Leamos la BIBLIA

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Buenos y feliz día:


Lecturas del 17/09/2010 Viernes de la 24ª Semana de Tiempo Ordinario.



1ª lectura: Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 12-20

Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido


Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice alguno de vosotros que lo muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo. Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo, cosa que no ha hecho, si es verdad que los muertos no resucitan. Porque, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 1-3

Algunas mujeres acompañaban a Jesús y le ayudaban con sus bienes


En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.

Palabra del Señor.
 
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Buenos y feliz día:


Lecturas del 18/09/2010 Sábado de la 24ª Semana de Tiempo Ordinario.



1ª lectura: Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 35-37. 42-49

Se siembra lo corruptible, resucita incorruptible


Hermanos: Alguno preguntará: « ¿Y cómo resucitan los muertos? ¿Qué clase de cuerpo traerán? » ¡Necio! Lo que tú siembras no recibe vida si antes no muere. Y, al sembrar, no siembras lo mismo que va a brotar después, sino un simple grano, de trigo, por ejemplo, o de otra planta. Igual pasa en la resurrección de los muertos: se siembra lo corruptible, resucita incorruptible; se siembra lo miserable, resucita glorioso; se siembra lo débil, resucita fuerte; se siembra un cuerpo animal, resucita cuerpo espiritual. Si hay cuerpo animal, lo hay también espiritual. En efecto, así es como dice la Escritura: «El primer hombre, Adán, fue un ser animado.» El último Adán, un espíritu que da vida. No es primero lo espiritual, sino lo animal. Lo espiritual viene después. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; iguales que el celestial son los hombres celestiales. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 4-15

Los de la tierra buena son los que guardan la palabra y dan fruto perseverando


En aquel tiempo, se le juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo. Entonces les dijo esta parábola: -«Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso y, al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto al ciento por uno. » Dicho esto, exclamó: -«El que tenga oídos para oír, que oiga.» Entonces le preguntaron los discípulos: -«¿Qué significa esa parábola?» Él les respondió: -«A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es éste: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.»

Palabra del Señor.
 
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Buenos y feliz día:


Lecturas del 19/09/2010, Domingo de la 25ª Semana de Tiempo Ordinario.

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1ª lectura: Lectura de la profecía de Amos 8, 4-7

Contra los que «compran por dinero al pobre»


Escuchad esto, los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo: «¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?» Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Jura el Señor por la gloria de Jacob que no olvidará jamás vuestras acciones.




2ª lectura: Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 1-8

Que se hagan oraciones por todos los hombres a Dios, que quiere que todos se salven


Querido hermano: Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol -digo la verdad, no miento-, maestro de los gentiles en fe y verdad. Quiero que sean los hombres los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 1-13

No podéis servir a Dios y al dinero


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.” El administrador se puso a echar sus cálculos: “¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.” Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?” Éste respondió: “Cien barriles de aceite.” Él le dijo: “Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta.” Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” Él contestó: “Cien fanegas de trigo.” Le dijo: “Aquí está tu recibo, escribe ochenta.” Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»

Palabra del Señor.
 
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<span style="font-size:480%;color:#3333ff;"><strong><em>HOMÍLIA</em></strong></span>

<span style="font-size:380%;color:#3333ff;"><strong><em>EL DINERO</em></strong></span>​

<div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#990000;"><strong><em>Profecía de Amós
</em></strong></span>
Amós, un sencillo y humilde pastor de bueyes y cultivador de higos, siente la llamada del Señor y se convierte en profeta de Dios para denunciar las graves injusticias del Reino del Norte, cuya capital es Samaria, y anunciar el castigo a los culpables.
La predicación de Amós (siglo VIII a. C) se realiza en términos muy duros contra la Corte de Israel que, en momentos de florecimiento económico, dilapida riquezas, vive en la molicie e ignora con arrogancia y desprecio los sufrimientos de los pobres.
Es el gran profeta de la justicia social del Antiguo Testamento, como lo fue nueve siglos más tarde el Apóstol Santiago que afirma en su Carta Católica lo siguiente:

<span style="color:#009900;"><strong><em>“Ricos, llorad a gritos por las desgracias que se os vienen encima. Vuestra riqueza se ha podrido, vuestros trajes se han apolillado, vuestro oro y vuestra plata se han oxidado... Con lujo vivisteis en la tierra y os disteis la gran </em></strong></span> </em></strong></span></a><span style="color:#009900;"><strong><em>vida, cebando vuestros apetitos para el día de la matanza. Condenasteis y asesinasteis al inocente: ¿no se os va a enfrentar Dios?</em></strong></span> (St.5,1-6).

