DLB a todos:
Para los que ignoran la verdad de Obregón y Calles... verdad que el clero mexicano odia, tanto como odian la figura de VERDADEROS mexicanos como Juarez y no vendepatrias como los conservadores del siglo pasado y los jesuiticos propagadores de guerrillas zapatistas en Chiapas.
Este Artículo fue tomado de la revista Proceso:
De León Toral, asesino de Obregón
El "mártir" rumbo a la canonización
Rodrigo Vera / Fotos: Álbum León Toral
Mi padre es un santo, un mártir, un héroe que ofreció su vida por la causa de Cristo. Para mí y para mi familia está en lo más alto del cielo", suspira convencida la monja Esperanza de León, hija de José de León Toral. La religiosa usa el pelo corto y descubierto. Pese a sus 74 años, es de postura erguida y movimientos seguros. A su lado —sobre el mantón verde que tapa al piano de la sala— dispuso platitos con galletas que ofrece con amabilidad.
No sólo ella, recalca, guarda admiración por León Toral.
"De sacerdotes y amigos escucho muchísimos comentarios positivos sobre mi padre. Alaban su acción y su heroísmo. Saben que actuó por motivos estrictamente religiosos. Nada tuvo que ver con la política."
Con un grupo de familiares y laicos católicos, la religiosa intenta abrir el proceso de canonización de José de León Toral, quien, en julio de 1928, asesinó al general Álvaro Obregón en el restaurante La Bombilla de la Ciudad de México.
Mediante testimonios de conocidos, documentación histórica, estudios psicológicos, argumentación teológica, así como con cartas personales y declaraciones que el propio León Toral hizo durante su juicio, se intentará demostrar que el controvertido personaje vivió además una "espiritualidad" similar a la de los santos, por lo que —dicen— también merece estar en los altares.
A 73 años del homicidio de Obregón, punto álgido del enfrentamiento entre la Iglesia católica y el Estado, y considerado "tema tabú" dentro de la propia jerarquía católica, la religiosa está dispuesta a enfrentar las controversias que le acarreará la causa, la cual planea abrir en la arquidiócesis de México.
"Las cosas todavía están un poco candentes. En el arzobispado nos advierten que la cuestión política pesa aún mucho", reconoce.
—¿El hecho de que su padre haya cometido un asesinato será también, desde el punto de vista teológico, un gran obstáculo para su canonización?
—Sí. Este punto será el principal obstáculo. El arzobispado nos aclaró que la causa será difícil por la cuestión del homicidio. No lo acaba de aceptar. Sin embargo, estamos juntando toda la argumentación teológica posible para explicar las razones del asesinato, ya que en realidad fue un tiranicidio, avalado por el magisterio de Santo Tomás de Aquino.
—¿Para cuándo tendrán lista la documentación?
—Para este mismo año. Y será una documentación exhaustiva. Es uno de los requisitos que nos piden en la Comisión para las Causas de los Santos del arzobispado. Si logramos abrirlo, de todas formas será un proceso largo.
La hija de León Toral se mantiene activa entre dos añejas mansiones de la colonia Roma: una es la residencia de las monjas del Verbo Encarnado, congregación a la que pertenece; y la de al lado se transformó en una escuela secundaria dirigida por ella. Entre gruesos muros de cantera esculpida, enrejados y patios de baldosas, transcurre su vida colmada por la memoria de su padre.
Hoy, la monja Esperanza asegura que su padre, con su sacrificio, trocó su vida por la del general Obregón:
"Por su ideal de la fe, mi padre cambió su vida por la del señor Obregón. Y lo dejó todo por ese ideal: su esposa, sus hijos, sus padres... sus seres queridos."
Única sobreviviente de los tres hijos de León Toral —los otros fueron Juan José y Humberto Miguel, éste bautizado así en memoria de los hermanos Pro—, la monja Esperanza cuenta que, desde niña, sus maestras religiosas le pidieron "prudencia" para revelar la identidad de su padre.
—¿Nunca tuvo dificultades por ser hija de León Toral?
—¡Jamás! Siempre me manejé con prudencia. Mis compañeras poco a poco se fueron dando cuenta, de manera natural, quién era mi padre. Y en la familia también hubo muchísima prudencia. Nos mantuvimos alejados del revuelo de la prensa.
Comenta entusiasmada que, tan pronto sepultaron a León Toral —fusilado en la prisión de Lecumberri, el 9 de febrero de 1929—, la devoción popular vio en su tumba, en el panteón Español, una especie de lugar sagrado donde podían pedirse "favores" invocando al "mártir".
