Re: Los testigos cristianos de Jehovà y las transfusiones de sangre.
Puesto que es la Ley de Dios la que menciona que nos abstengamos de sangre de cualquier tipo (Gènesis 9:3-6; Levìtico 17:14; Hechos 15:28,29; 21:25), y por motivos higiènicos/salubres, las transfusiones de sangre, actualmente, son siempre la ùltima opciòn para un Testigo cristiano de Jehovà; ademàs, como sabràn, los primeros cristianos, antes de corromperse el cristianismo, preferìan morir en los circos romanos antes que quebrantar alguna Ley de Dios, incluida la Ley de abstenerse de sangre, y aunque entonces no existìan las transfusiones sanguìneas, es sabido que los romanos solìan tomar sangre humana, por lo que, en ocasiones, ponìan a prueba a los cristianos para que hiciesen lo mismo, segùn escritores como Tertuliano (sig. II) y Minucio Fèlix (sig. III); y hoy dìa, aunque no suele tomarse la sangre humana por la boca, pero cuando a alguien no lo pueden alimentar de forma natural, por la boca, lo alimentan por las venas, que es por dònde se transfunde la sangre, de ahì viene la prohibiciòn de las transfusiones, que como dije, hoy dìa, son siempre la ùltima opciòn, como cuando se pierde mucha sangre y urge reponer componentes sanguìneos esenciales.
Asì pues, la pregunta siguiente sigue sin reponder.
(Para los que piensan que las transfusiones de sangre no estàn incluidas en el mandato bìblico de Levìtico 17:14 y Hechos 15:28,29), ¿podrìa alguien asegurar que no estàn realmente incluidas?, ¿podrìan, los que asì piensan, estar haciendo lo que menciona Jesucristo en Mateo 10:39 y Lucas 17:33, cuando dijo que el que busque por todos los medios salvar su vida la perderà?.
Por tanto, seguir el cristianismo que predicaron Jesucristo y los apòstoles, nunca ha sido fàcil, pero tampoco imposible, aunque es necesario un esfuerzo genuino para hacer los cambios necesarios, en el caso que asì sea, para adaptarse a la Palabra de Dios, que es a quien se debe prestar atenciòn, no a hombres apòstatas (Mateo 7:13-23; 12:31-37; Marcos 7:7,8,13; Hechos 17:29-31; 1ªTimoteo 4:1-7; 2ªTimoteo 2:16-18; 4:3,4; 2ªPedro 2:1-3; 3:3-13,16).
Lo que resulta grosero y atrevido de los atalayos, es que pongan a Dios como pretexto para consentir en los hechos de asesinato pasivo de su esclavo mayor, y no se atreven a rechistarle nada; simplemente siguen instrucciones, aún a sabiendas de que sus vidas corren peligro.