Según los Santos Padres de la Iglesia, la acumulación de riquezas va siempre en detrimento de los pobres, cuyos bienes son sistemáticamente esquilmados por los explotadores sin escrúpulos.
Los informes de la ONU confirman que los 225 personajes más ricos del mundo acumulan una riqueza equivalente a la que tienen 2.500 millones de habitantes.
El 20% de la población del mundo consume el 85% de las riquezas, mientras que el 20% más pobre consume tan solo el 1,35 de los bienes producidos.
Son cifras escalofriantes que debieran hacernos meditar, pues ninguno de nosotros ajenos y sí copartícipes cómodos y despreocupados ante esta situación injusta.

<span style="color:#ff0000;"><strong>¿Qué diría Amós en el contexto sociológico que nos toca vivir?
¿Qué diría Jesús?</strong></span>

Resulta admirable que los miembros del jurado de La Fundación Príncipe de Asturias hayan dado el primer premio a Manos Unidas. ¡Ya era hora!
Al menos no hemos perdido la sensibilidad, y existen brotes de sana rebeldía ante la miseria que azota a millones de seres humanos. Abundan las ONGS implicadas en esta tarea y numerosos voluntarios y voluntarias consagran los mejores años de sus vidas a mitigar los sufrimientos del llamado Tercer Mundo.
Es cierto que las injusticias nos rebasan, y la solución no está en nuestras manos, pues nos sentimos a menudo impotentes y confusos, pero siempre podremos aportar nuestro pequeño granito de arena.

<p align="justify">
<span style="font-size:130%;color:#cc0000;"><strong><em>El administrador injusto</em></strong></span>

Nos parece una sorpresa que Jesús alabe al administrador injusto por despreciar pequeñas ganancias para obtener otras mayores, pero lo entenderemos fácilmente en el contexto evangélico donde no se alaba la deslealtad, sino la habilidad demostrada para garantizarse un futuro.
No olvidemos que el objetivo final es “ganar” el Reino de los cielos”
Jesús se lo había dicho poco antes a sus discípulos: <span style="color:#009900;"><strong><em>“Aquel de vosotros que no renuncia a todos su bienes no puede ser discípulo mío”.
</em></strong></span>
Si queremos participar del Reino de Dios hemos de actuar con el mismo coraje y lucidez que el administrador de hoy, pues el tiempo nos apremia y la vida pasa rápidamente.

<span style="font-size:130%;color:#cc0000;"><strong><em>No podéis servir a Dios y al dinero</em></strong></span>

El poeta Quevedo llamaba al dinero <span style="color:#ff0000;"><strong>“poderoso caballero”.</strong></span>
El mundo Occidental, en su mayoría materialista y ateo práctico, ha erigido al dinero como el supremo dios de sus vidas. Todo se logra con dinero: vida fácil, confort, viviendas de lujo, sexo a gusto del consumidor, “amigos”, poder, gloria, reconocimiento.
Es una obsesión para muchos y el padre de todos los vicios.
Amortigua las conciencias y apaga la fe, pero no es garantía eficaz de felicidad. Los hechos nos confirman que los ricos no son más felices que los pobres, y los niños ricos (veamos las fotografías que caen en nuestras manos) sonríen menos que los niños pobres. Nos hemos creado necesidades superfluas y hemos perdido buena parte del auténtico sentido del compartir y darnos de corazón al hermano más próximo.

<span style="color:#ff0000;"><strong>¿Cómo escapar de esta idolatría corrupta?</strong></span>
-Descubriendo los verdaderos valores que emanan del evangelio, que colocan al hombre como criatura de Dios llamada a comunicarse, a darse y a vivir en fraternidad.
<span style="color:#ff0000;"><strong>¿Para qué nos sirven los bienes si carecemos de verdaderos amigos?</strong></span>
El dinero origina relaciones artificiales que duran hasta que se vacían los bolsillos. Bien dice el refrán: “Cuando tenía dinero me llamaban Don Tomas; ahora que no lo tengo me llaman Tomás, no más”.

Transcribo unos pensamientos de San Antonio de Papua (1195-1231) sobre el evangelio de hoy:

<span style="color:#009900;"><strong><em>“El principio y raíz de la riqueza siempre es forzosamente la injusticia.
¿Por qué?. Porque al principio Dios no hizo rico a uno y pobre a otro, ni tomó a uno y le dio grandes yacimientos de oro, privando al otro de este hallazgo. No, señor. Dios puso delante de todos la misma tierra. Y, ¿cómo, siendo común, posees tú hectáreas y hectáreas, y el otro ni un terrón? ¿Acaso no es mal tener uno solo lo que son bienes del señor, y gozar un solo lo que es común? ¿O es que no dice la Escritura: “ del Señor es la tierra y cuanto la llena”?
Pues si lo que tenemos pertenece al Señor común, también pertenece a los que son siervos suyos como nosotros. Lo que es de Dios es todo común... Y es que el no dar parte de todo lo que se tiene es ya un género de rapiña... Los bienes pertenecen al Señor sea cual sea la fuente donde los hemos recogido... Y si el Señor te ha concedido tener más que otros, no ha sido para que los gastes en amantes y borracheras, en banquetes o vestidos lujosos, o cualquier otro despilfarro. Ha sido para que lo distribuyas entre quienes lo necesitan...
El rico no es más que un cobrador del dinero que ha de ser distribuido a los pobres, y se le manda que lo reparta entre aquellos de sus compañeros que está necesitados..Si emplea para sí mismo más de lo que pide la necesidad, tendrá que dar la cuenta más rigurosa, pues lo suyo no es suyo, sino de los que son siervos del Señor como él...
Si no podéis recordar todo lo que os he dicho, os suplico que os quedéis para siempre con esto, que vale por todo: que no dar a los pobres de los bienes propios, es robarles y atentar contra su vida. Recordad que no retenemos lo nuestro, sino lo de ellos”.</em></strong></span>

A tenor de estas palabras, cabría preguntarme y preguntarnos si no nos pide Dios ser más críticos con este orden internacional injusto y más generosos con los hermanos que padecen necesidad.
La liturgia de este domingo y del próximo nos invita a examinar serenamente nuestra conciencia ante Dios para discernir si la utilización de nuestros bienes es la correcta, y obrar en consecuencia.
</p><p align="center"><span style="font-size:380%;color:#3333ff;"><strong><em>¡Feliz Domingo! </em></strong></span></p>
 
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Buenos y feliz día:


Lecturas del 20/09/2010 Lunes de la 25ª Semana de Tiempo Ordinario.



1ª lectura: Lectura del libro de los Proverbios 3, 27-34

El Señor aborrece al perverso


Hijo mío, no niegues un favor a quien lo necesita, si está en tu mano hacérselo. Si tienes, no digas al prójimo: «Anda, vete; mañana te lo daré.» No trames daños contra tu prójimo, mientras él vive confiado contigo; no pleitees con nadie sin motivo, si no te ha hecho daño; no envidies al violento, ni sigas su camino; porque el Señor aborrece al perverso, pero se confía a los hombres rectos; el Señor maldice la casa del malvado y bendice la morada del honrado; se burla de los burlones y concede su favor a los humildes; otorga honores a los sensatos y reserva baldón para los necios.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 16-18

El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz


En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: -«Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»

Palabra del Señor.
 
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Buenos y feliz día:


Lecturas del 21/09/2010 Martes de la 25ª Semana de Tiempo Ordinario. San Mateo Apóstol




1ª lectura: Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13

Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelizadores.


Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13

Sígueme. Él se levantó y lo siguió


En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: -«Sígueme.» Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: -« ¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?» Jesús lo oyó y dijo: -«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “misericordia quiero y no sacrificios”: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. »

Palabra del Señor.
 
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Buenos y feliz día:


Lecturas del 22/09/2010 Miércoles de la 25ª Semana de Tiempo Ordinario.
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1ª lectura: Lectura del libro de los Proverbios 30, 5-9

No me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan


La palabra de Dios es acendrada, él es escudo para los que se refugian en él. No añadas nada a sus palabras, porque te replicará y quedarás por mentiroso. Dos cosas te he pedido; no me las niegues antes de morir: aleja de mi falsedad y mentira; no me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan; no sea que me sacie y reniegue de ti, diciendo: «¿Quién es el Señor?»; no sea que, necesitando, robe y blasfeme el nombre de mi Dios.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 1-6

Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos


En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: -«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. » Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes.

Palabra del Señor.
 
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Buenos y feliz día:


Lecturas del 23/09/2010 Jueves de la 25ª Semana de Tiempo Ordinario.
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1ª lectura: Lectura del libro del Eclesiastés 1, 2-11

Nada hay nuevo bajo el sol


¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! ¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra siempre está quieta. Sale el sol, se pone el sol, jadea por llegar a su puesto y de allí vuelve a salir. Camina al sur, gira al norte, gira y gira y camina el viento. Todos los ríos caminan al mar, y el mar no se llena; llegados al sitio adonde caminan, desde allí vuelven a caminar. Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír. Lo que pasó, eso pasará; lo que sucedió, eso sucederá: nada hay nuevo bajo el sol. Si de algo se dice: «Mira, esto es nuevo», ya sucedió en otros tiempos mucho antes de nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 7-9

A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?


En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: -«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?» Y tenía ganas de ver a Jesús.

