Hola ant.
El fondo de mi planteamiento es analizar si desde la lógica es posible considerar que las almas que están cerca a Dios pueden
llegar a tener algún interés en ayudarnos a los terrícolas, dado que claramente se ve que las almas que están condenadas sufriendo en el hades si pueden tener ese Interés.
El hecho que estas almas no puedan comunicarse directamente con nosotros los vivos, no hace imposible que ellas logren ayudarnos y darse cuenta de nuestras necesidades, sobre todo las que están cercanas a Dios porque para eso está Dios que se entera de todo y puede manifestar su misericordia y gracia por medio de sus siervos.
A cualquier alma que esté en el hades Abraham no le respondería con lo mismo que le respondió al rico si ellas también llegan a perdirle que envíe mensajeros a sus familiares para advertirles porque en realidad hay gente que si hace caso a los mensajes que Dios envía por medio de mensajeros ya sea porque los convence la razonabilidad que tiene el mensaje o porque los convence lo sobrenatural que puede haber alrededor del mismo.
Mis estimados,
@César Ortiz y
@Ant; permítanme una observación que, según voy viendo se desprende de su conversación, no la están teniendo en cuenta. ¿Cuál es? Que ni el rico, ni el pobre, están en la presencia de Dios. El rico está donde van los muertos, y el pobre está al lado de Abraham, donde Abraham está. Pero de modo alguno indica que Abraham, ni los que están con Abraham, estén en la presencia de Dios.
Lc 16:22 Un día el pobre murió, y
los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham.
No, no dice que los ángeles le llevasen a comer al lado de Dios, ni ante la presencia de Dios. Sino claramente nos dice que fue llevado a sentarse al lado de Abraham.
Lc 16:23 Y
mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos, y
vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado.
¿A quién veía el rico? No, no veía a Dios, sino a Abraham. ¿A quién se dirigió el rico? No a Dios, sino a Abraham. En momento alguno vemos ni indica que Abraham y Lázaro estén en la presencia de Dios, ni sea a Dios a quien el rico esté viendo.
¿Qué quiero decir con esto? Que según se desprende, este relato no sirve para justificar, ni da sustento, al supuesto de que, los que ya marcharon, puedan interceder ante Dios, porque en parte alguna del mismo, ni de las escrituras, nos es dicho que nadie esté, quitando de Jesucristo, en la presencia de Dios.
¿Qué pasa si acudimos a quien no es Jesús pidiendo que interceda por nosotros? Dos cosas pueden pasar: 1) Que quien creemos es santo o santa, no lo sea, pues solo Dios conoce lo que hay en el corazón de las personas y, aun creyendo que son santos, no lo fueron tanto, o nada, con lo cual estaríamos invocando a los muertos, a los que están donde van los muertos. Y 2) Que según se desprende de este relato, no están en la presencia de Dios y, aún pudiendo escucharnos, nada indica que puedan acceder con sus peticiones ante Dios. ¿Qué hacer pues? Ir a lo seguro, acudir a Jesucristo de quien no tenemos duda de que sí, que verdaderamente está en la presencia de Dios, y que sin lugar a duda intercederá por nosotros.
El Señor nos dé debida luz y entendimiento.