Re: Los Adventistas del Septimo Dia NO son Cristianos.
Estimado patricio césped. Saludos cordiales.
Tú dices:
Respondo: "el continuo" se refiere a la obra exclusiva de mediación e intercesión del Príncipe en el lugar santo.
La Roma papal puso la abominación asoladora con su abominable ritual de la misa y el falso sistema tan propio de ella de perdonar pecados, así como el fraude de la hostia.
En otras palabras se fue directamente en contra del sistema de adoración que el Señor instauró en el Verdadero Santuario.
La Visión dura hasta cuando nuestro Señor pasa del Lugar Santo al Lugar Santísimo del Santuario Celestial, para restaurar todo este sistema de verdades:
"Y oí un santo que hablaba; y otro de los santos dijo a aquél que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio , y la prevaricación asoladora que pone el santuario y el ejército para ser hollado?" Daniel 8:13.
"¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?" Hebreos 10:29.
Como ya debieras saber la gran profecía de Daniel 8:14 revela la purificación del Santuario, y el año 457 a. C, es el comienzo de esta profecía y llegamos matemáticamente al año 1844.
"Y él me dijo: Hasta dos mil y trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será purificado." Daniel 8:14
"De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo." Hebreos 9:26.
Los romanistas afirman que el sacrificio de Cristo en la cruz fue cruento, pero que el sacrificio de la misa que ellos pretenden oficiar diariamente a Dios, es incruento. Si se adoptara esta ingeniosa evasiva, entonces el Espíritu de Dios sería acusado de inadvertencia, por no haber pensado en tal cosa; ya que el Apóstol asume, como una verdad admitida, que sin muerte no hay sacrificio. No está dentro del poder de los hombres inventar sacrificios como se les plazca. He aquí una verdad expresada por el Espíritu Santo: que los pecados no son expiados por un sacrificio, a menos que la sangre sea derramada. Por consiguiente, esa idea de que Cristo es sacrificado muchas veces es un invento del diablo.
Respondo: Tienes un tiempo de buscar lo que no dominas y veamos si te atienes sólo a la Biblia.
Respondo: El papado quitó el verdadero sistema de adoración y puso la abominación asoladora
Quitó el continuo y echó por tierra el lugar del santuario de Dios (Dan. 8:11)-
¿Cómo fue que el papado quitó el sacrificio diario y echó por tierra el lugar del santuario de Dios? Al colocar la intercesión humana en las manos de sacerdotes, [al establecer] el uso del confesionario y al sacrificar nuevamente a Cristo en cada misa, el papado ha eclipsado el ministerio celestial de Cristo en las mentes de los adoradores, a los santos o a María. Al sustituir el papel de Cristo en el santuario celestial por el servicio del sacerdote aquí en la tierra, el cuerno pequeño ha “echado por tierra” simbólicamente “el lugar de su santuario”, y por lo tanto, lo ha profanado.
En el sacrificio de la misa, el sacerdote romano se transforma en un alter Christus, en otras palabras, en "otro Cristo" en el sentido de que él sacrifica al Cristo verdadero sobre el altar y lo presenta para la salvación de los fieles.
Las últimas ediciones del catecismo de la iglesia Católica muestra esto claramente: “El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio: ‘Es una y la misma víctima, que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, que se ofreció a sí misma entonces sobre la cruz. Sólo difiere la manera de ofrecer'; Cristo, que se ofreció a sí mismo una vez de manera cruenta sobre el altar de la cruz, es ofrecido e inmolado de manera no cruenta".
Además, el sacerdote transforma la sustancia del pan y el vino en la sustancia misma del cuerpo y la sangre de Cristo. "Entonces se lleva al altar, a veces en procesión, el pan y el vino que serán ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo en el sacrificio eucarístico en el que se convertirán en su Cuerpo y su Sangre".
En otras palabras, en obediencia a las palabras del sacerdote, Cristo desciende sobre el altar en cada misa. El sacerdote jesuita Franz Xaver Esser escribió:“Oh, sacerdote, cuán sobrehumano y grande eres, eres como Cristo que ordenó a los vientos y al mar, y quien caminó sobre las hinchadas olas… El sacerdote entra al cielo y toma al hijo de Dios del círculo cerrado del coro angelical y todos quedan impotentes, no pueden evitarlo”.
En el confesionario el sacerdote absuelve los pecados con la fórmula: "Te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".
Es una llave maravillosa en las manos del sacerdote.
Dice el Catecismo: "Los obispos y los presbíteros, en virtud del sacramento de las Santas Órdenes, tienen el poder de perdonar todos los pecados 'en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"'.