"Desde que tengo uso de razón empecé a ir a su tumba. Los primeros años estaba toda pintarrajeada, porque el pueblo le pedía favores por escrito. Yo también he experimentado la protección de mi papá. Y en la familia algunos se encomiendan a él. Hasta donde sé, la gente ha encontrado respuesta en cosas comunes y corrientes, nada extraordinario, ningún milagro que yo sepa."
Centro de Estudios
Sus seguidores, con objeto de iniciar el proceso de canonización, abrieron el Centro de Estudios Históricos José de León Toral, situado en una vieja casona de la colonia Santa María la Ribera, muy cerca de donde vivió León Toral. El año pasado, al cumplirse 100 años de su natalicio, el centro organizó un seminario, acuñó monedas de plata con su imagen y elaboró algunos artículos conmemorativos.
Planea seguir impartiendo seminarios, además de exposiciones de los dibujos que León Toral —quien estudió en la Academia de San Carlos— realizó antes y durante su reclusión en la cárcel. Una "joya" no han podido encontrar sus familiares: el retrato original que le hizo al general Obregón en La Bombilla y que le sirvió de pretexto para matarlo a tiros por la espalda.
Jorge de León, hijo de un hermano del homicida, es quien lleva las riendas del centro. Explica: "El objetivo es promover el estudio histórico sobre la época de la Cristiada y, claro está, darle un carácter más oficial a nuestra petición para que se canonice a José de León Toral. El arzobispado no se opone, siempre y cuando cumplamos con el procedimiento. Nos pidió que fuera una organización la que hiciera la propuesta. Y al centro ya lo constituimos en asociación civil".
—¿Aparte de la familia, hay apoyo de algunos grupos para que se le canonice?
—Sí. Hay grupos de laicos católicos y descendientes de personas que conocieron a mi tío. Aunque por el momento no nos hemos acercado mucho a estas organizaciones y sectores. Lo haremos cuando hayamos integrado el expediente.
Indica que el asesinato de Obregón aceleró la paz entre la Iglesia católica y el Estado: "Obregón era considerado por los católicos como el promotor de la persecución religiosa. Su asesinato dio pauta para que se dieran los arreglos con el gobierno. Al cometer el tiranicidio, la intención de León Toral era justamente evitar que se siguiera derramando más sangre, dar a México una tranquilidad que no tenía."
A diferencia del clásico asesino desquiciado, León Toral —dice su sobrino— fue "una persona totalmente cuerda y equilibrada, con un coeficiente intelectual por arriba del promedio. Fue buen padre, buen hijo y buen compañero de trabajo. Sacrificó su vida con fines religiosos". Considera, sin embargo, que hasta la Iglesia lo ve como un "mártir" incómodo del que evita hablar. "El homicidio que cometió ha sido un tema tabú dentro de la Iglesia. Se piensa que puede herir susceptibilidades o afectar a ciertos sectores".
—¿La Iglesia está cometiendo una injusticia hacia la figura de León Toral?
—Hacia él y hacia otras personas que dieron su vida por la causa religiosa. Hay otros mártires a quienes tampoco les han reconocido su sacrificio.
Indica que la causa de León Toral se abordará desde una perspectiva diferente a la de los 25 mártires de la Cristiada que, el año pasado, canonizó el Papa Juan Pablo II en Roma. Éstos fueron llevados a los altares porque no se levantaron en armas ni opusieron resistencia al momento de ser fusilados.
"El caso de León Toral tendrá que ser diferente, porque las causas que lo llevaron a cometer el homicidio fueron distintas", dice Jorge de León, quien, por cierto, tiene un hermano, Jaime, que se casó con una sobrina nieta del general Obregón; Margarita Cevallos Obregón.
Y adelanta que la parte teórica fundamental será el tiranicidio, basado en los escritos de Santo Tomás y en el pasaje bíblico de Judith, la heroína que acabó con la vida del general Holofernes y que inspiró a León Toral para acabar con la vida del otro general.
Causa difícil
¿Puede ser santo un asesino? Es la pregunta clave que estará a debate. El sobrino de León Toral asegura que sí: pone como ejemplo casos de santos que recurrieron a las armas, como Santa Juana de Arco y San Luis Rey.
Recientemente, en 1987, el propio arzobispo de París, el cardenal Lustiger, inició en Francia la causa de canonización de Jaques Fesch, un individuo de vida disoluta —drogadicto, borracho, jugador y mujeriego— que asesinó a un policía y luego se convirtió.
