Re: Los adventistas y el cuentecito del "mayor desastre papal"
Estimado elg. Saludos cordiales.
Tú dices:
Ya que joelice se hizo la bestia...
¿Algún otro ASD me puede decir qué significa "herida de espada" en este contexto?
Apoc. 13:10 "Si alguno lleva en cautividad,a cautividad irá. Si alguno mata a espada, a espada será muerto". Aquí está la perseverancia y la fe de los santos.
Apoc. 13:14 Engaña a los habitantes de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, diciendo a los habitantes de la tierra que le hagan una imagen a la bestia que fue herida de espada y revivió.
Respondo: ernestito, ¿te olvidas que la Biblia es su propio interprete?
Lee lo que dice Apocalipsis 13 sobre este punto que ignoras.
"Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.
Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.
Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia," Apoc. 13:1-3
Esta bestia es una mezcla (amalgama) que en su conjunto recuerda a lo vivo las cuatro bestias de Daniel 7, con la diferencia de que se suceden en orden inverso. Mientras que esta bestia por su cuerpo se parece al ágil y mañoso leopardo, son sus pies como anchos pies de oso que todo lo oprimen con su fuerza, y su boca es como la de un león, cuyo rugido hace que todo se estremezca.
De esta manera vemos como las otras bestias siguen vivas en esta última, a la que el dragón le da autoridad.
El león (Babilonia) le da su aporte en la "salvación por las obras"
El oso (Medo Persia) le da su aporte en la "adoración al sol" (Mitra)
El leopardo (Grecia) le da su aporte en la "filosofía y en la inmortalidad del alma"
La bestia terrible le da su "Sede y Poder Temporal"
Cada uno hace su contribución:
"El imperio romano, dice el historiador Doellinger en 1860, mediante el cual habíanse desmoronado las vallas y baluartes políticos, lingüísticos y convensionales, quedando todo allanado, había despejado el camino a la iglesia cristiana. Después de tres siglos de combates, de paciencia y confesión de unos, de persecución y de muerte por parte de otros, fué este imperio conquistado por la iglesia". "El punto céntrico de la vida eclesiástica lo era Roma, metrópoli del mundo a donde fluían los pueblos."
"Después de la caída del imperio romano, la iglesia vino a ser la educadora y ama de los nuevos estados." "En su regazo desarrolláronse las nacionalidades dominantes de occidente, todas convencidas de que formaban una gran familia cristiana de pueblos, un organismo europeo, bajo la supremacía eclesiástica de la sede papal y encabezadas por el imperio germano romano." Iglesia e iglesias, 1860, pág. 2,3.
«Sostenemos, dice, que el Papa tiene poder para disponer de todos los bienes temporales de todos los cristianos. El poder espiritual no se mezcla en los asuntos temporales, con tal de que no perjudiquen a los espirituales, o que no sean necesarios para llegar a perjudicarles; si esto sucede, el poder espiritual puede y debe detener al temporal, por todos los medios que crea convenientes. El Papa puede, por tanto, cambiar los imperios, quitar la corona al uno para dársela al otro, como príncipe soberano espiritual, si lo juzga necesario para la salvación de las almas.
"Si los cristianos no depusieron a Nerón y a Diocleciano, a Juliano el apóstata y Valente, que era arriano, no era por falta de derecho sino de fuerza."
Y añade Bellarmino, hablando en nombre del Papa.
«Si la obediencia a tu rey compromete tu salvación, entonces yo soy superior a tu rey, hasta en las cosas temporales... Vosotros sois las ovejas y los reyes los moruecos; permito que os conduzcan y os gobiernen; pero si se convierten en lobos, ¿debo consentirles que guíen las ovejas de mi Señor?...
La doctrina católica romana hace de los pueblos libres rebaños, de que los Papas son pastores, y moruecos los reyes. La misión que a éstos atribuye el catolicismo es guiarlos al son de sus cencerros: la de los pastores es conocida, trasquilarlos, ordeñarlos, y por último, comérselos."
