SALMO51:
La Biblia nos revela muy claramente la naturaleza fisiologica de Jesus, con estas palabras:
"Dios, enviando a su Hijo EN SEMEJANZA DE CARNE DE PECADO y a causa del pecado, condeno al pecado en la carne" (Romanos 8: 3).
Esto significa que la naturaleza fisica de Jesus NO ERA IGUAL a la naturaleza fisica de los hombres ya caidos en pecado. En otras palabras, la naturaleza fisiologica de Jesus fue "EN SEMEJANZA DE CARNE DE PECADO", pero no EN IGUALDAD DE CARNE DE PECADO.
Y esta venida al mundo de Jesus, tomando carne humana SEMEJANTE a la carne humana pecaminosa, ocurrio "A CAUSA DEL PECADO", o sea, porque la humanidad habia caido en el pecado. Entonces, Jesus vino A CONDENAR al pecado en SU CARNE (Romanos 8: 3).
Cuando la Biblia dice que Jesus "CONDENO AL PECADO EN LA CARNE" (Romanos 8: 3), ello simplemente significa que EN SU CARNE HUMANA, SEMEJANTE A LA "CARNE DE PECADO" DE LOS HOMBRES (Romanos 8: 3), EL PECADO NO TUVO MAS EXISTENCIA.
Mientras nosotros aun LE DAMOS VIDA al pecado en nuestra "CARNE DE PECADO" (Romanos 8: 3 y 1 Juan 1: 10), opuestamente a eso, JESUS CONDENO AL PECADO EN SU CARNE QUE FUE "EN SEMEJANZA DE CARNE DE PECADO" (Romanos 8: 3).
Pablo volvio a repetir el hecho de que Jesus tuvo una carne humana DIFERENTE A LA "CARNE DE PECADO" (Romanos 8:3) QUE TODOS NOSOTROS TENEMOS, en Filipenses 2: 7, cuando escribio lo siguiente acerca de Jesus:
"Cristo Jesus ... se despojo a SI mismo, tomando forma der siervo, hecho SEMEJANTE a los hombres". Jesus fue hecho "SEMEJANTE" a los hombres y no IGUAL a los hombres, porque su naturaleza fisica no poseia la "CARNE DE PECADO" (Romanos 8: 3).
Recuerdese que Jesus es "EL POSTRER ADAN" que fue comparado NO CON EL ADAN CAIDO EN PECADO, sino que fue comparado con "EL PRIMER HOMBRE ADAN ALMA VIVIENTE" (Genesis 2: 7), EL CUAL RECIEN HABIA SIDO CREADO POR DIOS, EN CUYA CARNE HUMANA NO EXISTIA PECADO ALGUNO (1 Corintios 15: 45).
Tanto el primer Adan recien creado por Dios, como Jesus hecho hombre, AMBOS TUVIERON CARNE HUMANA EN LA CUAL NO EXISTIA EL PECADO Y, DE CONSIGUIENTE, AMBOS NO TENIAN UNA NATURALEZA PECAMINOSA, O UNA CARNE DE PECADO.
Patricio Cespedes Castro.
EX-ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA.
Disiento de una sóla cosa contigo Patricio:
Al dar a entender que tanto Adán como Cristo, ambos recibieron la misma carne humana; es decir sin relación con el pecado.
Mientras que Adán fue formado del polvo, y el aliento de Dios entró directamente en su nariz, de Cristo se nos dice que su cuerpo fué producto de un alumbramiento por medio de María y la intervención de Dios; es decir que mientras Adán fué creado como "Hijo de Dios" en toda la extensión de la palabra (ya que su único Padre fué Dios) sin embargo, Jesús en este mundo se movía mediante dos naturalezas que le fueron dadas: una, la divina que le corresponde por su primogenitor, que es Dios, y la humana, que le viene por parte de su primogenitora, que es María.
No puede ser la misma carne humana, la que Dios formó para Adán en el Edén, que era inmaculada (jamás su sangre que corría por sus venas se había involucrado en el pecado, ni era descendiente de alguien con carne pecaminosa) que para la de Cristo, ya que Cristo recibió su cuerpo de carne de una pecadora, que le dio a luz, que es María y que por su línea sanguínea y en su ADN corrían generaciones y generaciones de pecadores.
Para mí, la diferencia es:
Que la naturaleza divina hereadada por su primogenitor (Dios),
PREVALECIÓ en todo momento a su naturaleza humana, que heredó de su primogenitora (María). Siendo así lo carnal, lo diabólico, superado por su naturaleza celestial, la de Cristo, vez tras vez sobre su vida.
Es algo así lo que nosotros tenemos cada día en nuestra vida; una batalla interna de nuestra naturaleza humana (pecadora) recibida de nuestros padres, contra nuestra naturaleza celestial, es decir divina (2 Pedro 1:4) recibida de Dios una vez nos convertimos mediante la fe en Jesucristo, en nuevas criaturas.
Entonces por otro lado, quiere esto significar que la transgresión de Adán y Eva todavía fue mayor, pues ellos recibieron unos cuerpos impolutos; una naturaleza divinas de su Padre, sin haber en éste nunca conocido el pecado anteriormente como nuestros padres terrrenales, y como la madre del Hijo de Dios, que lo fue sólo en la carne, es decir en Jesús.
Saludos.