Por lo pronto, ya han empezado a realizarse investigaciones sobre la "espiritualidad" de León Toral, a quien la teóloga Martha Zozaya Rubio le dedicó todo un capítulo en su tesis Espiritualidad de movimientos laicales en México durante la persecución religiosa, basado principalmente en las cartas y testimonios que León Toral escribió en prisión.
—¿Tuvo León Toral la espiritualidad de un santo? —se le pregunta a Zozaya.
—Para mí sí. Él fue congruente con su fe hasta las últimas consecuencias. Su renuncia, entrega, abnegación y sacrificio son características espirituales que comparte con las del mártir. El mártir es precisamente quien vive hasta la muerte la autenticidad de su fe.
—¿No es contradictorio el que León Toral tuviera esta espiritualidad y, a la vez, asesinara?
—Bueno, él estaba plenamente convencido de que el tiranicidio era la voluntad de Dios. Debido a esa convicción él fue muy coherente.
En los propios escritos de León Toral es muy recurrente el tema de la santidad y del martirio:
"No ambicionaba sino la muerte de mártir, pero sin singularizarme"... "Siempre he deseado santificarme; nunca aspiré a otra cosa sino a alcanzar la santidad por la práctica constante de las pequeñas virtudes"... "¿Cuántos santos y grandes hay que fueron seglares? Y que multitud tan inmensa de religiosos que no alcanzaron la santidad heroica"...
León Toral encomendaba a Dios el alma de su víctima:
"No dudo que el señor Obregón esté ya en el cielo; lo invoco"... "Ofrecí mi sangre por la salvación del Sr. Obregón"... "Señor, te ofrezco por manos del Sr. Obregón, todas las oraciones que se hacen por mí"...
Sin embargo, Martha Zozaya ve difícil que prospere la canonización debido al homicidio: "Es difícil que acepten la causa por el hecho del asesinato. León Toral fue un asesino; eso es indiscutible".
No matarás
La Comisión para las Causas de los Santos está instalada en el noveno piso del edificio del arzobispado. Filas y filas de cubículos se alinean en pulcros pasillos. Aquí se determinará si procede o no la causa de León Toral.
El encargado de la comisión es el sacerdote Gerardo Sánchez. Desde su escritorio exclama tajante:
"¡La Iglesia no canoniza asesinos! Uno de sus mandamientos es precisamente: '¡No matarás!'. León Toral no es mártir porque asesinó. Si Obregón era pecador, tuvimos que buscar su conversión, no su muerte. Cristo vino a salvar a quienes están perdidos, no a masacrarlos."
—¿Ya no es válida la doctrina de Santo Tomás sobre el tiranicidio?
—Santo Tomás hizo muchas aportaciones al magisterio. Pero aquella era otra época.
—¿Y qué con los santos que en vida fueron guerreros?
—Eso es hablar del pasado. Eran santos de las cruzadas, de la época medieval. Vivieron una situación distinta. Actualmente, el Papa Juan Pablo II no ha canonizado a ningún asesino. En 1983 reformó el Código de Derecho Canónico, y a partir de ahí surgieron nuevas normas para las causas de los santos. Por lo tanto, se abolió toda la legislación anterior.
Abre un folleto que tiene sobre su escritorio. Son las Nuevas Leyes para las Causas de los Santos. Da lectura al párrafo donde se menciona que los mártires son aquellos que mueren "a causa de la fe en Cristo o de algún otro motivo relacionado con Dios".
—Pero aquí no se especifica que un asesino no pueda ser santo...
—Sí, pero lo que no se dice no se puede dar por hecho.
—En Francia, sin embargo, existe el proceso de canonización de un criminal.
—No conozco el caso, sinceramente. Habría que ver los motivos. Puede ser que esta persona se haya convertido. La conversión es un arrepentimiento que transforma la vida de la persona al grado de llegar a la santidad.
—¿León Toral no se convirtió?
—Seguro que sí, se confesó y todo. Pero para nosotros no murió por Cristo. Lo enjuiciaron y fusilaron porque mató a Obregón, no por su fe. Eso está muy claro. Ahí están las actas de su juicio. Su caso es totalmente distinto al del padre Pro, a quien ni siquiera le hicieron juicio y lo fusilaron como un escarmiento al sacerdote. Además, él no asesinó.
