En cuanto a las transfusiones de sangre, como dije, no es la ùnica ni la mejor opciòn; y los testigos cristianos de Jehovà quieren lo mejor para sus hijos, y lo mejor, hoy por hoy, no son las transfusiones de sangre, las cuales estàn demostradas que pueden contener riesgos para la salud, como es el contagio de hepatitis C, dengue, sida, y otra enfermedades infeciosas, ademàs de debilitar el sistema inmunitario, sobre todo en los casos de càncer, como asì mencionan algunos mèdicos, que prefieren, en muchos casos, operar sin sangre, usando tratamientos mèdicos alternativos sin sangre, como es la eritropoietina sintètica, que hace aumentar el nivel de glòbulos rojos, o una màquina que recupera la sangre derramada, devolvièndola despuès a las venas, despuès de purificar la sangre; son dos ejemplos de tratamientos mèdicos los cuales no debilitan el sistema inmunitario, haciendo asì que la persona se recupere antes; y aunque es cierto que son màs costosos, son màs seguros que las transfusiones, sin sus efectos secundarios, incluso mortales, en algunos casos; de hecho, han muerto màs personas por negligencia mèdica que por haber rechazado una transfusiòn sanguìnea, en caso de que alquien hubiese muerto por el rechazo directo de una transfusiòn, la cual sòlamente se usarìa en situaciones de emergencia.
Por consiguiente, porque es una Ley de Dios, que, lògicamente, envuelve tanto la sangre de animales como de seres humanos (màs sagrada que la de los animales /Gènesis 9:3-6; Levìtico 17:14; Hechos 15:28,29; 21:25), y por motivos higiènicos/salubres, las transfusiones de sangre, actualmente, son siempre la ùltima opciòn para un Testigo cristiano de Jehovà; ademàs, como sabràn, los primeros cristianos, antes de corromperse el cristianismo, preferìan morir en los circos romanos antes que quebrantar alguna Ley de Dios, incluida la Ley de abstenerse de sangre, y aunque entonces no existìan las transfusiones sanguìneas, es sabido que los romanos solìan tomar sangre humana, por lo que, en ocasiones, ponìan a prueba a los cristianos para que hiciesen lo mismo, segùn escritores como Tertuliano (sig. II) y Minucio Fèlix (sig. III); y hoy dìa, aunque no suele tomarse la sangre humana por la boca, pero cuando a alguien no lo pueden alimentar de forma natural, por la boca, lo alimentan por las venas, que es por dònde se transfunde la sangre, de ahì viene la prohibiciòn de las transfusiones, que como dije, hoy dìa, son siempre la ùltima opciòn, como cuando se pierde mucha sangre y urge reponer componentes sanguìneos esenciales. (aùn queda por responder el planteamiento anterior: ¿es igual que se alimente a alguien por la boca que por las venas?.
Asì pues, la pregunta siguiente, sigue, igualmente, sin reponder.
(Para los que piensan que las transfusiones de sangre no estàn incluidas en el mandato bìblico de Levìtico 17:14 y Hechos 15:28,29), ¿podrìa alguien asegurar que no estàn realmente incluidas?, ¿podrìan, los que asì piensan, estar haciendo lo que menciona Jesucristo en Mateo 10:39 y Lucas 17:33, cuando dijo que el que busque por todos los medios salvar su vida la perderà? (en el contexto de Lucas 17:33, està hablando sobre la 2ª venida de Jesucristo, comparàndola a los tiempos de Noè, por consiguiente, es aplicable).
Por tanto, seguir el cristianismo que predicaron Jesucristo y los apòstoles, nunca ha sido fàcil, pero tampoco imposible, aunque es necesario un esfuerzo genuino para hacer los cambios necesarios, en el caso que asì sea, para adaptarse a la Palabra de Dios, que es a quien se debe prestar atenciòn, no a hombres apòstatas (Mateo 7:13-23; 12:31-37; Marcos 7:7,8,13; Hechos 17:29-31; 1ªTimoteo 4:1-7; 2ªTimoteo 2:16-18; 4:3,4; 2ªPedro 2:1-3; 3:3-13,16).