A través de tales enseñanzas es que el ministerio de Cristo en el santuario celestial ha sido echado a un lado en la mente de muchos cristianos y su lugar ha sido tomado por sustitutos engañosos. La misa y el confesionario alejan la mente de los creyentes cristianos de una continua dependencia del ministerio mediador del Salvador en su santuario.
Complejas ceremonias, todas en el nombre de Cristo, oscurecen el ministerio de Cristo. "En vez de confiar en la Palabra inspirada y en el ministerio personal del Espíritu Santo, se les enseña a los hombres a depender de una iglesia infalible y un cuerpo pedagógico autoritativo, y a recibir doctrinas falsas tales como la transustanciación, el purgatorio, la adoración de imágenes, la inmortalidad del alma, el sacrificio de la misa, la inmaculada concepción.
Nuestro gran Sumo Sacerdote quien nos invita a venir a su trono de gracia y encontrar gracia para un oportuno socorro, encuentra que su intercesión perpetua es echada a un lado y que otros medios de alcanzar la gracia, otros mediadores e intercesores se interponen entre él y su pueblo... En el sistema [católico] romano su lugar es ocupado por sacerdotes humanos que ofrecen sacrificios, perdonan pecados y confieren el Espíritu Santo. La iglesia es llevada sobre los hombros del papa y el corazón de María, en vez de sobre los hombros y el corazón de Cristo. La mayoría de estos principios falsos se han fortalecido a lo largo de los siglos, pero ninguno de ellos puede remontarse ni siquiera en una forma primitiva a una fecha anterior al quinto siglo d.C.".
Respondo: El Santuario Celestial es purificado por nuestro Señor Jesucristo.
Respondo: ¡¡¡Santuario Celestial amigo patricio!!!
La actividad de este poder es esencialmente un acto de abierta rebelión contra Dios que trae desolación espiritual y produce horror en aquellos que ven los sucesos. La rebelión consiste en usurpar la obra mediadora del Príncipe y en hollar al ejército y al santuario. El ejército es derrotado y humillado, y el santuario es rechazado. Se establece un nuevo sistema, y consecuentemente el santuario celestial llega a quedar desolado, rechazado por aquellos que siguen o están bajo el control del cuerno pequeño.
Respondo: Ya los lectores se han dado cuenta de que repites puras tonterías.
Respondo: El ataque contra el santuario es descrito por Daniel como una profanación (Dan. 11:31). El verbo "profanar" (chalal) se usa en el contexto de los servicios del santuario para designar la violación de la santidad del objeto. No debería confundirse con el verbo "contaminar". Lo opuesto de lo puro es lo impuro, y lo opuesto de lo santo es lo común (lo profano). Profanar lo santo es tratarlo como algo común, ignorando o rechazando su conexión con el Santo. En el acto de profanación, lo que pertenecía exclusivamente a Dios es tratado sin respeto y derribado a la esfera de lo común.
Respondo: Ahora es el momento de que aprendas lo que nunca estudiaste.
Al concluir el año, debía darse un ritual de purificación del sacerdocio por todos los pecados que asumió del pueblo durante todo el año. Mediante ese ritual con la sangre del becerro del pecado, esos pecados asumidos durante el año se los quitaba del sacerdocio, y se los depositaba en el lugar santísimo (Lev 16:11-14). Luego se purificaba, esta vez el santuario mismo, de todos los pecados que había asumido durante el año tanto su sacerdocio como el santuario en sí, al recibir la sangre que se depositaba sobre él.
El texto literalmente dice: “Y expiará el santuario [lugar santísimo] de todas las impurezas de los hijos de Israel y de todas sus rebeliones, por todo el pecado de ellos. Y hará lo mismo por la tienda de reunión [lugar santo], que está entre ellos en medio de sus impurezas” (Lev 16:16). Recordemos que para referirse a los sacrificios por el pecado, la lengua hebrea se refería simplemente a la palabra “pecado”, lo que aquí implicaría que el santuario debía ser purificado de todos los sacrificios por el pecado que se habían ofrecido en el santuario durante el año. Esta transferencia de pecado es la que se expresa literalmente también en Heb 13:11: “El sumo sacerdote lleva la sangre de los animales dentro del santuario como pecado...” o “cuya sangre referente al pecado es introducida en el santuario”.
El Príncipe del Ejército celestial posee un “continuo” ministerio celestial que se extiende hasta el fin de los 2300 días-años, luego de lo cual el santuario debía ser purificado. “¿Hasta cuándo [será]... el continuo [que el sumo sacerdote celestial lleva a cabo en el lugar santo del templo celestial]?” Hasta que el santuario fuese purificado al concluirse los 2300 años (Dan 8:13-14).