Señala que, a fin de cuentas, tendrá que ser el arzobispo de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera, quien acepte o rechace el caso León Toral: "El juez por excelencia es el obispo del lugar, en este caso monseñor Rivera. Yo no haré nada sin su aceptación".
La ignorancia
En el aspecto político, el historiador Jean Meyer asegura que el asesinato de Obregón ni siquiera ayudó a acortar el conflicto cristero, como lo planeó León Toral. Más bien provocó que se alargara más.
"El asesinato del general Obregón hizo que la guerra civil se prolongara 11 meses más."
El autor de La Cristiada explica: "Obregón iba a tener una cita con el embajador estadunidense Dwight Morrow con objeto de dar finiquito a los arreglos que ya estaban listos, y que el propio presidente Calles había amarrado, en mayo de 1928, con el arzobispo Leopoldo Ruiz y Flores, quien incluso había viajado al Vaticano para exponerle personalmente al Papa los puntos del arreglo.
"En ese momento León Toral asesina a Obregón y hace que todo se posponga. Provocó que Calles diera prioridad a la crisis politico-militar que soluciona hasta principios del 29, al aplastar al levantamiento escobarista."
Lejos de evitar más derramamiento de sangre, León Toral indirectamente provocó "que se perdieran decenas de miles de vidas al hacer que se alargara la lucha".
Aún más, Meyer señala que Obregón no era el responsable del conflicto: "¡Para nada! Todo lo contrario. Desde 1925, Obregón le había advertido a Calles que no se metiera en los pantanos de un conflicto con la Iglesia. Y en 1927, Obregón se reunió en secreto, en San Antonio, Texas, con obispos mexicanos que vivían en el exilio. Siempre prestó sus buenos oficios para alcanzar la paz".
—En suma, ¿León Toral no es el mártir que ayudó a solucionar el conflicto?
—No. Y quienes intentan canonizarlo son personas ingenuas que ignoran la historia e ignoran lo que es un mártir
En la cuna del "tiranicida"...
Verónica Espinosa
MATEHUALA, S.L.P.- La posibilidad de canonizar a José de León Toral genera desde críticas hasta fervorosas defensas en su ciudad natal. "No creo que para los matehualenses sea motivo de orgullo decir que José de León Toral es de aquí", afirma, por ejemplo, el cronista de la ciudad, Juan Francisco Rangel Tovías.
"Hizo lo que hizo por el bien de la Iglesia católica. Fue un tipo con agallas", afirma en contraparte Ángel Romo, cuyo padre lo conoció y colaboró con los hermanos Pro mediante Acción Católica.
Son, sin embargo, escasos los testimonios de la vida de José de León Toral en Matehuala. Apenas lo menciona una monografía que circuló hace cuatro años, elaborada por una historiadora local, pues en la mayoría de las referencias de historia regional el asesino de Álvaro Obregón simplemente no existe.
A principios de la década pasada, una hija y otros familiares de León Toral colocaron una placa en la casa donde nació en 1900 (calles Ocampo y Juárez), y el 23 de diciembre del 2000 —el centenario de su nacimiento— fue puesta otra por iniciativa del Centro de Estudios Históricos José de León Toral.
Dicha casa, por cierto, está a punto de ser vendida por su propietaria actual, Irma Careaga, quien piensa ofrecerla a la monja Esperanza de León, hija de José.
Irma ocupa la mitad de la propiedad desde 1969, cuando le fue heredada por su madre, Refugio Hernández Elorza, en tanto que la otra porción (ocupaba media cuadra), hoy totalmente modificada, alberga las oficinas de la Unión de Crédito Regional, caja de ahorro que defraudó a miles de personas de la región.
Ubicado a dos cuadras de la Plaza de Armas, el inmueble, de casi 800 metros cuadrados, conserva elementos originales: ornamentos sobre las altas puertas y ventanas, y patio porticado. Hijos de Irma Careaga ocupan la habitación donde nació José de León Toral.
E Irma Careaga, quien previamente lo había dividido para rentarlo a varios comercios, hoy pretende venderlo para heredar a sus hijos. Aunque contratará a un valuador, piensa que vale unos 3 millones de pesos.
"Voy a comunicarme con la madre Esperanza de León, para decirle que quiero venderla. Creo que a ella le interesaría primero que a nadie", señala Irma, quien hace aproximadamente una década se enteró, durante una visita que le hizo la madre Esperanza, que allí había nacido José.
"Lo vi en Senda de gloria. Él sale ahí", comenta en referencia a una telenovela histórica producida por Televisa.
