuando llegó, estaban a punto de partir el pan, de manera que se puso en pie y confesó públicamente lo que había acontecido, explicando cómo Dios había quitado el odio de su corazón.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
31 de octubre

Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en El. 1 Juan1:5.

Mientras que en el Evangelio de Juan el Señor Jesús es revelado entre los hombres como la gracia y la verdad, aquí, en sus epístolas, el mismo Señor es presentado en coexistencia con el Padre en luz y amor. Lo que era verdad en el Evangelio, es luz en las epístolas; lo que era gracia en el Evangelio es amor en las epístolas. ¿Por qué es esto así? Porque la luz en Dios, cuando es traída a los hombres, se transforma en verdad. El amor de Dios, cuando es traído a los hombres, se transforma en gracia. La verdad y la gracia están aquí, la luz y el amor están allí, en Dios. Es por esta razón que a veces la gracia es mal utilizada y la verdad mal administrada. Los hombres han apropiado mal estas cosas para sí mismos. Pero Dios es luz y Dios es amor, y no se puede escalar al cielo y tocar esto. Está más allá del alcance de nuestras manos. Para recuperar lo perdido, Juan no nos ofrece una novedad. Nos lleva de regreso al trono y nos confronta con el Original. Sólo retornando a las fuentes, descubrimos las virtudes de mayor importancia.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
1º. de Noviembre

Dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
Génesis 21:6.

Dios había demostrado un completo dominio de lo imposible, y la risa de Sara fue la risa de un asombro marcado por la gratitud. Con anterioridad, había sido Abram el que rió (17: 17). Pero su risa fue la de incredulidad, no hacia Dios sino más bien hacia sí mismo. No había falta de respeto sino sólo un sentido de la total imposibilidad de lo propuesto. ¿Dónde estaba su fe de años anteriores? Había sido fe verdadera pero quizás mezclada con un cierto “realismo” práctico, algún toque de confianza en sí mismo. Era una especie de fe en Dios, más fe en Abraham. Ahorá finalmente llegó a saber que la “colaboración” de Abraham había tocado a su fin. Sólo quedaba Dios en quien confiar, y precisamente aquí su fe adquirió un nuevo carácter, pues las condiciones favorables no suelen ayudar a la fe sino más bien a estorbarla. Parece ser que cuando las circunstancias son fáciles, la fe se hace más difícil, y cuando las condiciones son más difíciles la fe viene con más facilidad. Cuando las perspectivas son totalmente imposibles, entonces se manifiesta la fe de la desesperación, que sólo tiene a Dios para apoyarse, y que conduce finalmente a aquella risa de asombro.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
10. de Noviembre

Todos éstos perseveraban unánimes en oración. Hechos 1: 14.

¿Cómo ha de cumplirse la voluntad de Dios en la tierra? Sólo por tener a su lado un pueblo dispuesto. Sólo si cada uno de nosotros recuerda, en las solemnes condiciones de nuestro día, que la Iglesia en oración es la salida del cielo, el canal por medio del cual se libera el poder del cielo, y que este ministerio es el más grande trabajo que tenemos que cumplir. Dios nos muestra lo que quiere, nosotros lo pedimos, y Dios actúa desde el cielo; esta es la verdadera oración y esto es lo que anhelamos ver en nuestras reuniones de oración. Si la Iglesia no conoce este ministerio de oración, que Dios nos perdone. Sin este ministerio, todo lo demás es vacío y Dios no tendrá. un vaso que pueda utilizar.
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Watchman Nee
10. de Noviembre

Todos éstos perseveraban unánimes en oración. Hechos 1: 14.

¿Cómo ha de cumplirse la voluntad de Dios en la tierra? Sólo por tener a su lado un pueblo dispuesto. Sólo si cada uno de nosotros recuerda, en las solemnes condiciones de nuestro día, que la Iglesia en oración es la salida del cielo, el canal por medio del cual se libera el poder del cielo, y que este ministerio es el más grande trabajo que tenemos que cumplir. Dios nos muestra lo que quiere, nosotros lo pedimos, y Dios actúa desde el cielo; esta es la verdadera oración y esto es lo que anhelamos ver en nuestras reuniones de oración. Si la Iglesia no conoce este ministerio de oración, que Dios nos perdone. Sin este ministerio, todo lo demás es vacío y Dios no tendrá. un vaso que pueda utilizar.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
11. de Noviembre

Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón. Salmo 119:32.