Por supuesto, los pecados de rebelión que no fueron confesados recibirán también su castigo (cf. Lev 23:29-30).
El príncipe enemigo que tira por tierra la verdad y menosprecia el santuario celestial y pisotea al pueblo de Dios también morirá (Dan 8:25; cf. 7:26; véase también Jer 50:28; 51:11). Pero eso no quita que aún cuando el santuario terrenal estuviese arruinado durante el cautivero babilónico, Dios no pudiese atender las necesidades de su pueblo que clamase a él en su templo celestial.
Proyectándose aún más allá de la Babilonia literal, Jeremías ve que al pasar juicio sobre su pueblo remanente que va a ser liberado para siempre de ese reino del mal, no se encuentran pecados como tampoco, en los 144.000, es “hallada mentira en sus bocas” (Apoc 14:5)
. “En aquellos días, en ese tiempo, declara el Señor, se buscará la culpa de Israel, pero no se la encontrará, y los pecados de Judá, pero ninguno será encontrado, porque perdonaré el remanente que salve” (Jer 50:20).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
Estimado patricio césped. Saludos cordiales.
Tú dices:
Amigo Patricio.
Según la sarta de bobadas que ha escrito ese pobre hombre tenemos que imaginar que la Roma pagana quitó el contiguo sacrificio del Santuario de Jerusalén en el año 457 a.C. y la Roma Papal siguió prohibiendo el continuo sacrificio hasta el año 1844.
Yo creo que para creer tanta tontería les han tenido que lavar el cerebro con lejía muy concentrada.
Respondo: "el continuo" se refiere a la obra exclusiva de mediación e intercesión del Príncipe en el lugar santo.
La Roma papal puso la abominación asoladora con su abominable ritual de la misa y el falso sistema tan propio de ella de perdonar pecados, así como el fraude de la hostia.
En otras palabras se fue directamente en contra del sistema de adoración que el Señor instauró en el Verdadero Santuario.
La Visión dura hasta cuando nuestro Señor pasa del Lugar Santo al Lugar Santísimo del Santuario Celestial, para restaurar todo este sistema de verdades:
"Y oí un santo que hablaba; y otro de los santos dijo a aquél que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio , y la prevaricación asoladora que pone el santuario y el ejército para ser hollado?" Daniel 8:13.
"¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?" Hebreos 10:29.
Como ya debieras saber la gran profecía de Daniel 8:14 revela la purificación del Santuario, y el año 457 a. C, es el comienzo de esta profecía y llegamos matemáticamente al año 1844.
"Y él me dijo: Hasta dos mil y trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será purificado." Daniel 8:14
"De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo." Hebreos 9:26.
Los romanistas afirman que el sacrificio de Cristo en la cruz fue cruento, pero que el sacrificio de la misa que ellos pretenden oficiar diariamente a Dios, es incruento. Si se adoptara esta ingeniosa evasiva, entonces el Espíritu de Dios sería acusado de inadvertencia, por no haber pensado en tal cosa; ya que el Apóstol asume, como una verdad admitida, que sin muerte no hay sacrificio. No está dentro del poder de los hombres inventar sacrificios como se les plazca. He aquí una verdad expresada por el Espíritu Santo: que los pecados no son expiados por un sacrificio, a menos que la sangre sea derramada. Por consiguiente, esa idea de que Cristo es sacrificado muchas veces es un invento del diablo.
UNA RESPUESTA AL FORISTA AITORGOICO:
Gabriel Salinas Gonzalez, el Adventista del Septimo Dia, tendra una respuesta mia, este fin de semana, respecto a las ensenanzas de Daniel 8: 9 al 14 y Daniel 9: 20 al 27. Por el momento, estoy ocupado y no dispongo del tiempo apropiado para hacer una exposicion DETALLADA de esa profecia.
Respondo: Tienes un tiempo de buscar lo que no dominas y veamos si te atienes sólo a la Biblia.
Por supuesto, Aitorgoico, lo que tu has expresado es de la mayor importancia. La respuesta que ha dado Gabriel es completamente absurda, pues debe explicarse muy claramente la intervencion del cuerno pequeno de QUITAR EL CONTINUO SACRIFICIO QUE LA NACION DE ISRAEL HACIA, CONFORME A LA LEY DE MOISES, EN EL SACRIFICIO DE ANIMALES, PARA LA EXPIACION DE LOS PECADOS DEL PUEBLO.
