Re: Meditaciones diarias
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
20. de octubre
El fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos.. 2 Timoteo 2:19.
Los hombres pueden volverse atrás. Figelo y Hermógenes, Himeneo y Fileto, y aun toda Asia, puede resultar infiel al Señor. Cuando así ocurre, miramos a nuestro alrededor y nos preguntamos en quién podernos confiar. En una hora en que muchos están perdiendo su fe y rebajando los niveles de sus vidas es fácil confundirse. Nos preguntamos: Si la fe de los hijos de Dios puede cambiar así, ¿habrá algo que no cambie? Pero pensamos de nuevo y decimos: ¿No hemos todos nosotros fallado al Señor en algún momento? Tengamos cuidado de pensar que conocemos suficientemente a la naturaleza humana. Sólo Dios tiene el conocimiento. ¿Qué nos dice aquí el Espíritu? El Señor conoce a los suyos. Nosotros podemos estar equivocados; Dios nunca se equivoca. Los hombres nos pueden fallar; Dios no falla, y tenemos esto que es firme y no cambia: el Señor conoce.
¡Jesús es el Señor!
La Iglesia en Armenia
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
20. de octubre
El fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos.. 2 Timoteo 2:19.
Los hombres pueden volverse atrás. Figelo y Hermógenes, Himeneo y Fileto, y aun toda Asia, puede resultar infiel al Señor. Cuando así ocurre, miramos a nuestro alrededor y nos preguntamos en quién podernos confiar. En una hora en que muchos están perdiendo su fe y rebajando los niveles de sus vidas es fácil confundirse. Nos preguntamos: Si la fe de los hijos de Dios puede cambiar así, ¿habrá algo que no cambie? Pero pensamos de nuevo y decimos: ¿No hemos todos nosotros fallado al Señor en algún momento? Tengamos cuidado de pensar que conocemos suficientemente a la naturaleza humana. Sólo Dios tiene el conocimiento. ¿Qué nos dice aquí el Espíritu? El Señor conoce a los suyos. Nosotros podemos estar equivocados; Dios nunca se equivoca. Los hombres nos pueden fallar; Dios no falla, y tenemos esto que es firme y no cambia: el Señor conoce.
¡Jesús es el Señor!
La Iglesia en Armenia