Muchos de nuestros males hoy brotan del hecho que estamos contentos con una aceptación meramente objetiva de la doctrina. Buscamos una luz mental, exterior de las Escrituras, pero no la llevamos a una aplicación interior en nuestra experiencia. Nos enfrentamos con muchas dificultades intelectuales en la Biblia y recibir “luz”, para nosotros viene a ser la solución de estos problemas. Para muchos de nosotros todo está bien si somos conservadores u ortodoxos en nuestra doctrina y damos asentimiento mental a algunas cosas, y disentimos con otras. Es por medio de este razonamiento que los fundamentalistas se consideran en un plano superior a los modernistas. Sin embargo, la espiritualidad a los ojos de Dios, sólo está dada en la medida en que poseamos un verdadero conocimiento interior de su Hijo. Podemos estar en una posición doctrinal perfectamente correcta, pero a no ser que poseamos su vida, y vivamos por ella, nos faltará lo esencialmente supremo.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
12 de Noviembre

Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida. Apocalipsis 22: 14.


No fue por cometer un crimen que Adán hizo entrar el pecado en el mundo. Esto ocurrió después. Adán abrió la puerta al pecado, al elegir entre estos dos árboles: uno cuyo nombre es “árbol de la vida” y el otro que le ofrecía la facultad de independencia para decidir por su cuenta en asuntos morales. Por un acto deliberado eligió el segundo, buscando desarrollar su alma para llevarla a un lugar donde ya podía continuar solo aparte de Dios. Por lo tanto, cuando Dios asegura para su gloria a una raza de hombres quienes serán su instrumento para cumplir su propósito en el universo, estos serán un pueblo cuya vida — cuyo propio hálito — dependa enteramente de El. El será el “árbol de vida” para ellos.

¡Jesús es el Señor!

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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
13. de Noviembre

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Mateo 6:9.

Padre nuestro. La interdependencia del pueblo de Dios no es sólo un pensamiento confortable. Es un factor vital en su vida. No podemos progresar sin los demás. Si bien es cierto que Dios repartió a cada uno, una “medida de fe” (Ro. 12:3), el hombre solo o aislado jamás puede ejercitarla en plenitud, tal como el contexto lo aclara. Requiere un Cuerpo completo para llegar a la estatura de Cristo y desplegar su gloria. Por esta razón adquiere tanta importancia la comunión en la oración. Confiar en el Señor por mi cuenta es bueno, pero puede no ser suficiente. Debo confiar con mis hermanos en Cristo, pues solamente juntos en oración llegaremos al objetivo de Dios. Necesito la ayuda del Cuerpo porque necesito la ayuda del Señor y porque su vida es la vida del Cuerpo.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
14. de Noviembre

Jesús dijo: Haced recostar la gente. Juan 6: 10.

En nuestra vida cristiana hoy gustamos de un anticipo del banquete celestial que ha de venir, pues Dios nos “ha hecho sentar con El”, quien primero fue sentado con gran poder en “lugares celestiales” muy “por encima de todas las cosas” (Ef. 1:20 y 2:6). Esto significa que la obra de salvación no es nuestra sino de El. No se trata de que nosotros trabajamos para Dios sino que El ha trabajado por nosotros. Dios nos da nuestra posición de descanso. El trae la obra consumada de su Hijo y nos la presenta, y luego nos dice: “Por favor, toma asiento”. Su oferta de salvación, pienso yo, no puede ser mejor expresada que en aquellas palabras de la parábola de la gran fiesta: “Todo está dispuesto; venid a las bodas”.
¡Jesús es el Señor!
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
15. de Noviembre

Hallaréis descanso para vuestras almas. Mateo 11: 29.

Hay un descanso que es dado: “Yo os haré descansar”; pero hay también un descanso que debe ser hallado. El primero se obtiene sencillamente por venir a Dios y recibir su don de la vida. Esto significa más que solo creer en un evangelio bien predicado. Significa venir como un pecador cargado y trabajado y tomar contacto vivo y personal Con el Señor Jesucristo mismo. Tal contacto trae descanso en forma infalible. Gracias a Dios por todos sus hijos que tienen este don fundamental.

Pero habiendo llegado hasta este punto, nos encontramos ante el umbral de algo más. Hemos de aprender de El — descubrir la profunda satisfacción que sólo se halla en un conocimiento creciente de Jesucristo. Por sobre todo hemos de aprender su humildad y mansedumbre de corazón. Al hacerlo hallaremos descanso. Este descanso no es un don; es para discípulos, vale decir para los que “aprenden”. Aprender toma tiempo, pero trae consigo un galardón infinito.
¡Jesús es el Señor!
La Iglesia en Armenia