Efectivamente, en el caso de los Gálatas fue necesaria la explicación teológica sobre la profecía “El Justo por la Fe vivirá” cuyo cumplimiento lo encarna el Señor Jesucristo por encima de la teología Pactal, en lo que respecta al “Si” condicional que responsabilizaba al hombre delante de su Creador en los siguientes términos: “EL QUE HICIERE ESTAS COSAS VIVIRÁ POR ELLAS”…es por este motivo que Pablo señala que: “LA LE LEY NO ES DE FE” (Gál.3:12) es de obras, glorifica la carne y por lo tanto la Obra de la Cruz queda relegada a un segundo plano, socavando de esta forma la Preeminencia de Cristo en TODO.
Este punto es fácilmente obviado por los judaizantes quienes apelan a los mandamientos del Señor respaldando la ley en los días de su carne…pero olvidan que si a Cristo conocimos según la carne, ahora, en esta edad de la Iglesia ya no lo conocemos así…
¿Cómo entonces lo conocemos?
Glorificado en el cielo…y desde allí Gobernando su Iglesia tal como aprendemos aquí:
Efesios 5:23: porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es
CABEZA DE LA IGLESIA, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Un cuerpo sin cabeza es una figura horrible de lo que hace el hombre sin Cristo…esta es la imagen que deambula por el mundo religioso cuando el Gobierno de Cristo es reemplazado por el hombre en el mundo denominacional.
Esta es la “iglesia” de los judaizantes en el mismo instante que le colocan el yugo de la ley a los incautos que caen en su trampa teológica.