Meditaciones 31. de enero
Meditaciones 31. de enero
UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
31. de enero
Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Josué 14:11.
Es un hecho triste, que algunos que han gustado el poder salvador de Dios, sin embargo dudan de su poder para guardar. ¿No nos damos cuenta que aquel que es el dador de la gracia es también quien nos mantiene en su gracia? Miremos a Caleb. Así como era de fuerte cuando Moisés le envió a espiar la tierra, lo era ahora al pronunciar estas palabras. Más aún, lo que había probado ser suficiente para las demandas ordinarias de la vida diaria, fue igualmente suficiente para las tensiones extraordinarias de la guerra. Duros años habían pasado, pero su vigor a los ochenta y cinco años no era menor que a los cuarenta. Sólo hay una explicación para esta experiencia, así cómo la habrá para nosotros. Había sido guardado por el poder de Dios.
Meditaciones 31. de enero
UNA MESA EN EL DESIERTO
Meditaciones diarias
Watchman Nee
31. de enero
Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Josué 14:11.
Es un hecho triste, que algunos que han gustado el poder salvador de Dios, sin embargo dudan de su poder para guardar. ¿No nos damos cuenta que aquel que es el dador de la gracia es también quien nos mantiene en su gracia? Miremos a Caleb. Así como era de fuerte cuando Moisés le envió a espiar la tierra, lo era ahora al pronunciar estas palabras. Más aún, lo que había probado ser suficiente para las demandas ordinarias de la vida diaria, fue igualmente suficiente para las tensiones extraordinarias de la guerra. Duros años habían pasado, pero su vigor a los ochenta y cinco años no era menor que a los cuarenta. Sólo hay una explicación para esta experiencia, así cómo la habrá para nosotros. Había sido guardado por el poder de Dios.