Respondo: El papado quitó el verdadero sistema de adoración y puso la abominación asoladora
Quitó el continuo y echó por tierra el lugar del santuario de Dios (Dan. 8:11)-
¿Cómo fue que el papado quitó el sacrificio diario y echó por tierra el lugar del santuario de Dios? Al colocar la intercesión humana en las manos de sacerdotes, [al establecer] el uso del confesionario y al sacrificar nuevamente a Cristo en cada misa, el papado ha eclipsado el ministerio celestial de Cristo en las mentes de los adoradores, a los santos o a María. Al sustituir el papel de Cristo en el santuario celestial por el servicio del sacerdote aquí en la tierra, el cuerno pequeño ha “echado por tierra” simbólicamente “el lugar de su santuario”, y por lo tanto, lo ha profanado.
En el sacrificio de la misa, el sacerdote romano se transforma en un alter Christus, en otras palabras, en "otro Cristo" en el sentido de que él sacrifica al Cristo verdadero sobre el altar y lo presenta para la salvación de los fieles.
Las últimas ediciones del catecismo de la iglesia Católica muestra esto claramente: “El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio: ‘Es una y la misma víctima, que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, que se ofreció a sí misma entonces sobre la cruz. Sólo difiere la manera de ofrecer'; Cristo, que se ofreció a sí mismo una vez de manera cruenta sobre el altar de la cruz, es ofrecido e inmolado de manera no cruenta".
Además, el sacerdote transforma la sustancia del pan y el vino en la sustancia misma del cuerpo y la sangre de Cristo. "Entonces se lleva al altar, a veces en procesión, el pan y el vino que serán ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo en el sacrificio eucarístico en el que se convertirán en su Cuerpo y su Sangre".
En otras palabras, en obediencia a las palabras del sacerdote, Cristo desciende sobre el altar en cada misa. El sacerdote jesuita Franz Xaver Esser escribió:“Oh, sacerdote, cuán sobrehumano y grande eres, eres como Cristo que ordenó a los vientos y al mar, y quien caminó sobre las hinchadas olas… El sacerdote entra al cielo y toma al hijo de Dios del círculo cerrado del coro angelical y todos quedan impotentes, no pueden evitarlo”.
En el confesionario el sacerdote absuelve los pecados con la fórmula: "Te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".
Es una llave maravillosa en las manos del sacerdote.
Dice el Catecismo: "Los obispos y los presbíteros, en virtud del sacramento de las Santas Órdenes, tienen el poder de perdonar todos los pecados 'en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"'.
A través de tales enseñanzas es que el ministerio de Cristo en el santuario celestial ha sido echado a un lado en la mente de muchos cristianos y su lugar ha sido tomado por sustitutos engañosos. La misa y el confesionario alejan la mente de los creyentes cristianos de una continua dependencia del ministerio mediador del Salvador en su santuario.
Complejas ceremonias, todas en el nombre de Cristo, oscurecen el ministerio de Cristo. "En vez de confiar en la Palabra inspirada y en el ministerio personal del Espíritu Santo, se les enseña a los hombres a depender de una iglesia infalible y un cuerpo pedagógico autoritativo, y a recibir doctrinas falsas tales como la transustanciación, el purgatorio, la adoración de imágenes, la inmortalidad del alma, el sacrificio de la misa, la inmaculada concepción.
Nuestro gran Sumo Sacerdote quien nos invita a venir a su trono de gracia y encontrar gracia para un oportuno socorro, encuentra que su intercesión perpetua es echada a un lado y que otros medios de alcanzar la gracia, otros mediadores e intercesores se interponen entre él y su pueblo... En el sistema [católico] romano su lugar es ocupado por sacerdotes humanos que ofrecen sacrificios, perdonan pecados y confieren el Espíritu Santo. La iglesia es llevada sobre los hombros del papa y el corazón de María, en vez de sobre los hombros y el corazón de Cristo. La mayoría de estos principios falsos se han fortalecido a lo largo de los siglos, pero ninguno de ellos puede remontarse ni siquiera en una forma primitiva a una fecha anterior al quinto siglo d.C.".
Luego, debe explicarse LA RESTAURACION DEL SANTUARIO TERRENAL PROFANADO, PURIFICANDOLO, PARA QUE EL CONTINUO SACRIFICIO CONTINUASE.
Respondo: El Santuario Celestial es purificado por nuestro Señor Jesucristo.
Nadie purifica el Santuario terrenalpara no usarlo nunca mas. Precisamente, el acto de purificar el Santuario terrenal era para re-establecer el servicio que habia QUITADO el cuerno pequeno.
Respondo: ¡¡¡Santuario Celestial amigo patricio!!!
