Queridos hermanos estuve meditando sobre el tema de la salvación, debido a que en todos los epígrafes salta el tema, en forma implícita o explícita.
1. Están aquellos que, a rajatabla, consideran que la salvación es solo por fe, y que el solo echo de querer hacer algo para agradar a Dios, implica quitarle valor a la obra redentora de Jesús en el calvario.
2. Por otro lado están los que se resisten a que las cosas sean tan fáciles y sostienen que "sin obras", la fe, es una fe muerta.
El sentido común les dice que no se debería poder pecar antojadizamente y luego pedir perdón y listo.
Dios mira para otro lado y ese lado es la cruz del calvario.
3. Y tenemos a muchos, mas que si leen una explicación bien desarrollada, de una de estas ideas, se vuelcan por aceptarla sin problemas, pero si al rato leen otra explicación, bien armada, desde el otro extremo del pensamiento, también la aceptan como correcta y terminan no sabiendo quien tiene razón sobre este tema en particular.
Lo que a continuación escribo es mi comprensión personal del tema y en ninguna manera la última palabra sobre el.
Aunque por momentos, hable afirmativamente o en forma categórica, por los caprichos del propio lenguaje o por no saberme expresar mejor, queda claro que no estoy exponiendo esto como "la verdad".
Mi pensamiento es que "ambas" premisas son ciertas.
¿Pero que esquema puedo desarrollar en mi mente, para que ambas premisas se cumplan sin errores?
¿Como debería verlo para que una explicación sencilla de una de ellas confirme la otra y viceversa?
Empezaré con la segunda
"La salvación se obtiene solo por obras" (...pagará a cada uno conforme a sus obras)
A ninguno de nosotros se nos escapa, que ninguna persona que practique el pecado, alcanzará la vida eterna o premio alguno de parte de Dios. Dios es luz y no hay tinieblas en el. La palabra dice que ningún idólatra, ni fornicario... No todo el que me dice Señor, Señor, sino es que "hace" la voluntad de mi Padre.
Jesús siempre decía vete y "no peques mas". El que "persevere" hasta el fin...
Es puro sentido común. Cualquiera de nosotros entiende que una persona que hace daño a otra debe recibir una disciplina determinada.
Nos retorcemos de pensar que debamos perdonar a nuestros enemigos. No aceptamos que algunos deban esforzarse y otros reciban lo mismo sin hacer nada.
No aceptamos que "misericordia", pueda significar "permiso" para hacer lo que se nos venga en gana.
Cuando pensamos bajo este paradigma, nos volvemos contra aquellos, que sostienen, que la salvación, es solo por fe, sin que nada de lo que yo haga, tenga ningún valor para asegurarla.
Para concluir, podemos decir, que lo mas justo de todo, sería, que cada uno de nosotros reciba de Dios,
conforme a las obras que hizo en su vida.
En Romanos 2 leemos:
5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;
9 tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,
10 pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego;
11 porque no hay acepción de personas para con Dios.
En estos pasajes quedamos todos encerrados. Judios y griegos.
y también los que conocen la verdad y no la obedecen. Porque no se pueden desobedecer ordenes que no se conocen.
El que sabe hacer lo bueno y no lo hace peca.
No hay excusas. si no guardamos sus mandamientos somo injustos. Si no vivimos conforme a su voluntad, vivimos conforme a la nuestra. Si practicamos el pecado no estamos en luz.
Ahora si vamos por la primera
"Sin fe es imposible agradar a Dios"
En Efesios 2 leemos:
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Muchos también entendemos bien, que resulta imposible, pretender chantajear a Dios, para obligarlo a que nos extienda el perdón incondicional por nuestros pecados. O sea entendemos, que por mucho que hagamos u obremos, la salvación es prerrogativa de Dios, nos fue otorgada por gracia, por la muerte de Cristo en nuestro lugar, inmerecidamente, unilateralmente y esto no de nosotros, para que nadie se jacte ni gloríe en sus obras de justicia.
Todos estamos de acuerdo con ambas partes pero parecerían que son "contradictorias".
A continuación les escribo como creo yo que ambas posturas son complementarias y necesarias y verdaderas y para nada contradictorias