Mas el Consolador, el Espíritu Santo,
a quien el Padre enviará en mi nombre,
él os enseñará todas las cosas,
y os recordará todo lo que yo os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy;
yo no os la doy como el mundo la da.
No se turbe vuestro corazón,
ni tenga miedo.
S. Juan 14:26-27 RVR1960
Por eso,
mantengamos una amistad
sincera con Dios,
teniendo la plena seguridad
de que podemos confiar en él.
Porque Cristo nos dejó
limpios de pecado,
como si nos hubiera lavado
con agua pura,
y ya estamos libres de culpa.
Sigamos confiando
en que Dios nos salvará.
No lo dudemos ni un instante,
porque él cumplirá lo que prometió.
Hebreos 10:22-23 TLA