La "justa dimensión"
En la monografía Matehuala, una ciudad que agoniza, de María Concepción Nava Muñiz, publicada en 1997, aparecen en orden alfabético los personajes importantes de esta ciudad, incluyendo a José de León Toral.
En las páginas 134 y 135 se le dedican algunas líneas, que fueron tomadas de la Enciclopedia de México, del texto Obregón, Toral y la Madre Conchita, publicado por Hernán Robledo; también, de notas aparecidas en Excélsior, y de las Memorias de María de León Toral, madre de José, aparecidas en 1970. Allí están el dibujo que León Toral hizo a Álvaro Obregón el día que lo asesinó, y una fotografía.
La investigadora preparó esta publicación con una beca otorgada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto de Cultura de San Luis Potosí. Pero su trabajo recibió críticas, y fue calificado de "impreciso" por el cronista de la ciudad de San Luis, Rafael Montejano y Aguiñaga (ya fallecido), quien sugirió retirarlo de la circulación.
Así, el cronista Juan Francisco Rangel Tovías, quien tiene ese cargo desde hace dos meses, se encuentra "partiendo de cero" para reconstruir la historia local.
Dice: "León Toral es conocido en Matehuala por algunos círculos de académicos, aficionados a la historia del municipio y de la región, y periodistas. Entre la población ha quedado la idea del fenómeno curioso de que un matehualense fue el asesino de un presidente de la República.
"Quienes nos interesamos por estudiar los acontecimientos históricos debemos ahondar más en la existencia de este tipo de personajes, para presentarlos y valorarlos en su justa dimensión... Existen otros matehualenses mucho más importantes en la vida nacional que deberían ser reconocidos", como el maderista y revolucionario Mateo Almanza.
Considera "muy lógica la propuesta de canonización que hacen sus familiares... pero —acota— desde mi punto de vista creo que no reúne las características, cualidades o méritos suficientes para que se le canonice".
No sabe si en Matehuala hay algún grupo católico que apoye la propuesta: "Pudieran existir algunos grupos profundamente religiosos que vean en esta persona al individuo que realizó una obra importante en ese ámbito, y realcen su figura. Pero no podemos decir que los matehualenses sintamos orgullo por contar con una figura como José de León Toral".
"Fue un tiranicida"
En cambio, Ángel Romo, quien vive aquí desde hace 27 años —"más de la mitad de mi vida"— está entusiasmado: "Es una iniciativa muy merecida para León Toral. Realmente tuvo las agallas... como los mártires jaliscienses que acaba de canonizar el Papa. León Toral debería estar ahí. Merece estar ahí".
—¿Aunque para la historia sea un magnicida?
—Lo que cometió fue un tiranicidio. Y hablando claramente, el tiranicidio está permitido por la Iglesia, porque es a favor del pueblo... Oiga, debido a esos caciques y tiranos tuvimos los 70 años de PRI. Ya peor no podíamos estar.
Y luego de definirse como "de la derecha, de la extrema derecha", exclama: "Con Fox nos va a ir 100 mil veces mejor".
Romo conoció a la madre Esperanza de León en el Instituto Matel, donde ella dio clases un tiempo: "Ahí van mis hijos. Un día platicando y atando cabos, hablamos de su padre. Me interesó sobremanera, y me enseñó varias cartas, documentos, dibujos que hizo. Me dio un libro de su vida y lo leí. Me pareció muy interesante. Fue un hombre con muchísimas agallas, porque para hacer eso no se necesita estar loco. Era un hombre que amaba la libertad".
Por encomienda de su padre, Ángel Romo pidió al entonces alcalde de Matehuala, el priista Virgilio Castillo, autorización para colocar una placa en la casa, pero éste se la negó.
"Entonces —precisa— fui con la familia que vive ahí. Se entusiasmaron, y me dieron el permiso. Castillo ni se enteró."
Finalmente, lamenta que "León Toral no pueda figurar en la historia porque para el gobierno era un enemigo, y nunca lo va a considerar un héroe, sino un traidor. Pero para mí fue un héroe". l
Se reabre la herida: Edgar González Ruiz
Álvaro Delgado
La canonización de José de León Toral, quien asesinó al presidente reelecto Álvaro Obregón, "reabre la herida de la guerra cristera, que en realidad nunca ha sanado", advierte el especialista Edgar González Ruiz."Es muy peligroso y alarmante para la sociedad que se trate de idealizar a figuras como José de León Toral, sobre todo porque se ha olvidado la otra parte: quienes no estuvieron de acuerdo con la ideología religiosa y que fueron perseguidos."
