REFLEXIONES BÍBLICAS
Mat_1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer,
porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Sal_139:16
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
Puesto que el libro de la vida es aquel que registra a todos los que tienen vida eterna a través del sacrificio del Cordero, es claro que el libro de la vida y el libro de la vida del Cordero son uno mismo.
Apo_21:27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos
en el libro de la vida del Cordero.
Allí, en el Libro de la Vida del Cordero, están registrados, no solamente los nombres de los salvados, sino también todas aquellas cosas, que fueron luego formadas, sin que falte ninguna, en relación con el embrión engendrado en el vientre de María.
Esto es Omnisciencia.
El ojo de Dios ve toda la plenitud de la Deidad en ese pequeño bebé antes de nacer.
Aquel que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina, todo ese poder está concentrado dentro del embrión que posteriormente sería llamado el Hijo de Dios.
El ojo de Dios tiene la capacidad de ver todas estas cosas antes que se desarrollen.
A los pastores se les dijo:
Luc 2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Digo esto, por cuanto el planteamiento del forista "Salmo51" es este:
Pero el embrión se implantó normalmente en el útero de María y se desarrolló la placenta entre ambos.
"Salmo51" argumenta con esta afirmación, que María alimentó en el vientre al feto, al embrión, como si Dios, el Espíritu Santo, no tuviese poder para crear su propia placenta para su Hijo.
Entonces esta Escritura de Mateo 1:20, tendría que ser modificada, para que cuadre con este planteamiento, de la siguiente manera:
"porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es."
"porque lo en ella es engendrado, lo fue, de común acuerdo entre el Espíritu Santo y María"
Y entonces, el sustento que Dios proveyó para el embrión, tiene que ser eliminado, y estas dos citas tienen que desaparecer de la Biblia, para que cuadre con el planteamiento del forista:
(1) Sal_71:6 En ti he sido
sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.
Esta palabra "sustento" es la misma que aparece aquí:
Neh_9:21 Los
sustentaste cuarenta años en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies.
Lo que enseña que María solo vino alimentar a su bebé después de que nació, leemos:
(2) Sal_22:9 Pero tú eres el que me sacó del vientre; (María no necesitó partera, Dios lo hizo)
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
SINCERAMENTE NO CREO QUE EL NACIMIENTO DEL SEÑOR SEA UNA EXTENSIÓN DEL PRIMER ADÁN
Dios no hace remiendos.
El primer Adán fue un hombre inocente, ubicado en un paraíso de bendiciones terrenales, y pecó voluntariamente.
Este no fue el caso de María, la cual fue engañada, leemos:
1Ti_2:14
y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.
Al pecar voluntariamente eliminó su inocencia y perdió su Paraíso.
Al hundirse en el pecado, se convirtió en un ser degradado y caído, y su descendencia, a la cual pertenece María, quedó destituida de la gloria de Dios, bajo sentencia de muerte.
La historia de la ascensión al cielo, de María en cuerpo y alma, por el magisterio católico romanista, no tiene ningún sustento en la Escritura.
El primer Adán de la primera creación lo que trajo fue la ruina de la raza humana.
EL SEGUNDO ADÁN
Rom 5:18 Así que, como por la transgresión de uno
vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Esta condenación no sale de ningún tribunal de la tierra, esta condenación sale del mismo Trono de Dios, que exige, que las demandas de Su Justicia, sean completamente satisfechas.
La sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, no puede estar contaminada con la sangre de la descendencia del primer Adán caído en pecado. Leemos:
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está,
y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Esta referencia no es a la sangre de los sacrificios judíos en el altar de bronce del tabernáculo de reunión en el desierto, o en el Templo de Jerusalén...
Es una referencia profética.
En Hebreos contemplamos la ineficacia de la sangre de los sacrificios judíos, leemos:
Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Heb 10:5 Por lo cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste;
Mas me preparaste cuerpo.
Este es el postrer Adán, el Hombre Dios, no ambientado en ningún paraíso, sino en el escenario lleno de perversidad, iniquidad, que el primer Adán convirtió el Paraíso que le fue dado.
Este es Jesús, engendrado por el Espíritu Santo, y sustentado por Dios en el tiempo de su gestación.
El único Hombre perfecto que jamás ha pisado esta tierra, murió por los pecados nuestros, para derramar su preciosa sangre, no contaminada con la raza del primer Adán.
Porque así como Dios creó la la humanidad del primer Hombre, el Espíritu Santo engendró el cuerpo del Señor con una Humanidad completamente ajena al pecado.
En el Hombre Jesús, no había concupiscencia, algo inherente a la criatura, que lo induce a pecar.
El es el "principio" de la creación, como lo afirma la Escritura, leemos:
2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
CONCLUSIÓN ESCRITURAL
Es un absurdo error, pensar que Dios es impotente para engendrar un HUMANIDAD nueva, sin pecado, acorde con la plenitud de la Deidad en Cristo Jesús.
Este error es propio de los católicos romanistas, que son engañados pensando que María fue concebida sin pecado y que ascendió a los cielos en cuerpo y alma.
Pero las Escrituras presentadas claramente dan a entender, que María solo aportó el vientre y por tal hecho, es bienaventurada por todas las generaciones.