Estimado Julio
Estimado Julio
De mi fidelidad ni yo me ocupo pues es Dios quien lleva la cuenta cierta.
Tu problema, como el de Spalatin y tantos foristas -en este y otros epígrafes-, es que queriendo ser tan sutiles dejaron de ser perspicaces.
Si permanecemos en la Palabra de Dios sin dejar que nadie nos mueva de allí con filosofías huecas y todo viento de doctrina, no tendremos dudas ni dificultades con la realidad de un único Dios al que adoramos en espíritu y verdad, pues puso su Espíritu en nosotros y en el nombre de su Hijo Jesucristo presentamos nuestras oraciones ante el trono de la gracia.
¿Acaso no fui elegido según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociado con la sangre de Jesucristo? (1Pe 1:2).
Quien permanece en Dt 29:29 no llega nunca al estado de Ro 1:21b,22.
Cordiales saludos
Estimado Julio
¿Sabes que eres un infiel al Evangelio de Cristo?
Te rebato con tres versos, dos anteriores y otro posterior al que tú mencionas:
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De mi fidelidad ni yo me ocupo pues es Dios quien lleva la cuenta cierta.
Tu problema, como el de Spalatin y tantos foristas -en este y otros epígrafes-, es que queriendo ser tan sutiles dejaron de ser perspicaces.
Si permanecemos en la Palabra de Dios sin dejar que nadie nos mueva de allí con filosofías huecas y todo viento de doctrina, no tendremos dudas ni dificultades con la realidad de un único Dios al que adoramos en espíritu y verdad, pues puso su Espíritu en nosotros y en el nombre de su Hijo Jesucristo presentamos nuestras oraciones ante el trono de la gracia.
¿Acaso no fui elegido según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociado con la sangre de Jesucristo? (1Pe 1:2).
Quien permanece en Dt 29:29 no llega nunca al estado de Ro 1:21b,22.
Cordiales saludos