González Ruiz, maestro en filosofía y autor de varios libros sobre los grupos conservadores en México, entre ellos La última cruzada (Grijalbo), se ocupa en su más reciente obra, Los otros cristeros, aún sin editorial, de "la otra cara de la moneda" de la guerra cristera de 1926 a 1929, así como de los episodios correspondientes al gobierno de Lázaro Cárdenas.
Dividido en dos partes, el libro —adelantado a Proceso— se basa en documentos de la época, muchos de ellos inéditos y provenientes de archivos cristeros, y detalla "los injustificables crímenes" que cometieron los rebeldes ultracatólicos contra varios sectores de la población, particularmente los maestros.
Especialmente durante la segunda guerra cristera, que fue en gran medida una cruzada contra la educación socialista y contra la educación sexual y la educación mixta, incluida esta última dentro de la educación socialista, los cristeros quemaron escuelas y libros, vejaron y agredieron de mil formas a maestros y maestras rurales, algunos de los cuales fueron linchados; otros muchos y muchas fueron asesinados y, en los peores casos, maestras rurales fueron violadas y mutiladas, y se cometieron con ellas atrocidades que es impresionante y triste pero necesario relatar.
Me parece necesario rescatar la memoria de esos profesores y profesoras que murieron en el cumplimiento de su deber, porque si la Iglesia puede con todo su derecho canonizar a los mártires de su fe, la sociedad debería reconocer como héroes y heroínas a quienes sufrieron también los más crueles martirios por la noble tarea de luchar contra la ignorancia y, en aquellos tiempos, con o sin ideología socialista, de enseñar a los niños campesinos los conocimientos más elementales sobre el lenguaje y sobre la naturaleza. Muchas de las crueldades de los cristeros contra maestras rurales tendrían que ser referencia obligada en la historia universal de la infamia y del fanatismo, pues no se pueden entender ni justificar como expresiones de "desahogo popular" o de supuesta "lucha contra la injusticia".
Para elaborar su libro Los otros cristeros, González Ruiz consultó, entre otros, los archivos de Palomar y Vizcarra, de Aurelio Acevedo y de la Liga Defensora de la Libertad Religiosa, disponibles en el Centro de Estudios sobre la Universidad, así como la publicación cristera David. Recurrió también al acervo de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En la introducción de su libro, apunta: "El avance político de la derecha y de la Iglesia católica ha estimulado el reiterado intento de idealizar, incluso genéricamente, la memoria de los cristeros, que con las armas defendieron un proyecto religioso de nación, lo mismo en la guerra de 1926 a 1929, que en la desarrollada por bandas cristeras, no apoyadas ya por la jerarquía pero coincidiendo en muchos puntos con el discurso de ésta, durante el período de Lázaro Cárdenas".
También a Mussolini...
En entrevista con el reportero, el especialista dice que el objetivo de canonizar a León Toral no es casual. Se produce en el contexto de un "repunte impresionante de la derecha" por el triunfo de Vicente Fox.
"Ese repunte de la extrema derecha, cuya columna vertebral siguen siendo los grupos que apoyaron en su tiempo a los cristeros, trae aparejado el riesgo de la intolerancia, de la represión a las minorías, de la imposición a toda la sociedad de una serie de proyectos religiosos. Ya se evidenció esto con uno de los personajes que representan esta continuidad: Carlos Abascal Carranza."
Explica que Abascal, secretario del Trabajo, forma parte de un grupo que logró colocarse en el gabinete de Fox, quien durante su campaña también exaltó símbolos religiosos, como el grito cristero y el estandarte de la Virgen de Guadalupe, en cuya basílica oyó misa el día de su toma de posesión.
"Hay un proyecto, pero imponerlo en nuestros días de pluralismo sería tiránico", subraya González Ruiz, y celebra que no sean tan abundantes este tipo de personajes incrustados en el gobierno de Fox, y que éste sea sensible a la opinión pública.
"No obtuvieron tanto en un gabinete que es plural. Obtuvieron más con Carlos Salinas", explica, pues en ese sexenio hubo mayores apoyos para los sectores ultraconservadores, tal como lo documentó en La última cruzada.
Sin embargo, "actualmente existe el riesgo de que se trate de imponer una visión unilateral, porque lo que se está idealizando es el predominio de la jerarquía católica y de la religión en una sociedad que actualmente es plural".