Palabra del Señor.
 
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<div align="justify"><a href="http://3.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt04QvgRjI/AAAAAAAAJs0/mhrfyFW4CYA/s1600/575-01++Cartel+Lecturas+24-09-10.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 680px; DISPLAY: block; HEIGHT: 180px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520134278188385842" border="0" alt="" src="http://3.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt04QvgRjI/AAAAAAAAJs0/mhrfyFW4CYA/s400/575-01++Cartel+Lecturas+24-09-10.jpg" /></a>
<a href="http://4.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0tqEcRYI/AAAAAAAAJss/N7k9SSKjhRE/s1600/575-02++1%C2%AA+Lectura+24-09-10.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 300px; FLOAT: right; HEIGHT: 112px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520134096008529282" border="0" alt="" src="http://4.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0tqEcRYI/AAAAAAAAJss/N7k9SSKjhRE/s320/575-02++1%C2%AA+Lectura+24-09-10.jpg" /></a><span style="font-size:130%;color:#ff6600;"><strong><em>Todas las tareas bajo el sol tienen su sazón</em></strong></span>

<a href="http://1.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0eeHiFJI/AAAAAAAAJsk/GCRFxX4Cslg/s1600/0647+Viernes+24-09-10+-+01.png"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 238px; FLOAT: left; HEIGHT: 320px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520133835102229650" border="0" alt="" src="http://1.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0eeHiFJI/AAAAAAAAJsk/GCRFxX4Cslg/s320/0647+Viernes+24-09-10+-+01.png" /></a>Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.

<a href="http://3.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0SNxxV8I/AAAAAAAAJsc/a2AVryoEKpw/s1600/575-03++Evangelio+24-09-10.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 300px; FLOAT: right; HEIGHT: 112px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520133624557557698" border="0" alt="" src="http://3.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0SNxxV8I/AAAAAAAAJsc/a2AVryoEKpw/s320/575-03++Evangelio+24-09-10.jpg" /></a><span style="font-size:130%;color:#ff6600;"><strong><em>Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho</em></strong></span>

<a href="http://2.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0FEW0nWI/AAAAAAAAJsU/UI4pDvsBnnI/s1600/0648+Viernes+24-09-10+-+02.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 214px; FLOAT: left; HEIGHT: 241px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520133398690307426" border="0" alt="" src="http://2.bp.*************/_f0B1UKox4Zc/TJt0FEW0nWI/AAAAAAAAJsU/UI4pDvsBnnI/s200/0648+Viernes+24-09-10+-+02.jpg" /></a>Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: -«¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos contestaron: -«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.» Él les preguntó: -«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro tomó la palabra y dijo: -«El Mesías de Dios.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: -«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. »

Palabra del Señor.
 
Re: Leamos la BIBLIA




Buenos y feliz día:


Lecturas del 24/09/2010 Viernes de la 25ª Semana de Tiempo Ordinario.
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1ª lectura: Lectura del libro del Eclesiastés 3, 1 -11

Todas las tareas bajo el sol tienen su sazón


Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 18-22

Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho


Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: -«¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos contestaron: -«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.» Él les preguntó: -«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro tomó la palabra y dijo: -«El Mesías de Dios.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: -«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. »

Palabra del Señor.
 
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Buenos y feliz día:


Lecturas del 25/09/2010 Sábado de la 25ª Semana de Tiempo Ordinario.
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1ª lectura: Lectura del libro del Eclesiastés 11, 9-12, 8

Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu vuelva a Dios


Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón, de lo que atrae a los ojos; y sabe que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo. Rechaza las penas del corazón y rehúye los dolores del cuerpo: niñez y juventud son efímeras. Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que lleguen los días aciagos y alcances los años en que dirás: «No les saco gusto.» Antes de que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas, y a la lluvia siga el nublado. Ese día temblarán los guardianes de casa y los robustos se encorvarán, las que muelen serán pocas y se pararán, las que miran por las ventanas se ofuscarán, las puertas de la calle se cerrarán y el ruido del molino se apagará, se debilitará el canto de los pájaros, las canciones se irán callando, darán miedo las alturas y rondarán los terrores. Cuando florezca el almendro, y se arrastre la langosta, y no dé gusto la alcaparra, porque el hombre marcha a la morada eterna y el cortejo fúnebre recorre las calles. Antes de que se rompa el hilo de planta, y se destroce la copa de oro, y se quiebre el cántaro en la fuente, y se raje la polea del pozo, y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio. Vanidad de vanidades, dice Qohelet, todo es vanidad.




Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 43b-45

Al Hijo del hombre lo van a entregar.


Les daba miedo preguntarle sobre el asunto En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: -«Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.» Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Palabra del Señor.