Meditaciones
Meditaciones
UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
6. de junio
Todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad. I Pedro 5:5.
El cuerpo se edifica a sí mismo en amor. No se trata de que haya obreros apostólicos especiales que puedan permanecer fuera del Cuerpo, como si fuera una “cosa” y edificarlo desde afuera. Existe el peligro, al cual todos estamos expuestos, de pensar en el Cuerpo de Cristo como algo que esta fuera de nosotros, a lo cual estamos sirviendo. Esto no es posible. Si hemos de contribuir a la vida del Cuerpo debemos tomar nuestro lugar de sumisión con humildad dentro de él, recibiendo y contribuyendo a su mutuo misterio de vida. ¿No es más fácil humillarnos delante de Dios que humillarnos delante de nuestros hermanos? Recuerda que sin un ejercicio continuo de humildad, es imposible servir el uno al otro. Somos miembros de ese Cuerpo, al cual no podemos renunciar. Ofendemos a un hermano, y ofendemos a Dios. Acepta ayuda de los hermanos y como resultado podrás ayudar a otros. Sirvamos a otros, y nosotros mismos seremos bendecidos. Somos colaboradores de Dios, somos el Edificio de Dios.
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UNA MESA EN EL DESIERTO
Watchman Nee
6. de junio
Todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad. I Pedro 5:5.
El cuerpo se edifica a sí mismo en amor. No se trata de que haya obreros apostólicos especiales que puedan permanecer fuera del Cuerpo, como si fuera una “cosa” y edificarlo desde afuera. Existe el peligro, al cual todos estamos expuestos, de pensar en el Cuerpo de Cristo como algo que esta fuera de nosotros, a lo cual estamos sirviendo. Esto no es posible. Si hemos de contribuir a la vida del Cuerpo debemos tomar nuestro lugar de sumisión con humildad dentro de él, recibiendo y contribuyendo a su mutuo misterio de vida. ¿No es más fácil humillarnos delante de Dios que humillarnos delante de nuestros hermanos? Recuerda que sin un ejercicio continuo de humildad, es imposible servir el uno al otro. Somos miembros de ese Cuerpo, al cual no podemos renunciar. Ofendemos a un hermano, y ofendemos a Dios. Acepta ayuda de los hermanos y como resultado podrás ayudar a otros. Sirvamos a otros, y nosotros mismos seremos bendecidos. Somos colaboradores de Dios, somos el Edificio de Dios.