En el propósito de canonizar al homicida de Obregón, dice González Ruiz, se está soslayando que muchos mexicanos murieron por valores y derechos actualmente reconocidos, como los sexuales.
"Estamos olvidando que hubo mártires —así, textual— que murieron de manera cruel y despiadada por impartir educación, incluyendo la sexual, y que debieran ser, si lo vemos en el contexto actual, mártires para toda la sociedad. Si el argumento para idealizar a León Toral es que fue benéfico para la Iglesia católica, muchas personas de regímenes totalitarios también resultarían idealizados, como Benito Mussolini y Francisco Franco. ¿Todo eso se va a idealizar? Si se idealiza a los cristeros o a personajes como José de León Toral, ese es finalmente un proyecto de nación: una nación católica que excluye la diversidad y justifica la violencia por motivos religiosos."
—¿El hecho de que se promueva elevar a santo a José de León Toral reabre esa herida en la historia nacional?
—Sí, reabre heridas que en realidad no han sanado. Yo no soy historiador, pero los acuerdos del 29 fueron un tanto superficiales y conciliatorios: establecen un modus vivendi. Pero quedó esta lucha entre liberales y conservadores, lucha que se manifiesta desde el lado conservador por los mismos grupos que respaldaron a los cristeros. Existe el peligro de que se imponga ese proyecto intolerante de una nación católica.
Y concluye: "Hoy los herederos ideológicos de los cristeros quisieran llevar a la cárcel a las mujeres que abortan, aun en el caso de violación, y las califican como asesinas, inclusive a las que usan algún tipo de anticonceptivo. Otros herederos ideológicos de la Cristiada quieren llevar a los altares al asesino de Obregón, como si la vida de este último no tuviera valor alguno". l
La confrontación de Calles y la jerarquía católica
Álvaro Delgado
Cuando los brotes de rebeldía de sacerdotes y fieles se extendían, en la gestación de la guerra cristera, el presidente Plutarco Elías Calles se reunió con dos miembros de la jerarquía católica, el sábado 21 de agosto de 1926, en el Castillo de Chapultepec.El objetivo del secretario del Episcopado Mexicano, Pascual Díaz, y del obispo de Morelia, Leopoldo Ruiz, era persuadir a Calles de no aplicar la Ley de Cultos.
—Muchas veces, señor presidente, por cuestiones de conveniencia, es necesario callar determinadas cosas —le recomendó Pascual Díaz, obispo de Tabasco.
—Yo no puedo hacerlo, de ninguna manera —lo frenó Calles—. Yo sólo digo lo que siento, lo que está de acuerdo con mi criterio, y procuro sujetar todos mis actos a la ley.
Esa conversación, cuya versión taquigráfica obtenida por Proceso forma parte del Archivo General de la Nación bajo el título Concertación Iglesia-Estado, recobra actualidad al promoverse la canonización de José de León Toral.
Calles no sólo rechazó suspender los efectos de la ley aprobada por el Congreso, como se lo pedían los jerarcas católicos "para lograr la resolución del problema", sino que les advirtió:
"Yo les voy a demostrar que no hay problema, pues el único que podrían crear es lanzarse a la rebelión, y en este caso el gobierno está perfectamente preparado para vencerlos."
Los retó: "Ustedes no tienen más que dos caminos: sujetarse a la ley, pero si ésta no está de acuerdo con sus principios, lanzarse entonces a la lucha armada y tratar de derrocar en esta forma al actual gobierno para establecer uno nuevo que dicte leyes que armonicen con la manera de pensar de ustedes. Pero para este caso, les repito que nosotros estamos suficientemente preparados para vencerlos".
El encuentro promovido por los clérigos pretendía, según el secretario del Episcopado, borrar el "prejuicio" de que los obispos obstruían al gobierno y promovían una intervención extranjera, de lo que se acusaba directamente a los Caballeros de Colón.
—Usted conoce perfectamente lo que los Caballeros de Colón ofrecieron en Filadelfia —se deslindó Pascual Díaz—. Y nosotros, en cuanto se trató de fomentar la idea de una influencia extranjera, manifestamos claramente nuestro pensamiento de que únicamente deseábamos hablar con nuestros gobernantes y entendernos mutuamente...
—Ojalá que las palabras de ustedes se traduzcan después en hechos, porque los hechos hablan mejor —le respondió Calles, quien dijo estar enterado de las "actividades de elementos católicos en el extranjero", incluyendo el Vaticano.
