Si lo dice:
“No como el pacto que hice con sus padres”. Jeremías 31:32.
La ley es el pacto que hizo con sus padres, y dice Dios que el nuevo pacto no va a ser como el pacto anterior, significa que no va ser con la misma ley.
si fuese con la misma ley no seria u nuevo pacto, seria el mismo pacto, el antiguo pacto se pacto la ley de las obra para justicia propia, en el nuevo pacto se pacto la fe como justicia de Dios.
No dice así: dice un nuevo pacto establecido sobre mejores promesas.
¿Cuál era la promesa del antiguo pacto?
Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Romanos 10:5.
El pacto antiguo está establecido sobre la promesa de la justicia de la ley.
El nuevo pacto está establecido sobre la promesa de la justicia de la fe:
Ser justicia de Dios en Él:
5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. 2Corintios 5:21.
Te lo pongo de nuevo:
El pacto antiguo:
24:7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
24:8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
El nuevo pacto:
Te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones. Isaías 42:6.
26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Mateo 26:28.
42:4 No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley. Isaías 42:4.
Dios no cambia, le hizo dos promesas a Abraham una para con su descendencia física (el pueblo de Israel) su simiente física y la otra para con Cristo su simiente de la fe.
Hizo un pacto con su simiente física y otro pacto con su simiente de la fe.
Son dos pactos diferentes con leyes diferentes.
La voluntad de Dios es una y no ha cambiado “reunir todas las cosas en Cristo”
1:9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
1:10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
Envió a su hijo para redimir de la ley a los que estaba bajo la ley para hacer una nueva creación en Él para instaurar justicia su justicia por medio de otra ley “la fe”.
Hubo cambio de ley.
Cristo es el fin de la ley, para justicia.
Se cambió el señorío de la ley por el señorío de Cristo.
Y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. Hebreos 10:9.
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.