«Vosotros no reconoceréis, por tanto, como rey al que quiera separaros del buen camino, ni al que yo arrojare de la sociedad de los justos, privándole de su reino, sino que prestaréis al que le reemplace legítimamente, la obediencia civil debida al rey.»
"Según el jesuita Molina: «
el poder espiritual del Papa lleva, como dependiente, el más amplio poder temporal, y jurisdicción sobre los príncipes y sobre todos los fieles de la Iglesia; de manera que, si el fin de la vida eterna lo requiere, puede el Papa deponer a los reyes, y privarles de su reino; suprimir sus leyes y edictos, no solo con censuras, sino obligándoles con penas exteriores y a fuerza de armas, sirviéndose al efecto de otros príncipes sometidos a su autoridad; pues para esto, Soberano Pontífice resume en su persona el supremo poder temporal y espiritual.
«Jesucristo no hubiera proveído a las necesidades de su Iglesia, sino hiciera vasallos del Papa a todos los príncipes temporales, atribuyéndole plenísimo poder paras obligarles y conducirles, según su cargo, a lo que crea necesario para los fines sobrenaturales."
«El Papa puede deponer a los reyes, si la conservación de la fe en la Iglesia, o la del bien común espiritual lo exigen.
«Si un príncipe se hace hereje o cismático, el Papa puede usar contra él de su poder temporal, deponiéndole y haciéndole arrojar de su reino.
«Además, si los reyes cristianos se hacen la guerra por causas temporales, cualesquiera que sean, y pudiesen de ella resultar perjuicios a la Iglesia, el Papa podrá dirimir la querella, aun a pesar de ellos, y estarán obligados a atenerse al juicio. Y si no lo hace, es porque teme que se subleven contra la Sede Apostólica, o sucedan otros inconveniente más grandes.»
Según la doctrina católica, sustentada con la vehemencia por los jesuitas,
el Papa es rey de reyes, y puede, no solo destronarlos, sino quitarles la vida. Sin embargo, los jesuitas no reconocen en él el derecho de deponer a su general, ni el de darles otro, ni siquiera el de disolver la Compañía, pues cuando un Pontífice romano se atrevió a disolverla, ellos no la dieron por disuelta, sino que, contra la expresa orden del Papa, se congregaron en un país cismático, nombraron nuevo General, y no tuvieron más en cuenta la voluntad del Papa, que las nubes de antaño. ¿Qué significa, pues, el propósito de La Compañía de Jesús, de defender la supremacía del Sumo Pontífice, y la extinción de sus dominios? Un pretexto, por no decir una alcahuetería"
http://www.filosofia.org/aut/fgt/pobres03.htm
"¡Roma! Ya pagana, ya cristiana, con su panteón o con la iglesia de San Pedro , bajo el gobierno de Cesar o el de Gregorio VII, Roma es siempre católica, es decir, común a todos, dominadora del mundo. Puedes odiarla como Anibal, despreciarla como Yugurta, invadirla como Gesenrico, Roma sigue siendo dominadora. Puedes trasladar el asiento del imperio a Constantinopla, la sede papal a Aviñon, puedes hacerte proclamar en París emperador romano, Roma sigue siendo la que domina. Bien puede Londres contener cuatro millones de seres humanos. París puede hacer penetrar su idioma en todas las cortes y congresos,
Roma puede permanecer muda y abandonada, y no obstante sigue siendo Roma la ciudad del universo. En ella se elaboró dos veces el pensamiento del mundo. También todo aquel que quiere entrar en Roma sin sentirse animado por alguna idea de expansión universal, entra en ella para servir y no para dominar.
Puedes llamarte rey, pero el ambiente romano te pone el sello de vasal del que domina más el mundo que tú. Para poder dominar en Roma después de papado, debes llevar en tu alma algo mayor, algo de mayor expansión universal que el papado; si no, quédate en Florencia, vete a Nápoles, ¡que en Roma nada tienes que buscar! Te muestras enemigo frente a otra tradición, hereje en opinión de otro, eres un bessurro (mote que los romanos dan a los piamonteses) para el pueblo. Eres un intruso y tienes vergüenza de ti mismo"
(La Iglesia católica. Tomo III, introducción XXX. P. M. Baumgarten)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.