"Con respecto a la actitud del clero dentro del país, es bien sabido que están incitando a la rebelión. Entre ese clero están los sacerdotes de Sahuayo (Michoacán), y con toda sinceridad les digo que si esos sacerdotes llegan a ser aprehendidos por las fuerzas federales serán fusilados, porque son responsables de haber incitado a la rebelión causando derramamiento de sangre (...)"
—Con respecto a lo que nos dice usted de los sacerdotes de Sahuayo, es cosa que nosotros ignorábamos por completo —afirmó Pascual Díaz—, pero debe usted convenir que cuando las pasiones se exaltan es fácil que los sacerdotes se extralimiten y no cumplan con su deber (...)
—Precisamente para eso está el poder público, para frenar esas pasiones —replicó Calles.
"Son chismes"
El obispo de Morelia habló de incidentes en Michoacán por las restricciones al derecho de los fieles a asistir a sus cultos.
—¿En qué se les ha impedido el culto? —preguntó Calles.
—Desde el momento que tenemos que sujetarnos a una ley, a pesar de que nuestras conciencias nos lo prohíben —respondió el obispo Ruiz.
—Irremisiblemente tienen que sujetarse.
—Contra los dictados de nuestra conciencia...
—Sobre los dictados de la conciencia está la ley —cortó Calles.
El obispo de Tabasco intervino para exponer que, a su juicio, la conciencia es lo que dictan los sentimientos, y la ley es un ordenamiento de la razón: "Por consiguiente, cuando mi conciencia me dice que la ley está en contra de la razón, tengo el derecho de seguir el dictado de mi conciencia y no sujetarme a esa ley, porque no estando en la razón no puede ser ley".
Y apuntó: "Naturalmente, esto que con tanta franqueza expreso aquí no voy a decirlo a las masas ignorantes —porque sería malinterpretado—, pero aquí tenemos la necesidad de hablar con toda franqueza, porque de otra manera no tendría ningún objeto esta entrevista...".
Calles señaló que si el clero estaba inconforme con la ley, debería recurrir al Congreso. Pero, según los obispos, ambas cámaras estaban dominadas "en su totalidad" por seguidores del presidente. "Y aquí es donde necesitamos la ayuda de usted", soltó el secretario del Episcopado.
Le pidieron intervenir ante los legisladores y hacer un referéndum, "así como en Estados Unidos", y el obispo de Tabasco suplicó: "Nosotros le rogamos, señor presidente, que si le vienen a calentar la cabeza no haga casos de esos chismes y nos apoye".
—¿En qué sentido?
—Puede ser que le vengan a calentar la cabeza, a decirle que lo que queremos es apoderarnos del poder. Le vendrán a decir que los curas quieren acapararlo todo, cuando nosotros no queremos ningún poder. Nosotros tenemos la misión de cooperar con el poder para hacer feliz a nuestra patria.
—Desgraciadamente eso no se ve —respondió Calles—. Les voy a hablar con toda franqueza: La mentalidad de nuestros sacerdotes es muy baja; no se han dado cuenta del movimiento de evolución que se está operando. Y no solamente no han entrado a ese movimiento, sino que tratan de obstruccionarlo, y naturalmente que tienen que ser arrollados. Es esa la verdad. Ustedes están perdiendo terreno a grandes pasos entre sus fieles, porque en el movimiento obrero que se está desarrollando los sacerdotes católicos se han puesto abiertamente del lado de los opresores del trabajador.
Y los campesinos, añadió, ya no creen en la resignación para la salvación eterna. "Comienzan a dudar de tal salvación y ven un enemigo en el cura que todo el tiempo se alía al hacendado para explotarlos más cruelmente".
Los curas insistieron en suspender la aplicación de la legislación; Calles se mantuvo inflexible y, al final, el secretario del Episcopado Mexicano aseguró: "Antes de despedirnos queremos manifestarle en una forma terminante que nunca ha sido nuestra intención obstruccionar su magnífica labor en el gobierno. Y queremos que se convenza que nosotros no fomentaremos en lo más mínimo ninguna rebelión".
La rebelión, sin embargo, se intensificó y, como consecuencia de ella, casi dos años después de esta reunión, fue asesinado el presidente electo, Álvaro Obregón, por José de León Toral. l
Espero se les caiga la cara de vergüenza (no a los católicos) pero los miembros del clero que lo unico que tienen son intereses políticos y economicos sobre nuestra amada nación.