Es de doctrina básica, como las vocales, el que la salvación es por gracia.
Ni siquiera da para debate.
No todos saben todo.
La salvación debe ser por GRACIA por causa de la JUSTICIA.
Supongamos un matrimonio bajo pacto de fidelidad.
Esa fidelidad se construye día a día y de nada vale el día que pasó.
Cada día es un nuevo día y se debe permanecer fiel.
El título de FIEL no se obtiene NUNCA porque la fidelidad es un continuo de comportamiento.
Pero la infidelidad se alcanza de una vez.
Y a diferencia del título de FIEL que no se puede obtener hasta que se termina el pacto, el de INFIEL si se puede obtener en cualquier momento.
Ahora y aparte de esta importante diferencia entre la una y la otra, el INFIEL no puede reparar su condición con su contraparte.
No puede auto otorgarse el perdón.
Podrá ser perdonado por GRACIA pero JAMÁS por cualquier OBRA que el pudiera ofrecer y hacer.
Ya cayó y rompió el pacto irreversiblemente.
De igual manera que en este ensayo, la infidelidad del hombre lo condena irreversiblemente para con Dios, y esta solo en poder de Dios el perdonarle o no.
El infiel nada puede hacer con su cónyuge para reparar su relación.
No hay nada en lo que pueda GLORIARSE.
Ya no hay fidelidad futura que pueda subsanar la infidelidad cometida.
El perdón esta de parte del ofendido.
Así se debe entender esto.