DESMONTANDO LAS CINCO "SOLAS" PROTESTONAS/CALVINISTAS
Solus Christus o Solo Christo (“solo Cristo salva”)
Solus Christus enseña que Jesucristo es el único mediador entre Dios y el hombre, y que no hay salvación por medio de ningún otro.
Soli Deo gloria (“solo a Dios la gloria”)
Soli Deo gloria enseña que toda la gloria es sólo para Dios, puesto que la salvación solo se lleva a cabo a través de su voluntad y acción; no sólo el don de la redención todo-suficiente de Jesús en la cruz, sino también el don de la fe en esa redención, creada en el corazón del creyente por el Espíritu Santo.
********************
Pero señores calvinistas, ¿no era la Biblia, la gracia y la fe quienes me salvaban...? Si el calvinismo hubiera empezado por este punto, quizás todo lo demás pudiera haber sido "añadido" o "salvado con pinzas". Pero el hecho mismo de que pongan este punto el cuarto de su lista ya habla tanto que lo dice todo. «"Cristo" (ese tipo de 'ahí') me salva, pero ya si eso lo dejamos para el cuarto punto, que hay otros más importantes que defender ante mis enemigos católicos romanos». ¿Y la gloria de Dios? Esto lo dejamos para el final, algo así como el postre del pastel (cuando, realmente, es parte intrínseca del cuarto punto, que debería ser el cimiento o primer punto de la lista).
Por supuesto que Cristo es el que salva. Es la fuente de la que emana la fe, la gracia y la Biblia. La fe proviene de Cristo, la gracia apunta a Cristo, la Biblia se enrolla alrededor de Cristo.... y Cristo ES la gloria de Dios. Es imposible no estar de acuerdo con este punto calvinista, pero, al mismo tiempo, ¡es extraordinaria la capacidad de Babilonia de corromper hasta lo más santo!
En cuanto a que "solo a Dios sea la gloria", técnicamente aquí vuelven a meter la pata, como de costumbre. Las naciones y los seres humanos tienen gloria (Apoc 21:24, 1 Cor 15:40-41), pero nuestra gloria se verterá en la Ciudad de Dios (los hijos de la luz). La Ciudad TIENE la gloria de Dios en SÍ MISMA. Seremos una sola cosa con la GLORIA... así que es de Dios, y nuestra también porque la Ciudad TIENE la gloria de Dios (Apoc 21:11) y es nuestra promesa. Así que toda la gloria es de Dios... y de los famosos escogidos de los que tanto gusta predicar el calvinismo.
Amor,
Ibero
