-Se supone que los que manipulan "la copa de bendición que bendecimos" (1Co 10:16) lo hacen con todo cuidado, ya que dejarla caer, golpearla contra algo o morder el borde fuertemente hasta el quiebre, no son contingencias de las que hemos oído hubieren ocurrido. Lo posible no es probable.
-Como no soy católico desconozco los casos excepcionales, pero remitiéndome a lo visto en películas y videos, solamente se ve a los sacerdotes sorbiendo el vino de la copa, mientras la feligresía solamente recibe la ostia.
-En las comunidades cristianas los fieles siempre participaron de ambas especies (pan y vino), y aunque en el futuro reino con el Señor bebamos vino con Él, no hay constancia que en la Nueva Jerusalem se perpetúe esta ordenanza, pues solo fue dada "hasta que Él venga" (1Co 11:26).
Cordiales saludos