Paula venezolan;1324107]Transfundir sangre no viola ese mandamiento, como ya lo han explicado, la indicación es abstenerse de comer sangre de animales, por todo lo que ello significa.
El Creador de la sangre es un Dios de vida, que no quiere la muerte de nadie. ¿Cómo va querer Dios que muera un niño que necesita una transfusión? ¿Qué clase de dios sería? Un dios completamente alejado del Dios verdadero que es amor.
¿Qué nos mandó Jesús? Leamos Juan 13: 34 y 35: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros como yo os he amado, que también os améis unos a otros”
Juan 15 y 12: “Mi mandamiento es este: Ámense unos a otros como yo los he amado”
13: No hay amor más grande que este: dar la vida por sus amigos”
De manera que Jesús nos manda a amar como él ama. Y es nuestro deber demostrar que es posible amar de esta manera. Ese amor va a todos y no conoce barreras, no se niega al enemigo. Implica un esfuerzo para comprender las ideas del otro. Se alimenta del perdón y nos lleva a la perfección.
Jesús resume su enseñanza en el amor recíproco, el cristiano se rige por esto, por sobre todas las cosas Dios y Dios es amor.
Jesús nos llama amigos, porque nos ha dado a conocer todo lo de su Padre. Ya no más temor servil frente a Dios, ni miedo a la Palabra que para el Antiguo Testamento era la Ley, pero ahora la Palabra es una Persona: Jesucristo, por tanto hay deseo de escuchar y alegría de hacer la voluntad del Padre.
Como cristiano debemos obedecer la ley de Cristo, es decir su amor y la obediencia a esta ley nos amolda a él como persona, esto hace que nos parezcamos a Dios.
El amor al prójimo es la base de la moral cristiana.
Es un acto de amor, de bondad y de solidaridad donar sangre.