Lino primer obispo de la iglesia en Roma.

Es tan burdo que quieran santificarse en el apóstol Pedro y que aún hubiera estado en Roma, la pretendida sucesión apostólica es una falacia y el que escribe es la prueba que mi ministerio no es sucesorio, sino que cumple con la Biblia al ser un llamado de Dios para servir a Jesucristo y no que lo soñé, sino que son muchas cosas que suceden y hasta que uno es tomado por Jesucristo y le servimos a su voluntad y no tengo como algunos creen que me mando solo y es que muy claro en lo que debemos hacer y lo mismo les ocurría a los apóstoles, e igual mi ministerio profético es para las naciones y no fuimos llamados para pertenecer a ninguna Iglesia, sino que servimos a todas y es Dios mismo que nos sustenta y por eso digo que Pedro nunca hubiera sido obispo y es una locura y no corresponde a su trabajo espiritual.​

 
Entonces que pitos tocas aquí si tampoco estuviste ni siglo 3 o 1 .
Solito te disparas en la cien .

El debate es un monstruo para ti . Te mueres de nada .

Mi espíritu, si estuvo, fui llevado a morir con él en la cruz y resucite en su cuerpo y fuimos llevados a los lugares celestiales (Efesios 2:6)​

 
Ni tu ni la Historia tienen por que andarle dando nada a nadie. Ni Lino ni nadie después de él deben ser llamados "padres De la Iglesia"
¿Y por qué no? Son los Padres de la Iglesia por una buena razón: porque con la fuerza de la fe, con la profundidad y riqueza de sus enseñanzas la engendraron y formaron en el transcurso de los primeros siglos.
 
¿Y por qué no? Son los Padres de la Iglesia por una buena razón: porque con la fuerza de la fe, con la profundidad y riqueza de sus enseñanzas la engendraron y formaron en el transcurso de los primeros siglos.

Usted está confirmado que las enseñanzas y sus doctrinas no están basadas en los evangelios y sino en algunos padres de la Iglesia y era tan desvariados como usted, porque agregaron y sacaron a Palabra de Dios y de ahí sus falsas doctrinas, incansablemente enumeradas.​

 

De 1888. “El Papado Es El Anticristo” Por Rev. J. A. WYLIE, LL.D.​

“Fragmento”​

Notemos a este Coloso. Su cara crece a medida que los siglos se suceden, y viene finalmente a mirarnos, clara y recia y terrible; pero no es nueva. La hemos visto antes. Es la misma que nos miró desde las profecías de Daniel y Juan. Es la misma que se muestra encarnada en los Papas de la Edad Media. Notemos cuán completa y perfecta encarnación tenemos de ella en Inocencio III, en quien el papado llegó a su pleno crecimiento, y se mostró al mundo en toda su sobrehumana magnificencia y grandeza. Durante el terrible pontificado de este hombre todo lo que la profecía había hablado del Anticristo fue verificado en su más plena medida. Su predicha altura de arrogancia, de blasfemia y de dominación fue alcanzada. Mientras este poderoso Papa estaba de pie sobre la Cristiandad, ella estaba con temor. Los golpeados reyes y naciones acobardados debajo de él. Él era representante de Dios, y pretendió ser obedecido con la instantánea y profunda sumisión que es debida al Rey Eterno. Él promulgó el dogma de la transubstanciación; él inició el "santo" oficio de la inquisición; él lanzó las cruzadas contra la herejía y los herejes, y repartió sus rayos de entredichos, [prohibiciones a la participación de los "sacramentos"], y excomuniones en toda la Cristiandad, y más allá de ella, aplastando a cada uno y a cada cosa que osara levantar su talón contra su voluntad pontifical. Si éste no es el Anticristo, entonces nunca podremos ver al Anticristo; porque ¿qué más podemos tener de cualquier profecía que un completo y perfecto cumplimiento? Y éste es un completo y perfecto cumplimiento de la profecía del poder y orgullo del Anticristo.​