La actividad de este poder es esencialmente un acto de abierta rebelión contra Dios que trae desolación espiritual y produce horror en aquellos que ven los sucesos. La rebelión consiste en usurpar la obra mediadora del Príncipe y en hollar al ejército y al santuario. El ejército es derrotado y humillado, y el santuario es rechazado. Se establece un nuevo sistema, y consecuentemente el santuario celestial llega a quedar desolado, rechazado por aquellos que siguen o están bajo el control del cuerno pequeño.
Lo repito nuevamente: La PURIFICACION del Santuario TERRENAL es para el RE-ESTABLECIMIENTO DEL CONTINUO SACRIFICIO, el cual habia sido QUITADO por el cuerno pequeno.
Respondo: Ya los lectores se han dado cuenta de que repites puras tonterías.
Si la intervencion de QUITAR EL CONTINUO SACRIFICIO es una explicacion que no se ajusta a lo que Daniel esta diciendo, ESA EXPLICACION ES COMPLETAMENTE FALSA.
Respondo: El ataque contra el santuario es descrito por Daniel como una profanación (Dan. 11:31). El verbo "profanar" (chalal) se usa en el contexto de los servicios del santuario para designar la violación de la santidad del objeto. No debería confundirse con el verbo "contaminar". Lo opuesto de lo puro es lo impuro, y lo opuesto de lo santo es lo común (lo profano). Profanar lo santo es tratarlo como algo común, ignorando o rechazando su conexión con el Santo. En el acto de profanación, lo que pertenecía exclusivamente a Dios es tratado sin respeto y derribado a la esfera de lo común.
Aqui las cosas seran decididas estrictamente por lo que ensena la Santa Palabra de Dios, y no por lo que escribio la falsa profeta, Elena G. de White.
Respondo: Ahora es el momento de que aprendas lo que nunca estudiaste.
Al concluir el año, debía darse un ritual de purificación del sacerdocio por todos los pecados que asumió del pueblo durante todo el año. Mediante ese ritual con la sangre del becerro del pecado, esos pecados asumidos durante el año se los quitaba del sacerdocio, y se los depositaba en el lugar santísimo (Lev 16:11-14). Luego se purificaba, esta vez el santuario mismo, de todos los pecados que había asumido durante el año tanto su sacerdocio como el santuario en sí, al recibir la sangre que se depositaba sobre él.
El texto literalmente dice: “Y expiará el santuario [lugar santísimo] de todas las impurezas de los hijos de Israel y de todas sus rebeliones, por todo el pecado de ellos. Y hará lo mismo por la tienda de reunión [lugar santo], que está entre ellos en medio de sus impurezas” (Lev 16:16). Recordemos que para referirse a los sacrificios por el pecado, la lengua hebrea se refería simplemente a la palabra “pecado”, lo que aquí implicaría que el santuario debía ser purificado de todos los sacrificios por el pecado que se habían ofrecido en el santuario durante el año. Esta transferencia de pecado es la que se expresa literalmente también en Heb 13:11: “El sumo sacerdote lleva la sangre de los animales dentro del santuario como pecado...” o “cuya sangre referente al pecado es introducida en el santuario”.
El Príncipe del Ejército celestial posee un “continuo” ministerio celestial que se extiende hasta el fin de los 2300 días-años, luego de lo cual el santuario debía ser purificado. “¿Hasta cuándo [será]... el continuo [que el sumo sacerdote celestial lleva a cabo en el lugar santo del templo celestial]?” Hasta que el santuario fuese purificado al concluirse los 2300 años (Dan 8:13-14).
Por supuesto, los pecados de rebelión que no fueron confesados recibirán también su castigo (cf. Lev 23:29-30).
El príncipe enemigo que tira por tierra la verdad y menosprecia el santuario celestial y pisotea al pueblo de Dios también morirá (Dan 8:25; cf. 7:26; véase también Jer 50:28; 51:11). Pero eso no quita que aún cuando el santuario terrenal estuviese arruinado durante el cautivero babilónico, Dios no pudiese atender las necesidades de su pueblo que clamase a él en su templo celestial.
Proyectándose aún más allá de la Babilonia literal, Jeremías ve que al pasar juicio sobre su pueblo remanente que va a ser liberado para siempre de ese reino del mal, no se encuentran pecados como tampoco, en los 144.000, es “hallada mentira en sus bocas” (Apoc 14:5)
. “En aquellos días, en ese tiempo, declara el Señor, se buscará la culpa de Israel, pero no se la encontrará, y los pecados de Judá, pero ninguno será encontrado, porque perdonaré el remanente que salve” (Jer 50:20).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.