Sigues tropezando en oscuridad
Amigo Patricio, intervienes en un mensaje ajeno solo para descalificar. Tu desprecio, como te podrás dar cuenta me tiene sin cuidado, pero por respeto a quienes leen, expongo aquí tus errores doctrinales con base en la Escritura.
1. Ignoras que la Toráh es instrucción espiritual, no solo ritos.
Reducir la Toráh a una ley ritual es ignorar su sentido más profundo. "Tu justicia es justicia eterna, y tu Toráh, verdad" (Salmo 119:142). La Toráh expresa la verdad y justicia de Dios, no simples ritos abolidos.
2. Usas una división artificial entre “ley moral” y “ritual” sin entender y para negar la Toráh, pero eso no es bíblico.
La Escritura nunca presenta la Toráh como dos sistemas separados, uno moral y otro ritual. Toda la Toráh es instrucción divina y expresa justicia, santidad y verdad.
Es cierto que en el Mesías han cambiado aspectos rituales. Ya no se ofrecen sacrificios de animales porque ahora ofrecemos sacrificios espirituales (1 Pedro 2:5), y el sacerdocio levítico fue reemplazado por el sacerdocio de Melquisedec (Hebreos 7:12).
Pero esto no anula la Toráh, ni la convierte en una “ley de los judíos”, eso solo expone tu gran ignorancia.
Cristo no vino a abolirla, sino a cumplirla y darle plenitud (Mateo 5:17).
Ahora, bajo el nuevo pacto, la Toráh es escrita en el corazón (Jeremías 31:33; Hebreos 8:10), y su vivencia es guiada por el Espíritu.
3. Malinterpretas Gálatas 5:18 sacándolo de contexto.
Usas este texto para decir que ya no hay ley para el creyente, pero eso no es lo que enseña Pablo. El contexto de Gálatas 5 contrasta la carne (pecado) con el fruto del Espíritu, no la Toráh con la gracia.
“No estar bajo la ley” no significa vivir sin ley, sino no estar bajo su condenación. De hecho, el mismo Pablo afirma que sí estamos bajo ley: “la ley de Cristo” (Gálatas 6:2), la cual es la Toráh vivida desde el Espíritu Santo con amor, resumida en los dos grandes mandamientos (Mateo 22:36–40).
Gálatas 5:23 incluso declara que “contra tales cosas no hay ley”, mostrando que el fruto del Espíritu no contradice la Toráh, sino que la cumple.
4. Desprecias la ley de Dios como norma de juicio.
Isaías 8:20 declara: “¡A la Toráh y al testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido”.
Santiago 2:12 afirma que seremos juzgados por la “ley de libertad”, que incluye el decálogo y mucho más. La Toráh sigue siendo la norma divina para el juicio.
5. Hablas de precisión, pero solo usas traducciones y desechas el texto original.
Tu argumento se basa en versiones modernas sin revisión del hebreo o el griego. Pero términos como nómos (ley) y psujé (vida/alma) requieren estudio serio.
Pablo dice en Romanos 7:22: “me deleito en la ley de Dios según el hombre interior”, lo cual no se entiende correctamente sin atención al texto original y al contexto.
6. Insultas en lugar de argumentar, contradiciendo el fruto que dices tener.
Proverbios 15:1 enseña que la respuesta suave quita la ira. 2 Timoteo 2:24–25 ordena enseñar con mansedumbre, no contendiendo. Tu actitud descalifica tu testimonio, no el mío.
Así que no has refutado nada, solo muestras un enredo incoherente lleno de los dogmas religiosos de tu transitar bajo doctrinas erradas humanas.
Y si no sigues el debate, mucho mejor ya que no me interesa debatir sin edificación como hasta el momento lo hecho contigo.